El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




domingo, 15 de noviembre de 2015

En el nombre de Dios


            Unos matan físicamente en nombre de Dios, y lo hacen porque tienen escrito que tienen que dar muerte al hereje, hasta que abra los ojos y se convierta a la verdadera religión, mientras el resto del mundo se rasga las vestiduras con más o menos ensañamiento en función de quien es el muerto, ya que los muertos occidentales del primer mundo parece que tienen más valor que los muertos orientales de países subdesarrollados.
            Pero muchos de los que se rasgan las vestiduras también matan, solo que lo hacen de manera más sutil, lo hacen emocionalmente, y también matan en nombre de Dios. ¿No sabes quiénes son?, pues son todos aquellos que condenan al fuego eterno a los pecadores, a los homosexuales, a los divorciados, a las madres solteras. Pero curiosamente para ellos no son pecadores los que organizan las guerras, los que venden las armas, los que tienen condenados al hambre y la miseria a los que viven en el segundo y el tercer mundo.
            Y todos, utilizando a Dios como paraguas responsable. Deben de pensar que como lo hacen en nombre de Dios van a gozar del Paraíso. Pobres infelices unos y otros. A Dios le da igual. Y le da igual porque para Él tiene el mismo valor el terrorista que asesina que el asesinado, el terrorista emocional y el condenado, todos somos iguales ante Dios, todos somos sus hijos.


            Dios es Amor y nos ha dado algunas cosas, a todos lo mismo: Nos ha dado un alma individual que es su misma Esencia, nos ha permitido cumplir nuestro deseo de tener una experiencia humana, nos ha entregado un Plan de Vida consensuado con todas las partes para caminar por la materia y nos ha dado libertad para hacer lo que consideremos oportuno. Y es lo mismo que les ha dado a los terroristas. En ningún Plan de Vida habla de matar ni física ni emocionalmente, en ningún Plan de Vida habla de conversión, en ningún Plan de Vida habla de pecado, en ningún Plan de Vida habla de religión. Los Planes de Vida hablan de Amor, hablan de caridad, hablan de misericordia, hablan de ternura, hablan de hermandad.
            Todos, el asesino y el asesinado, se van a encontrar en el mismo lugar, sin odio, sin rencor, sin venganza, sin fanatismo, todos iguales. No seamos diferentes aquí “abajo”.
Orad por los muertos, pero orad también por los que lo han hecho, lo necesitan más. No condenéis a nadie porque os convertiríais en lo mismo, en fanáticos, en terroristas emocionales. Entender a todos, solo tienen pensamientos erróneos, y si llegáis a sentir ofensa, perdonar. Perdonar hasta que sintáis al terrorista, del tipo que sea, como vuestro hermano, y orad por él.     

         

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