El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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lunes, 20 de febrero de 2023

Una pareja es cosa de dos



Capítulo XVII. Parte 4. Novela "Ocurrió en Lima" 

La tarde pasó rápida y cuando me di cuenta había anochecido y solo quedábamos en el edificio Pablo y yo.

-    Me pareció un buen momento para hablar con Pablo, ahora que tenía mucha más información que en nuestra conversación en Miami- Pablo hoy he almorzado con Diana y hemos estado hablando.

-    ¿Qué te ha dicho?, -quiso saber mi amigo.

-    Bueno, eso mejor te lo cuenta ella, porque me parece que no habéis tenido mucha conversación sobre el tema.

>> Te digo algo que la dije a ella, que el matrimonio es cosa de dos, que hay que cuidarlo cada día y que sería dramático que el amor que os profesáis se perdiera por falta de dialogo o, lo que es peor, que se convierta en odio o en ira.

>> Ponte en sus zapatos. Piensa en cómo te sentirías tú, no solo física sino emocionalmente, si hubieras perdido al hijo que llevabas en tu interior. Y, aunque no te pusieras en sus zapatos, si practicaras eso de que la amas, ya no habría razón para estar mal. Porque alguien que ama lo único que desea es la felicidad del ser amado.

>> Tienes que ver siempre lo mejor de ella, buscar que fue lo que hizo que te enamoraras de ella y recordar esos primeros momentos. Enfócate en lo que amas y no en lo que te molesta.

>> En las discrepancias, como ahora, tenéis que hablar, para que no se enfríe el amor. Así no habrá nada que te moleste, pero si aun así lo hubiera, tienes que aceptarlo, pero no recriminarle por ello.

>> No solo ella ha cambiado en algo. Tú, también lo has hecho. Acepta sus cambios como has aceptado los tuyos.

>> Solo tú eres responsable de tus emociones. Diana no es responsable de ellas y su trabajo, por si no lo sabes, ya te lo digo yo ahora, no es hacerte feliz. Tú debes ser feliz por tu mismo y, cuando lo consigas, llevarás esa felicidad a la pareja.

>> Tu frustración y tu enojo son emociones tuyas. Busca la razón en tu interior, pero no culpes a Diana. Comparte con ella tus miedos, tus deseos, tus sentimientos.

>> Tu trabajo es abrazarla, es apoyarla, es comprenderla, es escucharla. Que seas el pilar sobre el que ella pueda apoyarse.

>> Hablar, con humildad, con respeto, con paciencia, con tolerancia, con confianza. Así será fácil para los dos llegar a un acuerdo. Nadie es perfecto.

-    Cuando terminé mi discurso permanecimos en silencio durante un momento, silencio que rompió Pablo- Ahora sé por qué te quiero desde hace ya tanto tiempo, -Y eso lo decía levantándose y dándome un abrazo- Gracias.

viernes, 3 de febrero de 2023

La hoja en blanco 2

 


Jueves 2 de febrero 2023

 

La primera pasión, a la que le dedico una gran parte de mi día, es mi familia. Me gusta decir a mi esposa: “Yo solo estoy aquí para serviros a ti y al niño”. Pero yo sé que no es cierto. En realidad, yo soy el que se está sirviendo de ellos, porque es gracias a ellos que estoy consiguiendo, (creo yo), avanzar, un poco más rápido, por este camino que siempre ha tenido más espinas que pétalos de flores, y que llevo toda una vida transitando, a trompicones, para acercarme, como todos, a Dios.

Tengo que dejar esto, me está llamando mi hijo, y ya saben, “lo mío es el servicio”. Hasta mañana.

 

Viernes 3 de febrero 2023

 

Pero no siempre ha sido así. Ha sido un largo camino, una evolución, un aprendizaje, tropezar, caer y volver a levantarme o, lo que es lo mismo, criticar, enfadarme, arrepentirme y pedir perdón. Me ha costado sangre, sudor y lágrimas, y me he dejado muchos jirones de piel, hasta llegar a entender que estoy aquí, en la vida, para servirles. siempre, en toda hora y ante cualquier circunstancia.

Y sigo trabajando. Todavía no lo he logrado al 100%, porque alguna vez se desliza algún pensamiento de crítica que he aprendido a mantener a raya sin que salga por la boca. Pero aún se escapa alguno, sin control por mi parte.

Soy consciente de que cada vez que eso ocurre y me comporto como un troglodita dejando que se deslice cualquier tipo de crítica o alguna palabra más alta de lo normal, el amor que tengo que entregarles se diluye como un azucarillo en agua caliente.

Tengo claro que cada vez que no les llega mi amor y por mi culpa se sienten molestos o heridos, estoy fallando en la misión que me comprometí a cumplir antes de llegar a la vida.

Me estoy acercando, pero todavía me falta.

Por cierto, vosotros que me leéis, ¿cómo lo lleváis?, o ¿soy el único en no conseguir que sean felices “siempre” por mis actuaciones cavernícolas? 

miércoles, 1 de febrero de 2023

La hoja en blanco 1

 


 

Miércoles 1 de febrero 2023

 

El 80% de lo que escribo comienza y, si la historia es corta o banal la idea, termina en una hoja de papel, de un cuaderno o, más bien, libreta, de tapas azules, con 200 hojas rayadas, para no torcerme cuando escribo, y con una banda de goma, para asegurar que queda bien cerrada y así no se caigan las palabras y acaben sus días en alguna vereda, pisoteadas por los transeúntes.

Aunque, también es cierto, que mucho antes de morir pisoteadas por los transeúntes, yo mismo me encargo de aniquilarlas, sin darles tiempo de pasar a la computadora y de permitir su exhibicionismo, siguiendo las malévolas instrucciones de una férrea censura literaria, que todo lo juzga como si estuviera leyendo las obras completas de cualquier premio Novel de literatura.

De las 120 hojas ocupadas de la libreta, 99 están tachadas, es decir censuradas y, las pobres ideas que contenían esas hojas se han quedado en el olvido para siempre.

Tengo que reconocer que las 21 hojas restantes que si han visto la luz lo han hecho de maneras furtiva, cuando el censor estaba como ausente, (a veces le pasa).

Lo que el censor no sabe es que yo no escribo para él, escribo para mí, para mi propia satisfacción personal, y si a alguna otra persona le gusta, le distrae o saca algún provecho, ¡bendito sea Dios!

Como a pesar de la edad, todavía tengo bastantes neuronas operativas, soy consciente, de manera total y absoluta, de que yo no he venido a este mundo a escribir. Lo hago porque es mi pasión, me encanta, me vuelve loco, me distrae, me fascina. Y eso que solo es mi tercera pasión.

¡Bien!, ya que yo solo me he metido en este berenjenal, quedaría muy mal si no dijera cuales son mis dos primeras pasiones. Pero será mañana. Estoy un poco cansado. Estoy de mudanza.

sábado, 28 de enero de 2023

Enamorados

 


Capítulo XVI. Parte 3. Novela "Ocurrió en Lima"

Sentí curiosidad por conocer nuestra historia, aunque no tuviera necesidad de recordarla.

-    Cariño, ¿cómo comenzamos a salir?, ¿qué pasó después de la cena que hicimos el domingo donde yo me disculpé por haber salido corriendo como una gallina la semana anterior?

-    No volviste a cacarear. -dijo Indhira sonriendo- ¿Recuerdas que al despedirnos el domingo quedamos para llamarnos el sábado?

-    Si que lo recuerdo. Es lo último que recuerdo. Nuestra despedida, llegar a casa y acostarme. Hasta ahí llega mi memoria.

-    Pues el lunes a las 7 de la noche, cuando saliste de trabajar me llamaste. Me sorprendió porque habíamos quedado para el sábado. Fuiste muy escueto, me dijiste si podíamos vernos, de nuevo, en la pizzería. Te dije que sí y, en media hora, nos encontramos para cenar.

>> Te encontré diferente, más serio, más seguro de tu mismo, más calmado, sabiendo que es lo que querías y cómo hacer para conseguirlo y, sobre todo, sin un ápice de miedo. Esto no te lo dije entonces. Te lo estoy diciendo ahora por primera vez. ¡Es curioso!, ahora que pienso en ese día, me pareciste como eres ahora.

>> Recuerdo que te dije, como si estuviera pasando en este instante, “¿Qué pasó para que me llamaras?” y contestaste: “Con un día ha sido suficiente para saber lo que quiero. No necesito una semana para pensarlo y tampoco quiero perder tiempo en pensamientos inútiles. Quiero estar contigo. Pienso en ti de manera permanente”.

>> A mí, que me pasaba lo mismo, se me caía la baba. Comimos nuestra pizza y cuando llegamos a mi casa te invité a subir con la disculpa de tomar un té. Aceptaste y nada más cerrar la puerta del departamento, no sé si fuiste tú, si fui yo, o fuimos los dos al unísono, el caso es que nos besamos. Una vez, dos, tres, cientos de veces. Salías de mi departamento a las 7 de la mañana para ir a trabajar.

>> Desde entonces nos vimos cada día. Cenábamos en tu casa o en la mía, incluso, los días en que no viajabas y no salías de la oficina, pasaba a buscarte para ir a almorzar. Y mi papá encantado cada vez que nos veía juntos.

>> El primer día que pasé a buscarte mi papá ya supo que salíamos y le pareció muy bien. Eso me lo decía los domingos en el almuerzo familiar y, además, tenía a toda la familia ya un poco cansada de ti, porque solo hacía que hablar de tus cualidades humanas y laborales.

>> A mediados de octubre, cuando llevábamos saliendo un mes, comenzamos a pasar los fines de semana juntos. Pero era muy duro, para los dos, no estar más tiempo juntos de lunes a viernes y, un mes después, decidimos ir a vivir juntos. Nos fuimos a mi departamento que era más grande que el tuyo.

>> El primer domingo de vivir juntos viniste al almuerzo familiar a casa de mis padres y te presenté oficialmente a toda la familia. Todos quedaron encantados.

>> Y en mayo del siguiente año, decidimos casarnos. Esta casa es el regalo de boda de mis padres, y nos venimos a vivir en ella después de un viaje de novios, maravilloso, por media Europa. Llegaron los niños que nos unieron aún más y hasta hoy, que estoy más enamorada de ti que el primer día.

-    A pasar de no acordarme de nada, te puedo asegurar que, también, estoy loco por ti.

>> ¿Por qué tu hermano o tu cuñado no se han hecho cargo de la empresa?

-    Bueno, Hernán, ya sabes que…, ¡ay! no, que no sabes nada. Hernán es como un sabio despistado. Es químico y trabaja en un laboratorio farmacéutico. Y si le sientas detrás de una mesa a manejar personas y le sacas de sus pócimas, se muere. Y Giuliano es economista y le encantan los números. El es feliz con su trabajo en el banco.

>> Así que solo quedabas tú. Y te lo has ganado a pulso porque has entrado en el negocio de la inmobiliaria como si hubieras nacido en ella y, en materia laboral mi papá se enamoró de ti desde el primer día.

-    Háblame de la Fundación.

-    Ya está todo en regla. Podemos comenzar cuando queramos.

-    Pues no esperemos, ¿qué necesitamos?

-    Contratar al personal. El edificio está listo.

-    Además del trasvase de fondos que hagamos desde la inmobiliaria ya estamos contactando con empresas y particulares para recaudar más fondos. Los contactos de mi papá están siendo determinantes. Creo que ya tenemos el presupuesto cubierto para el primer año.  

viernes, 27 de enero de 2023

¿Una o dos vidas?

 


Capítulo XVI. Parte 2. Novela "Ocurrió en Lima"

Por primera vez estaba a solas con Indhira, sin prisas. Era ese momento, cuando los niños duermen, en el que las parejas consolidan su amor, explicándose, no solo lo obvio de su jornada, sino, también, sus emociones, sus sentimientos, sus dudas, sus expectativas y sus miedos.

-    Iba a explicarle a Indhira mi pérdida de memoria. Lo tenía claro- ¿Sabes para qué hizo su aparición Ángel en Miami?

-    Ya me dijiste, -contestó Indhira- para recordarte lo importante que es vivir con atención.

-    No sé muy bien si esa era la verdadera razón. La verdad es que cuando apareció yo estaba buscando la consulta de algún neurólogo.

-    ¿Un neurólogo?, ¿para qué?, -preguntó Indhira con cara de preocupación.

-    Estoy sin memoria. No me acuerdo de la última parte de mi vida y lo que me dijo Ángel es que estaba bien y lo que me estaba ocurriendo era algo pasajero, parece ser, que programado por “ellos”.

-    ¿Qué te estaba ocurriendo?, ¡no me asustes!, -Indhira seguía preocupada.

-    Escucha cariño y no te asustes.

>> El lunes cuando me levanté lo hice en una cama desconocida, en una habitación que no era la mía, en una casa extraña, durmiendo contigo, yo que creía estar soltero y, con dos hijos, a los que veía por primera vez, siendo, además, el presidente de la empresa de tu papá.

>> El último recuerdo que tengo fue nuestra cena en la pizzería, cuando nos encontramos con Pablo, Diana y el resto de compañeros, que luego comenzaron a trabajar en la empresa en el nuevo departamento de informática.

>> Lo primero que me dijo Ángel fue que no hacía falta que fuera a un neurólogo porque no tenía ningún problema físico.

>> Debe de ser una cuestión espiritual.

-    Y ahora, ¿has recuperado la memoria o sigues igual?, -se interesó Indhira con la misma cara de preocupación.

-    Sigo igual.

-    ¿Cómo lo has hecho en la reunión?, y ¿el regalo de los niños, que ha sido justo lo que querían?, y, ¿estar aquí?, si no llegas a decirme, no había notado nada raro. Estás como siempre.

-    Pablo me ha puesto al corriente, primero de lo más importante para la reunión y, después, para la empresa. Incluso, me explicó como había sido mi vida contigo, de lo que él conocía, en estos años.

>> Los regalos ha sido cosa de Ángel que estuvo conmigo, toda la mañana, y me dijo que querían los niños y estar aquí ha sido fácil, porque te amo con locura y he sentido que a los niños también. Esto es lo que siempre había soñado: Tener una familia como la que tenemos.

>> Me temo que hasta que me vuelva la memoria, que será cosa de días, según me comentó Ángel, vas a tener que hacer uso de toda tu paciencia y no dejarme solo, porque habrá personas que han aparecido en este tiempo que se supone que conozco y no sabré ni su nombre. Por ejemplo, tu familia. Solo conozco a tu papá de dos reuniones, pero a nadie más y me tendrás que ayudar en el trato con ellos.

>> A no ser, que les contemos lo que te estoy contando a ti. ¿Qué te parece todo?

-    Y, desde que te levantaste el lunes, ¿te acuerdas de todo?, -Indhira seguía preocupada.

-    Me acuerdo de todo. Igual que de mi vida anterior. Se ha borrado mi memoria desde la noche en que estuvimos cenando en la pizzería hasta que me desperté el lunes. Eso está en blanco, para mí no existe. Pero, ¿qué hacemos?

-    No lo sé. Pensemos. -Indhira estaba tan confundida, además de preocupada, como lo estaba yo el lunes cuando desperté sin memoria- Al resto de la familia los veremos el domingo en el almuerzo, pero papá seguro que mañana te visita en la oficina. Está como loco con esta ampliación y querrá conocer los detalles.

-    Solo dime como le trato y como le llamo, porque del tema de la ampliación creo que no tendré problemas para ponerle al día. Además, Pablo estará pegado a mí toda la mañana. Ya hemos quedado en eso.

Para no preocupar a la familia decidimos no contarles nada. Si todo iba a ser como había pronosticado Ángel, de que en unos días volvería a recuperar la memoria, no merecía la pena hacerles partícipes de algo que, según Indhira, iba a ser motivo de preocupación.

En las siguientes horas mi esposa me fue poniendo al día de todo lo que, se supone, tenía que saber. Me habló de todos y cada uno de los miembros de la familia. De sus nombres, de su aspecto, de sus gustos, de sus aficiones, del grado de afinidad y complicidad que cada uno de ellos tenía conmigo. Parece ser que la afición de Giuliano, mi cuñado, por la informática había hecho que fuera el más cercano a mí de toda la familia. Con los demás me llevaba muy bien, según Indhira.  Tenía fama de escuchador silencioso, por lo que si hablaba poco y escuchaba mucho estaría en mi papel.

Mientras Indhira hablaba contándome los pormenores de todo lo que, se supone, debía de saber, me daba la sensación de viajar de una persona a otra instalado en la melodía de su voz. Me sentía enamorado. La amaba como no recuerdo haber amado, ni tan siquiera a mis padres, porque el amor que sentía por ella era un amor completo, un amor total. 

sábado, 21 de enero de 2023

Eres Luz

 


¿Sabes dónde queda el miedo cuando eres feliz?

No existe. Haz, camina, cae, levántate y confía. No estás nunca solo. Jamás, porque estas contigo. Y en ti lo tienes todo. La capacidad de amar, de sentir, de vibrar con la energía del Universo. Porque eso eres, un “ínfimo” fragmento del Universo, que dejó un día de tener esa conciencia y se encarnó. Pero no perdió nada. La llevas contigo. Tú eres luz, tú eres vida. Tú eres esa pieza imprescindible, aunque esté en una esquina lejana, de ese puzle Universal que no puede construirse sin ti.  Seria incompleto.

Siéntete tú, siéntete yo. Un yo no mental, un yo en los demás y con todo. Tú eres Buda, tú eres Dios, tú eres Luz, tú eres camino, tú eres Maestro.

Y por encima de todo tú eres ¡libre! Libre para elegir y para cambiar tu vida, como otros, a los que lees, envidias y, posiblemente, idolatres, han hecho.

Haz tu camino sin miedo y los demás se colocarán en el lugar correcto para dejarte caminar. Da igual, no pienses en “mi mamá, mi papá, que dirán, que pensarán, mis hijos, mi pareja, mis hermanos”. Da igual. Si tú estás bien ellos estarán bien, seguro.

Quizá tarden un tiempo en darse cuenta y aceptarlo. Y, ¿qué? Es su tiempo, no el tuyo. Es su elección, no la tuya. Tú eliges amarlos desde ese tú que eres, y ellos, poco a poco, sentirán esa energía que les llegará sin palabras, sin discusiones, sin luchas, sin tener que convencerles de nada. Llegará así, tal cual.

Qué fácil parece, ¿verdad? Pues lo es. Lo verdaderamente difícil, y muy cansado, es que sea al revés. Es decir que sea una lucha entre tu sentir y tu “deber”. No hay deberes. Solo hay Amor.

Obsérvate como el Ser Divino que eres y camina desde ahí. Nadie es más que tú. Ni Jesús, ni Buda, ni nadie. Todos somos elegidos.

Recuerda: el puzle está incompleto sin ti.

 

viernes, 20 de enero de 2023

Atajo para cumplir tu misión

 


Nos pasamos la vida hablando de nuestra misión, de lo fácil que sería si supiéramos que es lo que hemos venido a trabajar en esta encarnación.

Pues existe un atajo para saber cuál es nuestra misión: Vivir desde el corazón, activar la energía del Amor.

Viviendo desde el corazón, tienes la mente serena y preparada para ser consciente de cuáles son las puertas que se van abriendo en tu camino, de cales son las que se van cerrando, de cuando has de variar tu dirección, de cuando has de seguir en línea recta.

En ese atajo no cabe otra cosa que el Amor, por lo que los juicios a los demás, las críticas o, sencillamente, indicarles cuál es su camino, no son peajes que se encuentren en ese atajo. Respeta el camino que hayan elegido los demás y su forma de recorrerlo.

Intenta lo siguiente: En cuanto abras los ojos, cada mañana, repite dentro de ti: “Hoy no voy a juzgar ni a criticar nada ni a nadie”, y practícalo durante todo el día. En ese nada ni nadie, también entras tú, así que empieza por respetarte a ti, se benévolo contigo. Y ten paciencia, no puedes cambiar en un día una tendencia de años.

La mejor manera de cumplir el objetivo de no juzgar es vivir, conscientemente, el presente. No dividas tu atención en infinidad de cosas, mantén la concentración, y así tu mente estará más preparada para recibir las señales.

 

Hogar dulce hogar

 


Capítulo XVI. Parte 1. Novela "Ocurrió en Lima"

Después de dejar a Pablo en su domicilio seguí, hasta casa, en el mismo taxi que tomamos en el aeropuerto. Eran casi las 8 de la noche cuando llegué a casa. Aproveché que estaba solo para, antes de entrar, echar un vistazo a mi desconocida vivienda.

Era una casa de dos plantas, ubicada a dos cuadras de las oficinas de la empresa. Un enrejado protegía el frontis de la casa y se completaba la protección con cámaras de vigilancia estratégicamente instaladas. La casa, pintada de un color crema, estaba separada unos 10 metros de las rejas y todo ese espacio estaba cubierto de un cuidado césped, excepto un pasillo que comunicaba con la entrada de la vivienda y otro que daba acceso a lo que debía ser la cochera. Todas las ventanas, también, se encontraban protegidas con rejas, dos en la primera planta y tres en la segunda. El lado izquierdo estaba adosado a otra casa, de similares características, (después me enteré que era el domicilio de mis suegros), y en el lado derecho había un espacio de 3 metros hasta el edificio contiguo que era un edificio de apartamentos de 5 plantas. Ese espacio, también, parecía sembrado de pasto, aunque había una especie de pasillo adosado a la casa que aparecía enlosado.

No era consciente de tener ninguna llave, por lo que no tuve más remedio de tocar el timbre de la puerta.

-    Ya te abro cariño, -escuché la voz de Indhira- siempre haces lo mismo con las llaves.

Escuché el zumbido de la apertura y no había terminado de empujar la reja, cuando de la puerta de la casa salieron dos niños corriendo mientras gritaban: “papi, papi, llegaste”. Indhira observaba, sonriente, la escena, apoyada en el quicio de la puerta.

No me dio tiempo a pensar cómo hacer con los niños para que, tanto ellos como Indhira, no encontraran mi actuar de manera extraña, porque en un instante les tenía, a los dos, agarrados a mis piernas. Solté la maleta y la cartera y me agaché para abrazarles a ellos. Ellos me llenaban de besos y mi reacción instintiva fue la misma, besarles mientras les apretaba contra mí.

-    Niños, soltar a papá que estará cansado. Dejarle que, al menos, entre en la casa, -la voz de Indhira sonaba divertida.

Entré en la casa con los niños, bailando a mi alrededor, y nada más cerrar la puerta de la casa besé a mi esposa, lo que para mí era el segundo beso, mientras la apretaba contra mí. Los niños abrazados a nuestras piernas reían mientras preguntaban, de manera insistente, si les había traído un regalo.

-    Separando su boca de la mía Indhira dijo bajito en mi oído- cada vez besas mejor, eres un maestro. Si no fuera por lo que te extraño te dejaría que te fueras de viaje dos días a la semana solo para recibirte como ahora.

-    Te amo, cariño, te amo, -en toda mi vida, de la que tengo memoria, no recuerdo haber sentido esta sensación de amor tan infinita.

-    Y yo a ti -contestó Indhira- cada día más. Estoy loca por ti.

 Al final, deshicimos, los cuatro, nuestro abrazo. Me senté cargando a cada uno de los niños en mis rodillas, preguntándoles que habían hecho en los 3 días que no nos habíamos visto, para ver si se merecían el regalito que les había traído de mi viaje.

El momento que estaba viviendo era algo mágico, algo con lo que había estado soñando, dormido y despierto, durante toda la vida. No me importaba no recordar cómo había llegado hasta este instante. Estaba ahí, estaba gozando el momento y era suficiente. Y cuando este pensamiento de gozo pasó por mi mente, entendí que no era necesario darles nombre a las situaciones, ni darles vueltas a los acontecimientos, hasta retorcerlos, para exprimir cada instante analizando las palabras o los hechos. Entendí que existía ese momento mágico, ese momento único, ese momento de vida, ¿para qué más?, y cualquier distracción me habría alejado del infinito gozo del momento. Por fin había entendido que la felicidad es vivir el momento. Porque lo había escuchado por boca de Ángel o de Dios, si es que era Él quien hablaba en mis meditaciones, o por las palabras de mi pensamiento superior. Pero es mucha la diferencia que existe entre escucharlo y vivirlo en carne propia.

Ya no es que la felicidad sea vivir el momento. Es que eso es, precisamente, la vida, vivir el momento. Por lo tanto, si se consigue vivir cada instante como único, se consigue vivir la felicidad, porque la felicidad es vivir la vida de manera consciente. Es en ese momento cuando la serenidad y la paz interior se apoderan del ser. Cualquier cosa que nos distrae, hace más que distraernos, hace que dejemos de vivir. Porque vivir inconsciente es “no vivir”.

¿Qué habría pasado si me hubiera puesto a investigar, rebuscando en los cajones de mi perdida memoria, para tratar de recordar cómo se habrían dado los pasos hasta llegar al momento presente? Es fácil conocer la respuesta: No estaría disfrutando el momento, porque estaría ocupado en otros menesteres inútiles, como serian el tratar de descifrar el cómo, el porqué, el cuándo. En eso es en lo que he estado ocupado toda la vida, al menos, la vida que recuerdo.

Me decía Ángel, tomando el desayuno en Miami, que necesitaba la pérdida de memoria para poder comparar entre la vida de miedo, que malviví durante 20 años, y la vida de amor que estoy viviendo ahora, aunque no la recuerde. Por primera vez no estoy de acuerdo con él. Y no estoy de acuerdo porque el objetivo inicial de la pérdida de memoria puede haber sido ese, pero mi aprendizaje es otro. Mi aprendizaje no es comparar la vida de miedo y la vida de amor. Mi aprendizaje ha sido ir más allá del miedo. ¿Por qué mi miedo?, ¿porque viajaba al pasado o al futuro, sin quedarme anclado en el momento presente? Si hubiera vivido el instante no podía haber miedo, porque nada ocurría en cada uno de esos instantes para que el miedo tuviera razón de ser. No me habían abandonado ni había fracasado en el trabajo, vivía y comía cada día, tenía donde vivir. Por lo tanto, si hubiera vivido con atención y hubiera disfrutado de cada instante, no habría surgido el miedo y ya no sería necesario compararlo con estos momentos de amor.

Esta es, sin ningún género de duda, la verdadera enseñanza de la vida. Vivir con atención el presente, el ahora, que es lo único real dentro del sueño que es la vida.

¡Gracias memoria perdida que me has servido para disfrutar de este primer encuentro con mi esposa y mis hijos y poder ser consciente, en mi totalidad, con cada una de las células de mi cuerpo, del magnífico momento!

Fue un momento familiar perfecto en el que, en ningún instante, fui consciente de que, para mí, era el primer encuentro con los que eran mi esposa y mis hijos. Parecía que era algo que hacíamos de manera habitual.

Los niños se volvieron locos de alegría con sus regalos. Los coches de Alexis completaban su colección de coches antiguos y María saltaba con su cuaderno de mandalas en una mano y los lápices de colores en la otra.

Después de una maravillosa hora de risas y alegría acostamos a los niños.

martes, 10 de enero de 2023

Los señores de la oscuridad

 


Capítulo XV. Parte 12. Novela "Ocurrió en Lima"


 Perdona que te interrumpa Ángel, pero no sé qué son los seres de oscuridad.

-    Es cierto Antay, nunca te he hablado de ellos.

>> Los ángeles son seres espirituales creados por Dios por una libre decisión de su voluntad divina. Son seres de Luz, inmortales, dotados de inteligencia y voluntad. La misión de los ángeles es amar, servir y dar gloria a Dios, ser sus mensajeros, cuidar y ayudar a los hombres. Dios creó a los ángeles como espíritus puros, todos se encontraban en estado de gracia

>> Entre los ángeles, Dios creó un espíritu poderoso, inteligente y hermoso, que era el jefe entre los ángeles. Se llamaba Lucifer, que significa “el que brilla”. Pero Lucifer también tenía libre albedrío, y podía hacer sus propias elecciones.

>> La belleza, sabiduría y poder de Lucifer, todas las cosas buenas creadas en él por Dios, le llevaron al orgullo. Su orgullo le hizo rebelarse contra Dios, pero nunca perdió ninguno de sus poderes y habilidades. Desde entonces está dirigiendo una revuelta cósmica contra su Creador para ver quién será Dios.  Su estrategia es reclutar a la humanidad para unirse a él, tentándolos a la misma elección que él hizo, independizarse de Dios y desafiarlo.

>> Lucifer y los ángeles rebeldes que le siguieron, convertidos en lo que llamamos demonios, fueron confinados a un estado eterno de tormento en donde nunca más podrán ver a Dios. No cambiaron su naturaleza, siguen siendo seres espirituales y reales. Su actividad en el mundo busca apartar a los hombres de Dios mediante engaños e invitaciones al mal. Quieren evitar que lo conozcan, que lo amen y que alcancen la felicidad eterna. Es un enemigo con el que se tiene que luchar para acercarse a Dios.

>> Estos seres de oscuridad se encuentran organizados en jerarquías, tal y como fueron creados en un principio, subordinados los inferiores a los superiores.

>> Aprovechan la débil voluntad del hombre, su inclinación hacia lo fácil y su facilidad para actuar con miedo, para evitar que los seres humanos eleven su vibración y no hay nada mejor que el miedo para que eso ocurra. Son muy astutos, disfrazan el mal de bien.

>> El miedo tiene una frecuencia de vibración larga y lenta, activando solo ciertos puntos de la cadena de ADN, mientras que el amor tiene una frecuencia alta y muy rápida, impactando en muchos más puntos y, por ende, extrayendo mayor energía y potencial del ADN.

>> Aunque sea difícil de creer, por todos los desastres que envuelven al planeta, la Tierra está realizando su ascenso a la quinta dimensión. La quinta dimensión no es un lugar, es un estado de conciencia y el estado de conciencia tiene que ver con la calidad de la energía, es decir, con la vibración. Las bajas vibraciones corresponden a las dimensiones bajas y se asciende a otra dimensión según se va incrementando la vibración.

>> Los seres humanos se mueven entre la tercera y la cuarta dimensión. En la tercera dimensión o tercer nivel de conciencia, se percibe el mundo, y a uno mismo, a partir de tres referencias: anchura, altura y profundidad, es decir, quien vive en la tercera dimensión valora todo aquello que puede ver, tocar y experimentar, o lo que es lo mismo, valora el mundo físico.

>> Al incrementase la vibración de la persona, esta asciende a la cuarta dimensión. En ella, a las referencias anteriores, ancho, alto y profundo, se incorpora la parte espiritual, por lo que la persona puede verse a sí misma, a parte de un cuerpo con unas necesidades específicas, con un añadido afectivo y emocional. La vibración de la Tierra corresponde a esta categoría, por lo que los seres humanos que habitan en ella, al estar impregnados con su energía tienen una facilidad añadida para llegar a ese nivel, si es que aún no han llegado a él.

>> El siguiente peldaño o nivel de conciencia es la quinta dimensión. Quien vibre en esa sintonía es capaz de percibir que todas las cosas están unidas por una fuerza universal, el Amor. Se deja a un lado la sensación de individualidad y se adentra en la sensación de unicidad. Todos somos Uno, hijos de un mismo Padre.

>> A esta vibración es a la que se está llevando al planeta, y digo que se está llevando porque no lo puede hacer solo y, para eso, necesita de las vibraciones de sus habitantes y de la ayuda de los Seres de Luz.

>> Los habitantes del planeta, no son de mucha ayuda, ya que no parece que haya muchos que estén vibrando en la sintonía cercana a la quinta dimensión, por lo que casi todo el trabajo lo tienen que realizar los Seres de Luz. Cuando lo consigan será de gran ayuda para que todos los que estáis encarnados y para los que vayan a encarnar puedan llegar a esa vibración más fácilmente, porque cuando la Tierra consiga vibrar en la energía de la quinta dimensión, será mucho más fácil para los seres humanos alcanzar ese estado de unidad con Todo, de unidad con todos y de unidad con Dios, que son los atributos de la quinta dimensión.

>> A pesar de que la Tierra cambie su vibración, podrán seguir habitándola seres de tercera y cuarta dimensión. Posiblemente, un poco, incómodos, al principio, porque tendrán que vivir en una energía más sutil que la suya propia, pero podrán acostumbrarse sin grandes problemas.

>> Sin embargo, hay quien no quiere que la Tierra ascienda. Los seres de la oscuridad no desean ese cambio porque no quieren que los seres humanos se acerquen a su Origen, es decir, a Dios y, para eso, ponen todas las trabas que pueden para que eso no suceda.

>> De la misma manera que hay seres de mucha luz encarnados, también hay encarnados seres oscuros que son los hacen el trabajo sucio, y para que puedan influenciar en muchas personas suelen ocupar puestos de poder, bien sea político, económico, religioso o social.

>> Por eso, cualquier iniciativa que ayude a los seres humanos a conseguir vivir el amor, es una ayuda inestimable para ayudar a los Seres de Luz en su trabajo de lograr el ascenso de la Tierra a la quinta dimensión. Vuestro trabajo se encentra encaminado en esa línea, porque va, no solamente a cuidar físicamente a los niños, sino, también, a enseñarles a discernir sus emociones y, sobre todo, a incentivar el amor en ellos mismos.

-    No sabía que decir ante todo lo que acababa de enseñarme Ángel- No tengo palabras. ¡Que perdidos estamos los seres humanos!, y más pensando que el señor al que podemos votar, o el líder de cualquier religión, el empresario que mueve miles de millones o el famoso que influye en muchas personas, bien podrían ser un ser de oscuridad que envuelve la maldad en papel de regalo. ¿Qué hacer?

-    Amar Antay, amar.