El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




sábado, 28 de enero de 2023

Enamorados

 


Capítulo XVI. Parte 3. Novela "Ocurrió en Lima"

Sentí curiosidad por conocer nuestra historia, aunque no tuviera necesidad de recordarla.

-    Cariño, ¿cómo comenzamos a salir?, ¿qué pasó después de la cena que hicimos el domingo donde yo me disculpé por haber salido corriendo como una gallina la semana anterior?

-    No volviste a cacarear. -dijo Indhira sonriendo- ¿Recuerdas que al despedirnos el domingo quedamos para llamarnos el sábado?

-    Si que lo recuerdo. Es lo último que recuerdo. Nuestra despedida, llegar a casa y acostarme. Hasta ahí llega mi memoria.

-    Pues el lunes a las 7 de la noche, cuando saliste de trabajar me llamaste. Me sorprendió porque habíamos quedado para el sábado. Fuiste muy escueto, me dijiste si podíamos vernos, de nuevo, en la pizzería. Te dije que sí y, en media hora, nos encontramos para cenar.

>> Te encontré diferente, más serio, más seguro de tu mismo, más calmado, sabiendo que es lo que querías y cómo hacer para conseguirlo y, sobre todo, sin un ápice de miedo. Esto no te lo dije entonces. Te lo estoy diciendo ahora por primera vez. ¡Es curioso!, ahora que pienso en ese día, me pareciste como eres ahora.

>> Recuerdo que te dije, como si estuviera pasando en este instante, “¿Qué pasó para que me llamaras?” y contestaste: “Con un día ha sido suficiente para saber lo que quiero. No necesito una semana para pensarlo y tampoco quiero perder tiempo en pensamientos inútiles. Quiero estar contigo. Pienso en ti de manera permanente”.

>> A mí, que me pasaba lo mismo, se me caía la baba. Comimos nuestra pizza y cuando llegamos a mi casa te invité a subir con la disculpa de tomar un té. Aceptaste y nada más cerrar la puerta del departamento, no sé si fuiste tú, si fui yo, o fuimos los dos al unísono, el caso es que nos besamos. Una vez, dos, tres, cientos de veces. Salías de mi departamento a las 7 de la mañana para ir a trabajar.

>> Desde entonces nos vimos cada día. Cenábamos en tu casa o en la mía, incluso, los días en que no viajabas y no salías de la oficina, pasaba a buscarte para ir a almorzar. Y mi papá encantado cada vez que nos veía juntos.

>> El primer día que pasé a buscarte mi papá ya supo que salíamos y le pareció muy bien. Eso me lo decía los domingos en el almuerzo familiar y, además, tenía a toda la familia ya un poco cansada de ti, porque solo hacía que hablar de tus cualidades humanas y laborales.

>> A mediados de octubre, cuando llevábamos saliendo un mes, comenzamos a pasar los fines de semana juntos. Pero era muy duro, para los dos, no estar más tiempo juntos de lunes a viernes y, un mes después, decidimos ir a vivir juntos. Nos fuimos a mi departamento que era más grande que el tuyo.

>> El primer domingo de vivir juntos viniste al almuerzo familiar a casa de mis padres y te presenté oficialmente a toda la familia. Todos quedaron encantados.

>> Y en mayo del siguiente año, decidimos casarnos. Esta casa es el regalo de boda de mis padres, y nos venimos a vivir en ella después de un viaje de novios, maravilloso, por media Europa. Llegaron los niños que nos unieron aún más y hasta hoy, que estoy más enamorada de ti que el primer día.

-    A pasar de no acordarme de nada, te puedo asegurar que, también, estoy loco por ti.

>> ¿Por qué tu hermano o tu cuñado no se han hecho cargo de la empresa?

-    Bueno, Hernán, ya sabes que…, ¡ay! no, que no sabes nada. Hernán es como un sabio despistado. Es químico y trabaja en un laboratorio farmacéutico. Y si le sientas detrás de una mesa a manejar personas y le sacas de sus pócimas, se muere. Y Giuliano es economista y le encantan los números. El es feliz con su trabajo en el banco.

>> Así que solo quedabas tú. Y te lo has ganado a pulso porque has entrado en el negocio de la inmobiliaria como si hubieras nacido en ella y, en materia laboral mi papá se enamoró de ti desde el primer día.

-    Háblame de la Fundación.

-    Ya está todo en regla. Podemos comenzar cuando queramos.

-    Pues no esperemos, ¿qué necesitamos?

-    Contratar al personal. El edificio está listo.

-    Además del trasvase de fondos que hagamos desde la inmobiliaria ya estamos contactando con empresas y particulares para recaudar más fondos. Los contactos de mi papá están siendo determinantes. Creo que ya tenemos el presupuesto cubierto para el primer año.  

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