El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




sábado, 6 de septiembre de 2014

No te quejes, solo tú eres responsable


Los iguales se atraen.
Limítate a ser quien eres: sereno, transparente y brillante.
Cuando irradiamos lo que somos, cuando sólo hacemos lo que deseamos hacer,
esto aparta automáticamente a quienes nada tienen que aprender de nosotros
y atrae a quienes sí tienen algo que aprender y también algo que enseñarnos.
Richard Bach

El ser humano es un conjunto de energías de distinta vibración, desde la más densa formadora del cuerpo físico, hasta las más sutiles que son las envolturas del cuerpo físico, lo que denominamos aura; siendo las menos sutiles las que se encuentran más cercanas al cuerpo físico, y las más sutiles, las más alejadas de este. Se han llegado a ver, por clarividentes, hasta nueve capas, que corresponden con los  campos de evolución: Doble etérico, cuerpo astral o emocional, cuerpo mental inferior, cuerpo causal o mental superior, cuerpo búdico o intuicional, cuerpo átmico o espiritual, y los correspondientes a los campos Adi y Anupadaka, que son los planos de manifestación del Logos, de la misma manera que el doble etérico y los cuerpos astral, mental y causal son los planos de evolución elemental para los reinos mineral, vegetal, animal y humano normal; y los cuerpos búdico y átmico son los planos de manifestación humana supernormal.
            Pero no solamente la composición del ser humano es energía, sino que energía es todo lo que este genera habitualmente con sus hábitos de vida, sus pensamientos, sus palabras, sus sentimientos y sus emociones. De tal manera, que el campo energético alrededor de la persona queda compuesto por la energía que normalmente esta genera.
 
            El Principio de Vibración nos enseña que las energías iguales se atraen, lo cual quiere decir que vas a atraer a tu vida personas y situaciones que vibren en la misma sintonía que tu cuerpo energético. Por lo tanto no te quejes de tu pareja, de tu trabajo o de las situaciones con las que te vas encontrando, solamente tú eres total y absolutamente responsable de tu vida y de las interacciones que se dan en ella.
            Cambiar la energía que envuelve al ser humano es un trabajo personal, es un trabajo de crecimiento, es un trabajo de evolución de la persona, es un trabajo de expansión de la conciencia.
            Si los hábitos de vida, los pensamientos, las palabras, las emociones y los sentimientos son generadores de energía, está claro que si se quiere cambiar el campo energético, se han de cambiar todo aquello que afecta y condiciona como es la energía.
            Seguiré en la próxima entrada con algunas pautas para ir cambiando la energía que nos envuelve.
 

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