El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




domingo, 24 de mayo de 2015

Sociedad enferma


La sociedad está enferma. Y si no, decir que opináis de esto: En la actualidad hay aproximadamente quince conflictos mayores en el mundo y unos treinta de menos intensidad, es decir que en estos últimos no hay guerra declarada por el momento; hay treinta y ocho millones de desplazados por estos conflictos; mil millones de personas pasan hambre, si, mil millones de personas, uno de cada siete pasa hambre, de las que veinticuatro mil mueren a diario; en cientos de países del mundo, el simple hecho de no haber nacido hombre supone una condena segura a una vida de subordinación, violencia y falta de derechos; son muchos los países y las personas homófobas, y hay un buen número de países en los que la homosexualidad es considerado un delito y en unos cuantos está penado con la muerte. Y no hace falta mirar los grandes números, solo hay que voltear la cabeza para ver a nuestros conciudadanos discriminando por razón de color, de sexo, de religión, sólo hay que ver que los dirigentes que hemos elegido para velar por nuestros intereses, nos roban hasta la camisa, sólo hay que entrar en cualquiera de las sedes de las casi infinitas religiones para sentir verdadero terror por lo podamos escuchar. Dejo la lista aquí, porque sólo quería poner un ejemplo de porque la sociedad está enferma.  
 
Y no es esto lo malo, lo peor es que va a seguir hasta que sus componentes desbloqueen el acceso a su propio potencial, hasta que sean conscientes de su poder y de su divinidad. Desgraciadamente, hoy los miembros que componen cada sociedad no son conscientes de su poder de creación, desconocimiento que no impide que creen de manera permanente y en piloto automático la propia miseria en la que viven, bien sea física, mental o emocional, no impide que creen líderes políticos con pies de barro, líderes religiosos con el corazón de piedra, o líderes sociales con mentes infantiles.
El pensamiento es creador, lo es la palabra, lo son las emociones, lo son los sentimientos, porque todo eso es energía, y recordar que energías iguales se atraen. La miseria atrae más miseria, el dolor más dolor, la tristeza más tristeza, el miedo más miedo. 
De la misma manera que cada célula se reproduce tal cual sea el estado de la célula madre, la enferma duplicándose en células enfermas y la sana duplicándose en células sanas, los miembros de cada sociedad se reproducen según sea la creencia o el pensamiento social de dicha sociedad.
Y la reproducción de una sociedad no es otra cosa que la educación que los nuevos miembros de cada sociedad van recibiendo para poder desenvolverse en ella. La sociedad, al igual que la célula, hace clones de sí misma.
Se educa para ser serviles y para permanecer dominados y en silencio. Se educa para vivir, en la mayoría de los países, en el engaño de que tenemos el poder mediante el voto democrático. Es mentira, porque al vivir dominados desde el exterior por el dinero, por el poder, por la religión y por la apariencia, y desde el interior, dominados por los instintos y por el miedo, es muy fácil engañar y manipular a los miembros de las distintas sociedades, ya que son analfabetos sociales, sino cómo es posible que nunca acierten con un gobierno que realmente acabe con la pobreza, con la corrupción, con el engaño o con la inseguridad, solo por citar alguno de los males que aquejan a casi todas las sociedades.
El analfabeto social puede hablar cinco idiomas, tener cuatro doctorados, haber realizado quince másteres, le puede salir el dinero por las orejas y ser el presidente de cualquier empresa o incluso del país, pero no sabe de su real y auténtico poder, no sabe de su divinidad, no sabe de su hermandad con todos los integrantes de su sociedad.
Si la educación que se recibiera fuera para ser felices, para potenciar el poder creador de los seres humanos y para tomar contacto con su divinidad, entonces los miembros de cada sociedad, si que podrían elegir libremente. A partir de entonces se acabaría con la desigualdad, con la pobreza, con el miedo, con las guerras y con la intolerancia.
Hasta que eso no pase, la sociedad seguirá enferma, atemorizada, dominada y engañada.
 

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