Perlas para el alma
Donde haya un pájaro, donde haya una
flor, donde haya una piedra y donde haya una nube, ahí está Dios. En la brizna
de hierba, en la gota de agua, en el grano de arena y en la chispa del fuego,
ahí está Dios. En la catedral, en la pagoda, en el salón del reino y en la
mezquita, ahí está Dios. En el bar, en el prostíbulo, en el casino y en la sala
de meditación, ahí está Dios. En el agua, en el fuego, en el aire y en la
tierra, ahí está Dios.
Dios está
alrededor de ti, pero también está en ti, por lo tanto puedes encontrarle en cualquier
momento, porque cualquier momento es bueno para encontrarte con Dios.
Solo tienes
que respirar, mantener la atención en esa respiración, y dejarte llevar hacia
tu interior. Sin darte cuenta te encontrarás con Él cara a cara. ¡Apúrate, te
está esperando!
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