La incertidumbre es una margarita
cuyos
pétalos no se terminan jamás de deshojar.
Mario
Vargas Llosa
Es demasiado el
tiempo que muchas personas, en vez de vivir, le dedican a la duda. Dudan de si
se ha de subir o se ha de bajar, dudan de si se ha de comprar o se ha de
vender, dudan de lo que dicen, dudan de lo que hacen, dudan de lo que piensan,
dudan de lo que sienten, dudan…… dudan……. dudan……..
Dudar es como retorcer la vida por
todos los lados, en lugar de vivirla y disfrutarla, en lugar de tomar un camino
y seguirlo, para lo cual es mucho más fácil dejar el plano de la vida liso, sin
arrugarlo, sin entrujarlo. Sobre un plano liso es mucho más cómodo el camino.
Dudar
es volver incesantemente sobre todos los entresijos conocidos, ¿Para qué?, ¿Para
qué vuelves siempre a los mismos escondites de tu mente si ya los conoces todos?
Tu mente no quiere que resuelvas la duda, porque si lo haces es una partida
ganada a la mente, y la mente no te va a dejar que ganes ninguna partida, por
eso te va a mantener de un sitio a otro, dudando, negándote la vida, porque la
mente no quiere que encuentres la solución.
Dudar
es recorrer de arriba abajo todos los senderos una y otra vez. ¡No!, ¡Párate! Y
busca el norte, tú norte y síguelo sin dudar. Es posible que no sepas cual es
el norte, pero de lo que si estás seguro es de que no quieres ir al sur, es
decir, que lo que tienes no te causa felicidad, ni te da amor, ni te da
serenidad, solo te genera dudas. Si no tienes claro cuál es el norte, toma
cualquier otro camino que no sea el sur, el sur ya es conocido, ya es vivido,
ya es experimentado, ya es caduco, ya se acabó.
Dudas
y no sabes que camino elegir porque crees que en una de las bifurcaciones está
tu felicidad, está tu amor, está tu alegría, y no sabes cuál es. Pero puede no
ser cierto. Lo que sí vas a encontrar en cada bifurcación son las experiencias
que necesitas vivir para tu crecimiento, para tu evolución, para tu aprendizaje.
Y nunca hay bifurcación equivocada, porque en la otra hay otra experiencia
distinta que también tienes que vivir.
Dudar
es mirar una y mil veces el mismo aspecto, como si quisieras que alguien
decidiera por ti. Pero no puede ser, tu trabajo es decidir la experiencia que
vas a aprender, tu trabajo es decidir la experiencia que vas a vivir, tu
trabajo es decidir si sigues viviendo en el sur con sufrimiento y aburrimiento,
o no.
En
la casa de la duda, el mayordomo es la ignorancia, porque no se sabe, porque no
se decide, porque no se tiene la certeza, en definitiva, porque no se vive,
porque no se Es. La verdadera tragedia de la duda es “no Ser”.
Y “no Ser” supone que toda tu vida queda
condicionada a los demás, que todo tú poder se lo entregas a la sociedad, a
esta sociedad capitalista, caduca y perversa, porque tú eres incapaz de dirigir
tu vida, por “el qué dirán”, por “qué pasará si…”, por “si yo supiera”. El “no
Ser”, es la negación de tu divinidad, negación que te lleva a una falta de amor
y de respeto hacia ti mismo tan grande que pones tu vida, tu crecimiento, tu amor
y tu felicidad en manos de cualquiera. ¡Eres tu quien tiene que decidir tu
vida! Porque ¡TU ERES!
Si es mejor tomar un camino , que seguir en lo mismo por la incertidumbre y la duda , que lo único que aporta es estancamiento e infelicidad .
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