El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




domingo, 24 de marzo de 2024

Ten fe

 


Fe, es creer lo que no vemos. Es la confianza o creencia en algo o alguien, incluso en ausencia de pruebas empíricas. Es una fuerza motivadora que impulsa a las personas a perseguir sus sueños y mantenerse firmes ante la adversidad.

La fe, es una cualidad humana esencial que nos permite enfrentar lo desconocido con valentía y optimismo. Nos ayuda a construir confianza en nosotros mismos, en los demás y en el futuro. En última instancia, la fe es el cimiento sobre el cual se construyen la determinación y la perseverancia, permitiéndonos alcanzar nuestras aspiraciones más elevadas.

La fe es la sustancia que llena el vacío entre lo conocido y lo desconocido, proporcionando el puente sobre el cual uno puede cruzar de la duda a la certeza.

Es la expectativa silenciosa de que, a pesar de las circunstancias actuales, habrá un resultado favorable.

Donde falta la fe anida el miedo y el miedo cierra la puerta a la divinidad que siempre permanece al lado del ser humano. Porque es la fe la que abre la puerta que da acceso al interior de la persona, es la fe la que da acceso a la Energía Divina.

No importan los pensamientos que haya tenido la persona, ni el tipo de vida que haya llevado. Cuando la fe inunda al ser y este entra en contacto con su propia divinidad, se libera de manera inmediata del sufrimiento, del dolor y de la tristeza.

Es la persona, en su soledad, la que ha de actuar el interruptor de esa fe, porque esta no se compra en los supermercados, ni llega por acción divina en mitad de un discurso, ni se encuentra entre las páginas de un libro.

Una de las manifestaciones más poderosas de la fe es la confianza en uno mismo. Esta forma de fe es esencial para el crecimiento personal y el logro de metas. Es la creencia interna de que uno es capaz de superar obstáculos, aprender de los fracasos y tener éxito. La fe en uno mismo es el motor que impulsa la innovación y la creatividad.

Tener fe en los demás es otro aspecto crucial. Se refiere a la confianza que depositamos en las capacidades y la integridad de otras personas. Esta fe es la base de las relaciones personales y profesionales sólidas y saludables. Permite la colaboración y el trabajo en equipo, fundamentales para el progreso social y el desarrollo comunitario.

Mirar hacia el futuro con fe es adoptar una actitud de optimismo y esperanza. Es creer que, a pesar de los desafíos y las incertidumbres, el futuro alberga posibilidades y oportunidades. Esta perspectiva puede inspirar acciones positivas.


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