El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




sábado, 21 de enero de 2023

Eres Luz

 


¿Sabes dónde queda el miedo cuando eres feliz?

No existe. Haz, camina, cae, levántate y confía. No estás nunca solo. Jamás, porque estas contigo. Y en ti lo tienes todo. La capacidad de amar, de sentir, de vibrar con la energía del Universo. Porque eso eres, un “ínfimo” fragmento del Universo, que dejó un día de tener esa conciencia y se encarnó. Pero no perdió nada. La llevas contigo. Tú eres luz, tú eres vida. Tú eres esa pieza imprescindible, aunque esté en una esquina lejana, de ese puzle Universal que no puede construirse sin ti.  Seria incompleto.

Siéntete tú, siéntete yo. Un yo no mental, un yo en los demás y con todo. Tú eres Buda, tú eres Dios, tú eres Luz, tú eres camino, tú eres Maestro.

Y por encima de todo tú eres ¡libre! Libre para elegir y para cambiar tu vida, como otros, a los que lees, envidias y, posiblemente, idolatres, han hecho.

Haz tu camino sin miedo y los demás se colocarán en el lugar correcto para dejarte caminar. Da igual, no pienses en “mi mamá, mi papá, que dirán, que pensarán, mis hijos, mi pareja, mis hermanos”. Da igual. Si tú estás bien ellos estarán bien, seguro.

Quizá tarden un tiempo en darse cuenta y aceptarlo. Y, ¿qué? Es su tiempo, no el tuyo. Es su elección, no la tuya. Tú eliges amarlos desde ese tú que eres, y ellos, poco a poco, sentirán esa energía que les llegará sin palabras, sin discusiones, sin luchas, sin tener que convencerles de nada. Llegará así, tal cual.

Qué fácil parece, ¿verdad? Pues lo es. Lo verdaderamente difícil, y muy cansado, es que sea al revés. Es decir que sea una lucha entre tu sentir y tu “deber”. No hay deberes. Solo hay Amor.

Obsérvate como el Ser Divino que eres y camina desde ahí. Nadie es más que tú. Ni Jesús, ni Buda, ni nadie. Todos somos elegidos.

Recuerda: el puzle está incompleto sin ti.

 

Bajar al corazón

            


          Siempre es un buen momento pasa subir a ese ascensor que permanece estacionado en la mente y accionar los mandos para bajar al piso del corazón.

Una vez que el ascensor se ha detenido, puedes quedarte a vivir en él, con todas las consecuencias, que no son otras que entregarse a los demás, completamente, y recibirlos como son, como ángeles, como hermanos, sin querer cambiarles porque son perfectos.

Están ahí, tal como ellos han elegido ser, para realizar su trabajo y ayudar a los que se encuentran en su camino a realizar el suyo. No hay que tratar de cambiarlos porque se estaría actuando en contra del Plan Divino.

Es cierto que, a veces, más que ángeles y más que hermanos pueden parecer demonios y enemigos. No hay que cambiar la estrategia. Lo que procede, en esos casos, es bendecirles y no frecuentarles.

viernes, 20 de enero de 2023

Atajo para cumplir tu misión

 


Nos pasamos la vida hablando de nuestra misión, de lo fácil que sería si supiéramos que es lo que hemos venido a trabajar en esta encarnación.

Pues existe un atajo para saber cuál es nuestra misión: Vivir desde el corazón, activar la energía del Amor.

Viviendo desde el corazón, tienes la mente serena y preparada para ser consciente de cuáles son las puertas que se van abriendo en tu camino, de cales son las que se van cerrando, de cuando has de variar tu dirección, de cuando has de seguir en línea recta.

En ese atajo no cabe otra cosa que el Amor, por lo que los juicios a los demás, las críticas o, sencillamente, indicarles cuál es su camino, no son peajes que se encuentren en ese atajo. Respeta el camino que hayan elegido los demás y su forma de recorrerlo.

Intenta lo siguiente: En cuanto abras los ojos, cada mañana, repite dentro de ti: “Hoy no voy a juzgar ni a criticar nada ni a nadie”, y practícalo durante todo el día. En ese nada ni nadie, también entras tú, así que empieza por respetarte a ti, se benévolo contigo. Y ten paciencia, no puedes cambiar en un día una tendencia de años.

La mejor manera de cumplir el objetivo de no juzgar es vivir, conscientemente, el presente. No dividas tu atención en infinidad de cosas, mantén la concentración, y así tu mente estará más preparada para recibir las señales.

 

Hogar dulce hogar

 


Capítulo XVI. Parte 1. Novela "Ocurrió en Lima"

Después de dejar a Pablo en su domicilio seguí, hasta casa, en el mismo taxi que tomamos en el aeropuerto. Eran casi las 8 de la noche cuando llegué a casa. Aproveché que estaba solo para, antes de entrar, echar un vistazo a mi desconocida vivienda.

Era una casa de dos plantas, ubicada a dos cuadras de las oficinas de la empresa. Un enrejado protegía el frontis de la casa y se completaba la protección con cámaras de vigilancia estratégicamente instaladas. La casa, pintada de un color crema, estaba separada unos 10 metros de las rejas y todo ese espacio estaba cubierto de un cuidado césped, excepto un pasillo que comunicaba con la entrada de la vivienda y otro que daba acceso a lo que debía ser la cochera. Todas las ventanas, también, se encontraban protegidas con rejas, dos en la primera planta y tres en la segunda. El lado izquierdo estaba adosado a otra casa, de similares características, (después me enteré que era el domicilio de mis suegros), y en el lado derecho había un espacio de 3 metros hasta el edificio contiguo que era un edificio de apartamentos de 5 plantas. Ese espacio, también, parecía sembrado de pasto, aunque había una especie de pasillo adosado a la casa que aparecía enlosado.

No era consciente de tener ninguna llave, por lo que no tuve más remedio de tocar el timbre de la puerta.

-    Ya te abro cariño, -escuché la voz de Indhira- siempre haces lo mismo con las llaves.

Escuché el zumbido de la apertura y no había terminado de empujar la reja, cuando de la puerta de la casa salieron dos niños corriendo mientras gritaban: “papi, papi, llegaste”. Indhira observaba, sonriente, la escena, apoyada en el quicio de la puerta.

No me dio tiempo a pensar cómo hacer con los niños para que, tanto ellos como Indhira, no encontraran mi actuar de manera extraña, porque en un instante les tenía, a los dos, agarrados a mis piernas. Solté la maleta y la cartera y me agaché para abrazarles a ellos. Ellos me llenaban de besos y mi reacción instintiva fue la misma, besarles mientras les apretaba contra mí.

-    Niños, soltar a papá que estará cansado. Dejarle que, al menos, entre en la casa, -la voz de Indhira sonaba divertida.

Entré en la casa con los niños, bailando a mi alrededor, y nada más cerrar la puerta de la casa besé a mi esposa, lo que para mí era el segundo beso, mientras la apretaba contra mí. Los niños abrazados a nuestras piernas reían mientras preguntaban, de manera insistente, si les había traído un regalo.

-    Separando su boca de la mía Indhira dijo bajito en mi oído- cada vez besas mejor, eres un maestro. Si no fuera por lo que te extraño te dejaría que te fueras de viaje dos días a la semana solo para recibirte como ahora.

-    Te amo, cariño, te amo, -en toda mi vida, de la que tengo memoria, no recuerdo haber sentido esta sensación de amor tan infinita.

-    Y yo a ti -contestó Indhira- cada día más. Estoy loca por ti.

 Al final, deshicimos, los cuatro, nuestro abrazo. Me senté cargando a cada uno de los niños en mis rodillas, preguntándoles que habían hecho en los 3 días que no nos habíamos visto, para ver si se merecían el regalito que les había traído de mi viaje.

El momento que estaba viviendo era algo mágico, algo con lo que había estado soñando, dormido y despierto, durante toda la vida. No me importaba no recordar cómo había llegado hasta este instante. Estaba ahí, estaba gozando el momento y era suficiente. Y cuando este pensamiento de gozo pasó por mi mente, entendí que no era necesario darles nombre a las situaciones, ni darles vueltas a los acontecimientos, hasta retorcerlos, para exprimir cada instante analizando las palabras o los hechos. Entendí que existía ese momento mágico, ese momento único, ese momento de vida, ¿para qué más?, y cualquier distracción me habría alejado del infinito gozo del momento. Por fin había entendido que la felicidad es vivir el momento. Porque lo había escuchado por boca de Ángel o de Dios, si es que era Él quien hablaba en mis meditaciones, o por las palabras de mi pensamiento superior. Pero es mucha la diferencia que existe entre escucharlo y vivirlo en carne propia.

Ya no es que la felicidad sea vivir el momento. Es que eso es, precisamente, la vida, vivir el momento. Por lo tanto, si se consigue vivir cada instante como único, se consigue vivir la felicidad, porque la felicidad es vivir la vida de manera consciente. Es en ese momento cuando la serenidad y la paz interior se apoderan del ser. Cualquier cosa que nos distrae, hace más que distraernos, hace que dejemos de vivir. Porque vivir inconsciente es “no vivir”.

¿Qué habría pasado si me hubiera puesto a investigar, rebuscando en los cajones de mi perdida memoria, para tratar de recordar cómo se habrían dado los pasos hasta llegar al momento presente? Es fácil conocer la respuesta: No estaría disfrutando el momento, porque estaría ocupado en otros menesteres inútiles, como serian el tratar de descifrar el cómo, el porqué, el cuándo. En eso es en lo que he estado ocupado toda la vida, al menos, la vida que recuerdo.

Me decía Ángel, tomando el desayuno en Miami, que necesitaba la pérdida de memoria para poder comparar entre la vida de miedo, que malviví durante 20 años, y la vida de amor que estoy viviendo ahora, aunque no la recuerde. Por primera vez no estoy de acuerdo con él. Y no estoy de acuerdo porque el objetivo inicial de la pérdida de memoria puede haber sido ese, pero mi aprendizaje es otro. Mi aprendizaje no es comparar la vida de miedo y la vida de amor. Mi aprendizaje ha sido ir más allá del miedo. ¿Por qué mi miedo?, ¿porque viajaba al pasado o al futuro, sin quedarme anclado en el momento presente? Si hubiera vivido el instante no podía haber miedo, porque nada ocurría en cada uno de esos instantes para que el miedo tuviera razón de ser. No me habían abandonado ni había fracasado en el trabajo, vivía y comía cada día, tenía donde vivir. Por lo tanto, si hubiera vivido con atención y hubiera disfrutado de cada instante, no habría surgido el miedo y ya no sería necesario compararlo con estos momentos de amor.

Esta es, sin ningún género de duda, la verdadera enseñanza de la vida. Vivir con atención el presente, el ahora, que es lo único real dentro del sueño que es la vida.

¡Gracias memoria perdida que me has servido para disfrutar de este primer encuentro con mi esposa y mis hijos y poder ser consciente, en mi totalidad, con cada una de las células de mi cuerpo, del magnífico momento!

Fue un momento familiar perfecto en el que, en ningún instante, fui consciente de que, para mí, era el primer encuentro con los que eran mi esposa y mis hijos. Parecía que era algo que hacíamos de manera habitual.

Los niños se volvieron locos de alegría con sus regalos. Los coches de Alexis completaban su colección de coches antiguos y María saltaba con su cuaderno de mandalas en una mano y los lápices de colores en la otra.

Después de una maravillosa hora de risas y alegría acostamos a los niños.

miércoles, 18 de enero de 2023

La rueda de la vida

            


            Cualquier causa, sea de pensamiento, de palabra o de acción, lleva implícito un efecto. Y lo mismo da que esa causa sea un buen o un mal pensamiento, una buena o una mala palabra, una buena o una mala acción. En todos los casos genera un efecto.

Si detrás de esa causa existe un deseo, ya sea consciente o inconsciente, ese efecto es el karma.

Mientras exista el karma nos mantendremos atados a la rueda de la vida, (nacer y morir). Cuando ya no exista deseo, se acaba la rueda del karma. 

¿Desperté o sigo durmiendo?

 


Capítulo XV. Parte 15. Novela "Ocurrió en Lima"


Desperté a las 6 en la habitación del hotel. Supongo que, en algún recóndito lugar, en mi interior, todavía albergaba la esperanza de estar viviendo un sueño. Y, entonces, fui consciente de que me alegraba de que no lo fuera. Me gustaba la vida que estaba viviendo: Con un gran trabajo, que no hubiera imaginado ni en mis mejores expectativas, casado con una mujer a la que amaba con locura, pero teniendo en cuenta que no recordaba nada, debía amarla desde el primer momento en que la conocí. Y pensar que, si hubiera seguido escuchando al miedo que me atenazaba, no hubiera vivido este tiempo de matrimonio que, según me ha relatado Pablo, ha sido feliz.

Pero aún tengo más razones para no desear despertar en mi antiguo departamento, mis dos hijos. Es cierto que ahora no los conozco, en absoluto, pero estoy seguro que cuando recupere la memoria descubriré el amor que siento por ellos. Se me llena el pensamiento, el corazón y todo mi ser cuando pienso en “mi familia”, porque era algo por lo que he estado suspirando toda la vida de la que soy consciente y, ahora, la tenía.

Bajé al comedor para desayunar y, justo en ese momento, también llegaba Pablo.

Pasamos el desayuno conversando sobre las peculiaridades de las personas que completaban con nosotros el equipo de dirección de la empresa, a los que se supone que conocía, pero que no recordaba en absoluto, excepto al señor Ramírez, director de recursos humanos, del que guardo memoria por haberle conocido antes de mi lapso de memoria.

Cuando llegamos a la reunión ya estaban todos los asistentes con cara de sorpresa, como preguntándose ¿qué hacemos aquí?

Tomé la palabra, para explicarles el motivo de la reunión, y en cuanto anuncié que su compañero el señor Gardner había sido el elegido para la gerencia, pude comprobar en el rostro de todos los asistentes una especie de alivio y una alegría contenida que, supongo, saldría a la superficie en cuanto Pablo y yo dejáramos la reunión, que fue lo que hicimos, en media hora. Regresamos al hotel a recoger las maletas para desplazarnos al aeropuerto. El avión que nos llevaría de vuelta a Lima tenía previsto su despegue a las 12:45.

El valor de la amistad

 


Capítulo XV. Parte 14. Novela "Ocurrió en Lima"


Coincidiendo con las últimas palabras de Ángel llegábamos a la puerta del hotel, a la que, también, llegaba Pablo, en ese mismo momento. Y cuando me volví para despedirme de Ángel ya no tuve tiempo. Había desaparecido.

-    Nada más llegar a la altura de mi amigo, antes de cualquier otra cosa, preguntó- ¿Has ido al neurólogo?, ¿qué te ha dicho?

-    No Pablo, no he ido, -y como no me apetecía contarle nada de Ángel me inventé una ligera mentira- llamé a un conocido de Lima y me dijo que no parecía nada grave. Que esperara unos días que seguro que recuperaba la memoria, tan de inmediato, como la había perdido y si en 10 días no me vuelve, entonces sí, me dijo que fuera a visitarle. Y le he hecho caso, porque a pesar de no recordar nada, me siento muy bien.

-    Si, -ratifico Pablo- se te ve normal. Esperemos que todo vuelva a la normalidad cuanto antes.

A Pablo se le veía contento y me explicó que, la razón era que, los mandos de la empresa que acabamos de adquirir, habían aceptado la situación con total apertura y parecían dispuestos a colaborar en los cambios que teníamos previsto implantar.

-    Pablo insistía- Solo falta saber quién va a dirigir la empresa aquí en Miami. Hasta entonces, les he dicho que funcionen normalmente y, ante cualquier duda, que me llamen de inmediato.

-    Pablo, -le dije- no sé si en las condiciones que me encuentro puedo tomar decisiones acertadas, pero he tomado una. No quiero desprenderme de ti. No vas a ser tú. No puedo, ni quiero dejarte ir. No solo eres mi mejor amigo, eres una parte muy importante para la empresa.

-    ¿Seguro que no quieres volver a pensarlo?

-    No Pablo. Tu relación con Diana no se va a solucionar porque salgas corriendo. Yo podría hablarte, largo y tendido, sobre eso. La primera vez que salimos Indhira y yo, me fui corriendo como una gallina. De eso me acuerdo como si estuviera ocurriendo en este momento y ya ves ahora donde estamos. Hablaremos para encontrar soluciones al problema.

>> Pero, permíteme volver sobre el tema del mando aquí en Miami. Creo que tenemos que dejarlo solucionado ya. ¿Qué pasa si nombramos a uno de los directores como gerente?

-    ¡Qué curioso!, -dijo Pablo- para este tema es como si no hubieras perdido la memoria, porque es algo que siempre lo has dejado ir, que fuera alguien de aquí. Si estás empeñado en que no sea yo, creo que es una buena opción.

-    Lo que yo no puedo es decidir quien pueda ser. Ya sabes, mi memoria, -comenté a manera de chiste.

-    Podría ser Peter, Peter Gardner. No solo es el más antiguo. Es el más competente y los demás le aceptarían sin problemas, -por fin Pablo había entrado en razón proponiendo una persona sin insistir más en ser él mismo. Su amistad y lealtad está fuera de toda duda.

-    ¿A qué hora tenemos mañana el vuelo?

-    A mediodía, ¿por qué?, -preguntó Pablo con cara de extrañeza.

-    Podemos citar hoy a Peter aquí, en el hotel, a las 5, para ofrecerle el puesto y convocamos una reunión mañana con los directores para presentarle. La reunión podría ser a las 8. En menos de una hora podemos estar de nuevo en el hotel para recoger las maletas e ir al aeropuerto. ¿Qué te parece?

-    Me parece perfecto. Llamo a Peter y que él mismo se encargue de convocar la reunión de mañana.

La tarde pasó más rápida de lo que podía parecer. No tuvieron tiempo de hablar de ningún otro tema que no fuera del trabajo. Al poco de finalizar el almuerzo llegó Peter, su nuevo gerente de Miami. Ya había convocado a todos sus compañeros para las 8 de la mañana del siguiente día. Cuando Antay le ofreció la gerencia la aceptó en el primer segundo, y pasaron el resto de la tarde hablando de trabajo.

Peter cenó con sus jefes y al finalizar la cena, Pablo y Antay subieron a sus habitaciones y Peter se fue a su domicilio quedando para encontrarse en la reunión del día siguiente.

-    Hola amor, -escuchó la voz de Indhira cuando esta contestó la llamada.

-    Hola cariño. ¿Qué tal tu día?, ¿cómo lo han pasado los niños?, -esperaba ser coherente con lo que había sido en esos 7 años perdidos en el algún confín de su mente.

-    ¡Uf!, mi día extrañándote. Cada vez te echo más de menos cuando te vas y debería ser al contrario ¿verdad?

-    ¿Por qué debería ser al contrario?, -se interesó Antay.

-    Porque ya nos tenemos muy vistos, -le explicó Indhira.

-    Yo nunca me voy a cansar de mirarte y de estar contigo. –no tenía nada que ver la memoria en este comentario. Era verdad, en este momento.

-    ¡Qué lindo eres!, ¡Cuánto te quiero!

-    Y yo a ti. Y, también a los niños, ¿cómo han estado?

-    Revoltosos, como siempre. Y extrañándote. Ya están acostados. ¿Cómo os ha ido?, ¿volvéis mañana?

-    Nos ha ido genial. Ya hemos nombrado al gerente y Pablo no ha insistido más en ser él, es un gran amigo. En cuanto llegue voy a hablar con Diana.

-    Sí, es una gran idea, a ti te hará más caso. Eres como un hermano mayor, al que escucha más que a nadie. ¡Qué bien que ya lo hayáis resuelto todo!

-    Sí, todo listo. Mañana tenemos otra reunión en las oficinas a las 8am, pero en media hora habremos acabado porque solo es para presentar al nuevo gerente y ya nos volvemos al hotel a por las maletas y al aeropuerto. Ese es el plan de mañana.

>> Nunca te imaginarias con quien he estado tomando un café.

-    ¿Con quién?, -se interesó Indhira.

-    Con Ángel.

-    ¿Con Ángel?, yo creí que había desaparecido, para siempre, después de 7 años. Y ¿qué te contó?

-    Pues volvió a aparecer. Me habló de vivir con atención, pero ya te contaré. Te dejo que estoy un poco cansado. Me voy a acostar.

-    Espera, que tengo una buena noticia. La Asociación ya tiene todos los permisos. Podemos comenzar a trabajar. -A Indhira se le notaba muy emocionada.

-    Sí que es una gran noticia. Mañana me cuentas todo.

-    Si, mañana nos ponemos al día. Descansa cariño. ¡Hasta mañana!, ¡te amo!

-    Yo, también, te amo. ¡Hasta mañana!

jueves, 12 de enero de 2023

MUSHTI-MUDRA

 


MUSHTI MUDRA

Cómo se hace:

Con las dos manos: doblar los dedos hacia dentro y colocar el pulgar sobre el anular.

Sirve para:

Activa la energía del hígado y del estómago, estimula la digestión y es de ayuda contra el estreñimiento.

Duración:

Practicar según lo necesite o 3 veces al día durante 15 minutos.

Beneficios:

Ayuda a lidiar con las emociones negativas como la ira, el miedo, el odio, la frustración, la molestia, etc.

Trae tranquilidad. Te sientes menos agobiado. Empiezas a disfrutar de tu vida una vez más.

Ayuda a soltar y libera tus pensamientos negativos.

Te ayuda a observar tu ira, como un espectador. No te involucras en tu ofensa, pero la notas. Ves la raíz de la causa de tu ira. Lo entiendes y lo resuelves. Lo mismo se aplica a otros pensamientos y emociones.

Mejora la digestión, así como estas emociones negativas dificultan el descanso y la respuesta digestiva del cuerpo. Entonces, practicar esto ayuda a resolver tales problemas.

Reduce la irritabilidad.

Ayuda con la presión arterial alta también.

miércoles, 11 de enero de 2023

Amigos leales

 


Capítulo XV. Parte 13. Novela "Ocurrió en Lima"

>> Y, cambiando de tema, ¿qué tal tu encuentro con Pablo que es amigo tuyo desde hace mucho tiempo? –se interesó Ángel.

-    Uno de los atributos de la amistad es la lealtad y Pablo ayer me pareció de una lealtad inquebrantable. Gracias a él estoy capeando, con bastante dignidad, mi falta de memoria. No sé lo que pasará mañana cuando esté en casa con Indhira y con los niños. Pero no tengo miedo. Si no soy capaz de controlar la situación le contaré a Indhira la verdad sobre mi estado.

-    Si, -reconoció Ángel- es un gran amigo. Y, en cuanto a tu situación en casa, creo que saldrás airoso de la situación. Hablarle a tu esposa de tu falta de memoria solo depende de ti. Haz lo que creas que debes de hacer.

-    Dios te oiga, -y, de inmediato, caí en la cuenta de con quién estaba hablando- ¡uy!, perdón ya sé que te oye.

-    Y a ti también te oye. Dios escucha siempre y escucha a todos.

Por un momento seguimos caminando en silencio hasta que recordando a Pablo y a Diana le comenté a Ángel:

-    Me gustaría poder ayudar a Pablo. Parece que no está pasando por su mejor momento.

-    ¿En su matrimonio?, -no sé por qué preguntaba Ángel, seguro que lo sabía todo.

-    Sí. Creo que los amo a los dos, tanto a él como a Diana y por lo que me ha comentado están pasando por una crisis. Imagínate que él se quiere venir a trabajar a Miami dejando la gerencia de la empresa. En mis condiciones actuales creo que no tengo la información necesaria para poder ayudarles, ¿Qué opinas?

-    Que no necesitas más información que la que tienes. En realidad, se aman, pero les falta diálogo. El diálogo en la pareja es como el agua para las plantas. De la misma manera que la planta necesita el agua para vivir, la pareja necesita el diálogo para mantenerse viva, para mantener la ilusión, para saber uno de las necesidades de otro, para entenderse, para conciliar, para evitar suposiciones, para dialogar sobre sus sentimientos, sus ideas, para visibilizar los desacuerdos y para alcanzar los objetivos compartidos.

>> En esta pareja los dos quieren lo mismo, un hijo, pero no parece que estén dispuestos a trabajar por lo que desean. Esperan que llegue del cielo como llega el agua de la lluvia.

-    Eso es lo triste, que se aman y están dispuestos a echarlo todo por la borda. Cuando Pablo me contaba la historia, le dije que en cuanto llegáramos a Lima despediría a Diana y así se acababa el problema, ¿qué te parece?, -quise saber la opinión de Ángel.

-    No parece una buena idea. Creo que lo mejor sería que hablaras con Diana, que es algo que nadie ha hecho y escuchar que tiene que decir, para saber cuáles son sus sueños, y que espera hacer para conseguirlos. Seguro que así tendrás la información completa. Y a ti te va a hacer mucho caso.

Teniendo en cuenta que había quedado con Pablo para almorzar caminamos de vuelta al hotel. Había sido una mañana agradable en la que pude entender la razón de mi estado.

-    Antes de llegar, Ángel me hizo un recordatorio. ¿Recuerdas que te dije cuando te hablaba de las condiciones para incrementar el amor por uno mismo, el día que nos encontramos en el Malecón, por primera vez, bajo la garúa?

-    Creo que una de las cosas que dijiste fue que tenemos que vivir con atención, ¿te refieres a eso?

-    Correcto. Porque esa es la razón de que estemos ahora aquí, tú sin memoria y yo recordándote sucesos.

>> La vida es atención. Cuando pierdes la atención estás perdiendo la vida. Dios no quiere que seas ingeniero, ni que trabajes mucho. Dios quiere que te diviertas, que trates a todos como si fueran Él. Y si no puedes conseguirlo imagina que eres tú a quien tratas. Permanece atento. De esa manera tendrás muy claro de dónde vienes, para no volver sobre tus pasos. Recuerda que vienes del miedo y le has vencido gracias al amor. No lo olvides.

>> Nos encontraremos en Lima con tu memoria intacta. Feliz viaje de regreso a casa.

Meditación: Removiendo el miedo al futuro

 

Removiendo el miedo al futuro

 La meditación "Removiendo el Miedo al Futuro" es una práctica destinada a ayudar a superar el miedo y la ansiedad relacionados con el futuro. Esta meditación se centra en liberar las preocupaciones sobre lo desconocido y en cultivar una actitud de confianza y aceptación hacia lo que vendrá.

Al practicar la meditación "Removiendo el Miedo al Futuro", se pueden experimentar varios beneficios específicos:

1. Reducción del estrés y la ansiedad: Esta meditación ayuda a calmar la mente y el sistema nervioso, reduciendo la activación del sistema de respuesta al estrés que puede ser desencadenado por el miedo al futuro.

2. Cultivo de la confianza: Al enfrentar el miedo al futuro de manera consciente y deliberada, se puede cultivar la confianza en uno mismo y en la capacidad de manejar lo que vendrá, independientemente de las circunstancias.

3. Desarrollo de la aceptación: Esta meditación fomenta la aceptación de lo desconocido y la comprensión de que el futuro es incierto, pero que se puede abrazar con confianza y apertura.

4. Enfoque en el presente: Al liberar las preocupaciones sobre el futuro, esta meditación ayuda a centrarse en el presente y a encontrar la paz y la plenitud en el momento presente, en lugar de preocuparse por lo que está por venir.

La meditación "Removiendo el Miedo al Futuro" es una práctica poderosa para liberar el miedo y la ansiedad relacionados con el futuro, promoviendo la confianza, la aceptación y el enfoque en el presente.





martes, 10 de enero de 2023

¡Qué mala suerte!

 


¡Qué mala suerte tienen muchos bebés humanos!, que sus modelos no saben que todos somos seres divinos y que, como seres divinos, todos somos iguales, que no hay diferencia de sexo, ni de raza, ni de color, ni de religión.

              ¡Qué mala suerte tienen muchos bebés humanos!, que sus modelos no saben que no hay líneas divisorias en la Tierra, que las banderas son trapos ideados por los humanos, que la Tierra es de todos, que los recursos son de todos.

¡Qué mala suerte tienen muchos bebés humanos!, que sus modelos no saben que también son seres divinos y no pueden enseñarles a ellos a vivir su divinidad.

Sé que no existe la suerte, que es una elección, pero se lo haríamos más fácil si los que somos sus modelos, y sabemos de nuestra divinidad, defendiéramos la divinidad y la igualdad en cualquier foro, sin rubor y sin vergüenza.