Al
igual que se dice: "Asclepio le ha prescrito montar a caballo, o baños de
agua fría, o andar descalzo", también se dice que la naturaleza del
conjunto le ha prescrito una enfermedad, o una mutilación, o una pérdida o algo
parecido. Pues en el primer caso, lo de "ha prescrito" significa
"le ha ordenado hacer lo que conviene a su salud"; en el segundo, lo
que ha sucedido ha sido ordenado según lo que conviene a su destino. De este
modo en ambas ocasiones decimos que las cosas nos “suceden” del mismo modo que
los albañiles dicen que los sillares "se juntan" en las murallas o en
las pirámides cuando se ajustan entre sí conforme a una posición determinada.
Una
es la armonía en todas las cosas, y del mismo modo en que el universo completa
un cuerpo determinado a partir de todos los cuerpos, así mismo el destino
completa una causa determinada a partir de todas las causas. Lo entienden hasta
los más ajenos a la filosofía, ya que dicen: "le ha tocado esto", es
decir, le ha tocado esto: le estaba prescrito. Aceptamos entonces lo que sucede
del mismo modo en que aceptamos las prescripciones de Asclepio: pues, aunque
haya cosas difíciles en ellas, la seguimos aceptando porque esperamos lograr la
sanación. Acerca de la consecución y el cumplimiento de los dictados de la
naturaleza común, has de considerar lo mismo que acerca de tu salud: así,
acepta todo lo que suceda, aunque resulte duro, puesto que conduce a la salud
del universo y al buen curso y al buen obrar de Zeus. Pues no le hubiera tocado
a alguien esto si no fuera conveniente para el todo, como tampoco, en ningún
caso, la naturaleza llegaría a producir algo que no se adecuara a sus dictados.
Por
ello has de querer lo que te sucede por dos motivos: el primero, porque te ha
pasado a ti, te ha sido prescrito a ti y de algún modo te atañía a partir de la
trama de causas que proviene de arriba; el segundo, porque incluso lo que le
sobreviene a cada cual en particular es causa para el que rige el universo de
su buen curso, de su cumplimiento y, por Zeus, de su permanencia.
Lo
completo queda cojo si interrumpes cualesquiera de las uniones y secuencias de
las partes o de las causas: lo interrumpes, en tu caso, cuando te enfadas e
incluso lo destruyes.
MARCO
AURELIO