El diccionario define la honestidad como el valor de ser
decente, recatado, razonable, justo u honrado.
En su sentido más evidente, la
honestidad puede entenderse como el simple respeto a la verdad en relación con
el mundo, los hechos y las personas; en otros sentidos, la honestidad también
implica la relación entre uno mismo y los demás, y la relación de la persona
consigo misma.
La honestidad según Confucio
se basa en la empatía y la comprensión de los demás, lo que requiere una
autocomprensión previa, de la que nacen las normas morales. La versión confucionista
de la honestidad consiste en tratar a los inferiores como te gustaría que tus
superiores te tratasen a ti.
La honestidad consiste por lo tanto
en ponerse en el lugar hipotético del otro, y elegir no hacer o decir nada que
pueda mancillar el honor o la reputación de otras personas, y no hacer o decir
nada que pueda hacer sentirse mal a otros.
Pero la honestidad es más, es signo
de crecimiento, de evolución, de carácter. En nuestro aprendizaje a través de
todas las vidas, se aprende a ser honesto trabajando prácticamente cualquier
otra faceta. Aprender a no robar es aprender a ser honesto, aprender a tratar con bondad a los demás es
aprender a ser honesto, aprender a cumplir la palabra dada es aprender a ser
honesto, aprender a no mentir es aprender a ser honesto, etc., etc., etc.
Los que mienten, los que corrompen,
los que se dejan corromper, los que roban, los que no cumplen la palabra dada,
los que hieren con la palabra o con sus acciones, los que no cumplen con sus
obligaciones laborales, los que no cumplen sus promesas, están lejos de la
honestidad, están lejos de alcanzar un mínimo grado de evolución como seres
humanos, están lejos del alma, están lejos de Dios.
Lo peor de esto, es que los
deshonestos no engañan a los demás, están engañándose ellos mismos, porque no
sólo tendrán que volver a la materia hasta que aprendan a ser honestos, tendrán
que volver para limpiar todo el Karma que están generándose con su
deshonestidad.
No esperes más para empezar a tratar
a los demás como si fueras tú mismo, es la mejor manera de ser honesto, es la
mejor manera de ser feliz, (aunque te cueste creerlo), es la mejor manera de
expandirte hacia la Divinidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario