El verdadero Yoga no trata de la
forma de tu cuerpo,
sino de la forma de tu vida.
El Yoga no se realiza, se vive.
Al Yoga no le importa la persona que
has sido,
le importa la persona en la que te
estás convirtiendo.
Aadil Palkhivala
Yoga significa unión, y esa unión
puede referirse a muchos aspectos, sin embargo, el fin último del Yoga es la
unión del hombre con Dios.
Desde el
inicio del camino del Yoga, hasta llegar a esa unión final con Dios, existen
múltiples etapas, el acercamiento, el aprendizaje, los inicios de la
meditación, la relajación, aprender a desprenderse de la tensión con la
respiración, descubrir al ser que mora en nosotros, aprender a dominar la
mente, incrementar el poder personal, seguir la intuición, vivir desde el
corazón, descubrir el amor universal, así hasta toparse en la última etapa frente
a Dios.
Yoga no es sólo
una actividad para realizar fuera del horario laboral o escolar, Yoga no es sólo
para relajarse, para eliminar el estrés, para tonificar los músculos, para
mantener la salud o la juventud, con el Yoga se consigue todo eso, pero el Yoga
es más, es mucho más, Yoga es una manera de vivir, de vivir presente, de vivir
con atención, de vivir en silencio (mental), de vivir desde el corazón, de
vivir amando, de vivir con Dios.
He escuchado
cientos de veces: “No puedo hacer yoga porque no soy flexible”, y entonces
trato de explicar, dulcemente, que para hacer Yoga no es necesario ser ni flexible
ni rígido, ni musculado ni resistente,
ni alto ni bajo, ni hombre ni mujer, ni niño ni anciano, ya que el Yoga es para
todos, y para practicarlo sólo necesitamos dos cosas: el cuerpo y la mente. No
es necesario vestirse de blanco o de negro, no es necesario un lugar, no es
necesario ni una colchoneta ni una piel de oveja, no es necesario escuchar ni
músicas relajantes ni mantras, solo es necesario un cuerpo y una mente.
Por lo
tanto, si no es necesario nada más que el cuerpo y la mente, se puede hacer
Yoga en cualquier lugar y a cualquier hora, porque en el momento que la mente
está completamente atenta a lo que hace el cuerpo, sin divagar, se está
haciendo Yoga: leyendo, trabajando, cocinando, paseando o desplazándote en
transporte público. Sólo hay que estar alerta, solo hay que ser conscientes.
El problema
es que no estamos entrenados para eso, y necesitamos un cierto entrenamiento.
Ese entrenamiento es el que realizamos cuando nos juntamos un grupo, en algún
lugar, y con una música relajante, nos movemos, hacemos Yoga y meditamos, es
decir, nos entrenamos para la vida.
No
deberíamos circunscribir el Yoga a ese entrenamiento, más o menos asiduo. Eso
debería ser lo que es, un entrenamiento, ya que el auténtico Yoga es el que
realiza cada persona a lo largo de su día durante toda la vida.
Recuerda,
por tanto que Yoga no es un movimiento más o menos perfecto, más o menos
intenso, más o menos repetitivo, más o menos complicado, Yoga es cualquier
movimiento siempre que lo hagas con total atención, pero también es cualquier
“no movimiento” del que seas totalmente consciente, ¡Yoga es una forma de
vivir!, ¡Yoga es el fin de nuestra vida!, ¡Yoga es la unión con Dios!
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