El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




martes, 24 de mayo de 2016

La pareja y el Amor Divino

PERLAS PARA EL ALMA

La pareja, que es el mejor campo de aprendizaje y de crecimiento para el alma,  se ha convertido, desgraciadamente, en un campo de batalla, en un campo de deudas kármicas, que ata a sus integrantes al ciclo de reencarnaciones para tratar de liberar en vidas posteriores los efectos nocivos de esas relaciones dañinas.

La pareja es el espacio ideal para empezar a desarrollar el Amor Divino. Nada es dado porque sí, todo se ha de trabajar, el Amor Divino también, y la mejor universidad del Amor Divino es la pareja.


Mantener el amor “humano” del enamoramiento más allá del inicio de la relación, más allá del nacimiento de los niños, más allá de la jubilación, es desarrollar el Amor Divino.
Sentir como se abre tu pecho cuando miras a tu pareja en cualquier situación, es desarrollar el Amor Divino.
Decir de manera permanente a tu pareja cuanto la amas y cuanto te importa, es desarrollar el Amor Divino.
Escuchar a tu pareja, apoyarla, reconocer sus éxitos, es desarrollar el Amor Divino.
Mantener y reforzar la confianza entre los dos, es desarrollar el Amor Divino.
Nadie es servidor de nadie, repartirse el trabajo y la educación de los niños, es desarrollar el Amor Divino.
Respetar la libertad del otro y sus diferencias, es desarrollar el Amor Divino.
Comunicarse, no olvidarse de contar nada, no dejar que se enquisten las dudas y los problemas, es desarrollar el Amor Divino.

Si creen que el proyecto común ha concluido, hacer lo que corresponda con amor, con comprensión, con generosidad, es desarrollar el Amor Divino.


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