El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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martes, 18 de octubre de 2011

La auténtica realidad

            Todos los seres humanos vivimos dos realidades diferentes, una interior, la otra exterior. De hecho, bien podríamos decir que, en un principio, somos dos personas en una, con dos personalidades distintas: la que vive los pensamientos y las sensaciones, que es aquello que condiciona la realidad interna de la persona; y la externa, la que interactúa con la vida en función, sobre todo, de sus creencias y programaciones.

            Pero esta segunda personalidad, la que vive la realidad exterior, aun podríamos subdividirla en otras muchas: La realidad como hijo/hija, como padre/madre, como nieto/nieta, como empleado/empleada, como abuelo/abuela, como jefe, como pareja, como amigo/amiga, etc.
            Es claro que la vida es como un gran escenario, en el que vamos representando muchos personajes, y para interpretar cada uno de ellos vamos cambiando nuestro vestuario, o mejor, nuestra máscara.
            Nuestra vida interior, está gobernada completamente por los pensamientos y las sensaciones. ¡Somos lo que pensamos!, decía Buda, y en nuestro interior esa es una realidad completamente cierta. No existe disimulo, ni doblez, ni fingimiento, ni ocultación. Sólo lo podríamos disimular para nosotros, y eso ni pasa, ni es posible. En nuestro interior somos auténticos y, además, afortunadamente, todo lo que sucede dentro de nosotros es inaccesible para el mundo. ¿Te imaginas que pasaría, si todo lo que va pasando por nuestra mente fuera de dominio público? Teniendo en cuenta nuestra inmadurez la vida sería un campo de batalla.
            En el set de rodaje de la vida agoniza la autenticidad de la persona, y aunque toda nuestra actuación exterior está condicionada por parte de esa vida interior y por nuestras creencias, casi nada sale a la luz, el disimulo y la ocultación son constantes. El cambio de máscara es permanente, en función de la realidad que estamos representando, en función de cada uno de nuestros papeles. Podemos, por ejemplo,  estar sonriendo y alabando a nuestro jefe, cuando sabemos que íntimamente le odiamos y desearíamos no tener que soportarlo ni dos minutos.
            Mientras se dé esta dualidad estamos condenados a seguir aprendiendo, una vida tras otra. Nuestro exterior ha de ser un fiel reflejo de lo que pasa dentro de nosotros, pero no se trata, como en el ejemplo del jefe, decirle claramente que es inaguantable, que es lo que realmente pensamos y sentimos. Perderíamos nuestro empleo. Se trata de cambiar el interior. Se trata de no tener un enjambre de abejas locas en nuestro interior. Se trata de buscar la paz y el amor.
            Cuando traspasamos el tiempo, al otro lado de la vida, hacemos un repaso exhaustivo, no sólo de todas nuestras acciones, sino también, de nuestros pensamientos, para pagar o recibir, en posteriores vidas, todo aquello que ha causado daño. En la dualidad, la deuda a pagar es doble, o triple: El pensamiento, el engaño y la acción.
            Sólo se trata de cambiar nuestra autenticidad, cambiando la realidad interior, para que no nos cause rubor el día que todo aquello que pase por nuestra mente sea de dominio público, porque todo lo que habrá entonces será Amor.

jueves, 23 de junio de 2011

Vive cada día como si fuera el último

            ¿De que serviría enfadarte con el vecino, si dos horas después tuvieras la visita de la muerte?, ¿Tendría algún objeto mantener sentimientos de rencor hacia tu hermano, si ese mismo día dejaras de existir?, ¿Cuán importante sería pisar a tu compañero de trabajo para conseguir un ascenso, si al día siguiente ya no fueras a trabajar por haber muerto?, ¿Cómo te gustaría dejar este mundo?, ¿Sabiendo que has hecho felices a tus seres queridos, o con el regusto amargo de haberte pasado las últimas horas de tu vida criticando cualquier acción de tu familia?, ¿Cómo te gustaría que te recordaran?, ¿Como la persona que ayudó a los demás cada vez que se presentaba una oportunidad, o como el egoísta que no sólo no prestaba ningún tipo de apoyo, sino que además, se apropiaba de todo lo que pudiera favorecerle aunque perjudicara a sus hermanos?

            Reflexiona durante un momento………….. Imagínate que mañana no verás el nuevo día, ¿cómo te gustaría despedirte? ¿Te gustaría que dijeran eso tan manido de “tanta paz lleve como paz deja”? No, no somos lúgubres ni tétricos, puede pasar, de lo único que podemos estar seguros es de que vamos a morir. No sabrás lo que vas a comer mañana, ni cómo será el hotel de tus vacaciones, pero puedes estar seguro/a de que un día vas a dejar de existir en tu cuerpo físico. ¿Por qué no mañana?, ¿Alguien te ha dicho que será dentro de diez, veinte o cincuenta años?

            Reflexiona……….., reflexiona……….., reflexiona si merece la pena la vida que llevas de críticas, de enfados, de rencores, de tristeza, de silencios, reflexiona………

            ¿Qué pasaría si supieras la fecha de tu muerte y esta estuviera próxima?,  ¿No te gustaría que tus compañeros de trabajo, al ver tu asiento vacío, les inundara un sentimiento de amor y lealtad por lo mucho que has hecho por ellos?, ¿No te sentirías feliz porque cada persona con la que has tenido contacto te recordara por tu amabilidad, por tu sencillez, por tu colaboración, por tu alegría?, ¿No les harías saber a los tuyos lo mucho que les quieres, lo feliz que te han hecho, cuanto han hecho por ti?

            ¡Pues hazlo!, Cuando te levantes de la silla después de leer esto empieza a actuar como si mañana fuera tu último día en la Tierra: No critiques, ¿de qué sirve?, y además no serás criticado/a; no juzgues, ¿de qué sirve?, y además no serás juzgado; expresa tu amor a todos, ayudando, apoyando, colaborando, todos son tus hermanos, y lo verás más claro cuando dejes el cuerpo y veas tu conexión con todo y con todos. Sin cuerpo ni hay razas, no hay sexo, no hay ideologías, no hay creencias, Pero sobre todo expresa tu amor a los tuyos: que no pase ni un solo día sin decirles “Te quiero”, que no pase ni un día más sin pedir perdón por tu comportamiento crítico, que no pase ni un segundo más por tu ¿maltrato emocional?

            Así llegarás al último día de tu vida alegre, feliz, en paz y lleno/a de amor. Así la energía que te llegue el día que te vayas será amor puro, y te ayudará a seguir creciendo allá donde vayas.

Actúa cada día como si fuera el último. No lo dejes para mañana, puede ser tarde, muy tarde, puede ser que ya no estés.

martes, 14 de junio de 2011

Meditación con Kuan Yin

           Kuan Yin es  la Bodhisattva de la Compasión y es venerada por los budistas de Asia del Este. También se la conoce como la Bodhisattva china de la Compasión. El nombre Kuan Yin significa "la que oye el llanto del mundo".

Es comúnmente aceptado que la figura de Kuan Yinn es la homóloga femenina de Avalokitesvara. En Occidente suele ser conocida como la "Diosa de la Misericordia", que es su cualidad más destacada. En la mitología taoista, donde se dan otras historias sobre su origen que no están directamente relacionadas con Avalokiteśvara, es conocida como  Ci Hang Zhen Ren y es reverenciada y considerada inmortal.

Kuan Yin ha hecho voto de no entrar en los reinos celestiales hasta que todos los seres vivientes hayan completado su proceso de iluminación y se liberen del ciclo de nacimiento, muerte y reencarnación.

En la devoción popular, Kuan Yin rescata a quienes acudan a ella en momentos de dificultad, sobre todo ante los peligros producidos por el agua, el fuego o las armas. La Bodhisattva comprende los sentimientos de temor y responde a las peticiones de ayuda con su compasión. Como Madre Misericordiosa, oye las peticiones de quienes desean tener hijos.

Meditación con Kuan Yin
Sentados con la espalda recta

Respira suave y pausado, con calma y tranquilidad, permitiendo que salga toda la tensión de ti con la exhalación.
Tienes una gran sensación de paz y serenidad invadiendo todo tu ser.

Lleva la mano izquierda a tu corazón………
Tienes un gran sentimiento de amor…………

Deja que ese amor crezca y se manifieste en tu corazón……… en tu cuerpo………. Y en tu alma……….
En el centro de tu corazón tienes un Templo Sagrado………. Sólo tú tienes acceso a él………….. y ese templo es tu refugio indestructible……….

Es un buen sitio para que recojas tu mente cada día, de esa manera mantienes el camino de tu vida abierto y libre de formas de pensamiento dañinas…..
El Templo de tu corazón es luminoso, como un sol radiante…………….. En él se encuentran la gloria y el poder………. Como un pequeño universo, acogedor………. Bañado por una luz entre celeste, lila y dorada.

Si permaneces en silencio escucharás una melodía tranquila y celestial.
En el centro de ese templo hay una llama encendida, de color violeta…….

Luminosa………. Y vas a entrar dentro de esa llama………. No hay ningún peligro, es la llama del amor………… descansa ahí un momento…………….
………………….

Y observa ahora como esa llama se transforma en una cascada de agua purísima de color violeta, que va limpiando todos tus apegos………. Tus rencores………. Tus gestos negativos………. Todo lo que no te gusta de ti………. Y Perdónate………. Perdónate todo………. Perdónate por todo………..
Sal de la cascada………. Vuelve a visualizar la llama………. Y deja que entre en ella la persona a la que quisieras enviar tu perdón definitivo…… tu armonía…… tu paz……. Tu amor……..
Desde el mismo centro de la llama, en tu corazón sale un rayo de luz de amor…… hacia la persona que has colocado en la llama…….

Esa luz llega al corazón de la persona………. Y puedes ver su respuesta…….. Sientes su agradecimiento……….. Sientes su felicidad………. Sientes una liberación, en los dos, de soledades………. de tristezas……….. de rencores.
Sientes que el amor y la misericordia son muy bien recibidos………. Y te son devueltos a ti multiplicados………..

Entonces se produce una sanación de energía………. Porque la energía de amor que sale de tu corazón creó la luz sanadora más potente que existe……….
Es La fuerza de la luz y el amor que ilumina todas las almas……….

Nunca deja de iluminar………. Y es bien recibida por todos……..
Puedes sentir como una corriente de retorno llega a ti…….. Es una ley inquebrantable e infalible……… siempre recibes lo que estás enviando.

Deja que se desvanezca la imagen de la persona que habías colocado en la llama………..
Mantén tu silencio interior sintiendo esa llama en el centro de tu templo, en tu corazón……..

Ofrece ahora tus momentos de amargura a la llama violeta……… como una ofrenda de tolerancia……… y permite que se quemen……….. Hazlos polvo con esa llama de color violeta………. Todo gesto de desagrado……… de fastidio o de intolerancia……….. Debe ser purificado también a través del Perdón……….
Y según se van purificando tus emociones sientes que esa llama la Chispa Divina que habita en ti………… y te otorga la felicidad……….. la paz……….. la serenidad………..

Y empiezas a ver como una figura luminosa aparece en el resplandeciente Centro de tu templo………
Es la Virgen María…………

Has logrado que ella misma esté presente en el Templo de tu Corazón, y te regala sus bendiciones:
Repite en silencio dentro de ti:

Que la Paz de Dios sea sobre mi hogar.
Que el Amor de Dios sea en mi Corazón.

Que la Luz de Dios sea en mi Alma.
Que la Sabiduría de Dios sea en mi mente.
Que la virtud y la pureza de Dios sea en mis sentimientos.

Que la Fuerza y la Vitalidad de Dios sea entre los miembros de mi familia
Que la Salud y Bienestar de Dios sean manifiestos en mi cuerpo.

Que la Gracia de Dios sea en mi adoración.
Que los Talentos e Ingenios de Dios sean manifiestos a través de mis sentidos.

Así cada día:
            Mi fe será perfecta.

Mi voluntad será perfecta.
            Mi palabra será perfecta.

Mi acción será perfecta.
            Mis medios de existencia perfectos.

Mi memoria será perfecta.
            Mi meditación será perfecta.

Yo Soy   Yo Soy   Yo Soy
Y por siempre, la Virgen María quedará en el Templo de tu Corazón.

-          Mantente en meditación sintiendo ese amor todo el tiempo que te apetezca.
      -          Y antes de dar por concluida tu meditación, acuérdate de agradecer la ayuda que has recibido de Dios, de la Virgen María, los Maestros, de tus guías, de los ángeles.

-          Y  termina respirando más profundamente alargando la inspiración.


domingo, 8 de mayo de 2011

Meditación para sentir paz interior

Esta meditación tiene como objetivo la búsqueda de la armonía, de la serenidad y la paz interior, para liberar las tensiones, las preocupaciones y la ansiedad de la vida cotidiana.
Meditación para sentir paz interior
-          Siéntate en tu espacio de meditación.
-          Cierra los ojos.
-          Las manos apoyadas en los muslos con las palmas hacia arriba.
-          Pide ayuda: Al Dios Supremo, Padre Divino, Madre Divina, a tu Maestro Espiritual, a todos los Maestros Espirituales, a tus guías, a tu ángel de luz.
-          Ofrece los beneficios de tu meditación, a quien te apetezca, por ejemplo, envía la energía de tu meditación a los lugares donde haya guerras, allí donde se pase hambre, donde existe discriminación por razón de raza, de sexo, de creencias religiosas, ofrece los beneficios de tu meditación para que no haya ningún niño en el mundo sin una mano amiga que le guie en su crecimiento, etc.
-          Empieza a ser consciente de la respiración.
-          Respira por la nariz, y lleva la respiración abajo, al abdomen.
-          En las primeras respiraciones alarga de manera consciente la exhalación, y con cada exhalación, permite que se vaya relajando tu cuerpo, permite que vayan saliendo todas las tensiones.
-          Siente como la respiración cada vez es más lenta y el cuerpo está, cada vez,  más relajado.
-          Cuando sientas tu cuerpo relajado, comienza a sentir como con cada inhalación una corriente de energía empieza a envolver todo tu cuerpo.
-          Esa poderosa corriente de energía está trayendo a tu cuerpo armonía, serenidad y paz interior.
-          Con cada respiración date permiso para ir entrando dentro de ti, hasta lo más profundo de tu ser.
-          Quédate sintiendo, respira suave y lentamente, y siente, en la profundidad de tu ser todas las vibraciones positivas que vayan surgiendo.
-          La armonía, la serenidad y la paz están llenando completamente tu cuerpo.
-          Cuando sientas esa energía en tu interior permite que fluya y que se expanda por la habitación.
-          Imagina que por cada poro de tu cuerpo estás expandiendo la paz, la serenidad y la armonía, llenando la habitación con una luz blanca y luminosa.
-          Esa luz, esa paz, sigue avanzando hasta rodear a todas las personas que están cerca de ti.
-          Y permite que siga fluyendo esa energía hasta salir de la habitación y empiece a fluir por el edificio, por la calle, por el barrio, por la ciudad, por el país, hasta abarcar primero la Tierra y después todo el Universo.
-           Siente como ese flujo de paz te permite reconocerte como un ser divino, y reencontrarte con esa parte divina que hay en ti.
-          La energía que sale de ti esta irradiando hacia todos los seres vivos y regresa nuevamente a ti, dejándote con una sensación de paz de paz interior absoluta.
-          Te sientes completamente en paz.
-          Mantente en meditación sintiendo esa paz todo el tiempo que te apetezca.
-          Y antes de dar por concluida tu meditación, acuérdate de agradecer la ayuda que has recibido de Dios, de los Maestros, de tus guías, de los ángeles.
-          Y termina empezando a respirar más profundamente alargando la inspiración.
Es posible que con una sola meditación no notes nada, es normal. Recuerda que es necesaria la práctica, de la misma manera que es necesaria para cualquier actividad en la vida física.