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sobre mis sueños
No había contado a nadie sobre esos sueños tan extraños
y recurrentes. Una vez le conté a mama, se sorprendió, y como todo lo ve por el
lado positivo dijo “son angeles”.
Por medio de una tía que vive en Puno contacte
con unos jóvenes que practicaban “medicina cuántica y telequinesis terapéutica”,
vivían en Tacna, pero se desplazaron a Puno porque mi tía logro reunir a diez
personas entre parientes y amigos para que ellos los atendieran.
Atendieron en casa de mi tía. Cuando llegó mi
turno, me recosté en un sofá. Entraron uno por uno, y lo primero que hacían era
preguntarme que soñaba, les conté esos extraños sueños, y enseguida me dieron
un diagnóstico: Son seres extraterrestres que te quitan energía, según lo que
entendí los extraterrestres se alimentaban de mis miedos y depresiones. Es
decir que ellos me habían enfermado.
Es todo lo que dijeron y comenzaron lo que era
su tratamiento. Se movían como si jalaran algo de mi cuerpo, todo eso sin que
me tocaran un pelo, no sé si era la impresión de ver los ademanes de que
sacaban cosas de mi cuerpo, sin tocarlo, que por un momento sentí como si
realmente jalaran algo de mi columna.
Algo que para ellos era muy importante era
invocar al padre Yahveh, no a Jehova, ni decir simplemente Dios porque de esto,
decían, se aprovechan los espíritus malignos.
De ellos aprendí a comprender lo locos que somos
los equivocadamente llamados animales racionales, digo así porque no somos nada
racionales y que a lo largo de la historia nos hemos encargado de matarnos los
unos a los otros en nombre de Dios, en nombre de la patria, por un pedazo de
tierra, y que básicamente estamos dominados por intereses económicos, políticos,
sociales que únicamente buscan hacerse más ricos de lo que son.
Entre ellos se encuentran la mafia farmacéutica
encargada de volver a los pacientes en enfermos crónicos porque eso les
conviene.
Tanto así que no quieren que se descubra la cura
del cáncer, así pueden seguir ganando con las quimioterapias, algo que pocas
veces da resultados óptimos.
Además esta industria medica ve al ser humano
como un ente meramente físico sin espíritu o sin emociones, emociones que van a
influir en el cuerpo, hasta desarrollar enfermedades.
Honestamente creo que hay gente muy mala cuyo único
dios es el dinero y el poder.
Pero así como hay gente mala también hay gente
buena, ying y yang, como todo en la vida. Pero como lo importante es que
también hay amor, enfoquémonos en eso.
Sobre reproducirse:
Dicen que nunca es tarde para nada, sin embargo,
si lo puede ser para ser madre, puesto que la biología no espera, y yo ya estoy
en base tres aunque no lo parezca. Casi todas mis amigas de secundaria tienen
bebes, aun así no me nace ese sentimiento de ser madre, pero sé que en un
determinado va surgir ese anhelo, que supongo toda mujer tiene en el fondo de
su ser. Pero bueno yo por hoy no quiero bebes.
Aun me quedan interrogantes y misterios por
resolver: Antes tengo que amarme a mí como soy, y no me refiero a la enfermedad,
sino me refiero a amarme más allá del cuerpo.
He escuchado decir a gente que tiene hijos que
apenas te confirman el embarazo aflora un gran amor de dentro de ti, tan
inmenso es ese amor que podrías dar la vida por tu hijo.
No sé porque, pero a esta hora entre las cinco
de la tarde y las siete de la noche siento una paz inmensa, una gratitud con la
vida, con Dios o como lo quieran llamar, es algo para lo cual no hay palabras, es
como esa sensación de paz, en la que ayudas a alguien que lo necesita de
verdad.
A propósito de ayudar, olvide contar que
actualmente estoy ayudando en un centro educativo de niños especiales. No hago
gran cosa, pero algo es algo, ahí junto a esos angeles, soy muy feliz, porque
aunque faltan manos, sobra amor.
Hace más de dos años en una conocida emisora de radio
escuché una voz cálida. Así conocí a Maritza la persona que dirige ese centro.
Una persona como pocas, entregada a su trabajo y dotada de una paciencia infinita,
ella junto a dos profesoras más son las encargadas de los más de quince niños y
púberes de ese centro.
Actualmente aquí hay niños Down con retardo y
otros que poco importa como los clasifiquen los médicos. Lo que de verdad
importa es su esencia y esa en ellos es muy pura, además más tontos son los que
creen que ellos son tontos ellos son súper inteligentes, hasta los que dicen
los médicos “retardo mental” tienen un poder de concentración grande, y para qué
hablar de su capacidad de dar amor, claro está, todo esto gracias a una
adecuada estimulación temprana.
Como toda persona tienen sus momentos
de mal humor, pero los hiperactivos me llaman la curiosidad, no paran nunca,
parece que les hubieran implantado el chip de no sé que hormiga o algo parecido, me pregunto cómo dormirán ellos, es
seguro que lo hacen como una piedra después de tanto saltar, correr, brincar,
empujar, etc.
Soy consciente de que estoy solo unas horas con
ellos y posiblemente por eso me parecen tan lindos, intento a veces ponerme en
el lugar de sus padres, abuelos tíos, según la persona que esté encargada del
niño. Supongo que no debe ser nada fácil vivir el día a día y más de una vez se
les habrá acabado la paciencia, es comprensible.
Este año cuando llegué no encontré a una dulce
niñita que podría decirse era mi fan número uno, apenas entraba me tomaba de la
mano, me jalaba a su lugar favorito.
Cuando veía temblar mi mano me la cogía y la besaba como ella, supuestamente
una niña con retraso mental, sabía para curar el amor es lo importante, ella
quizá nunca podría resolver un problema de geometría, pero sabía lo esencial
para curar el alma.
Pero, ¿A quién le sirve un ejercicio de
geometría para la vida practica?, ¿A quién? Deberían enseñarnos a amar como esa
niña. ¡Es todo lo que necesitamos aprender!
Por un momento se me ocurrió la idea, no sé si boba, de que en la escuela en
vez de enseñarnos cosas tan inútiles, debería de haber un curso de introducción
al amor, otro seria amor nivel uno, otro amor nivel dos, y es seguro que el
mundo sería un lugar más habitable.
Pero eso sería algo absurdo, porque el amor es como respirar, es parte de
nosotros. Somos un pedacillo de amor, solo que lo hemos olvidado, y se nos ha
olvidado por tomarnos demasiado en serio el papel que nos tocó vivir en la
vida.
y dónde puede uno contactarlos? yo tambien tengo extraños sueños desde pequeño y creo que puede ser eso mismo que usted tiene
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