El mejor termómetro para saber cuan separado
estás de Dios es comprobar el apego que le tienes a la vida. Cuanto más apegado
te sientes a la vida y a lo que en ella puedas conseguir, más separado te encuentras
de Dios.
Antes de seguir es bueno recordar que
nada tiene que ver si asistes o no a los oficios semanales que publicitan todas
las religiones, porque para acercarse a Dios no es imprescindible, ni tan
siquiera necesario, entrar en las iglesias, templos, pagodas o lugares de
reunión. Dios también está ahí, porque está en todas partes, incluido el
lupanar, pero el lugar más cercano lo tienes en ti, está en tu corazón.
Siguiendo con nuestro termómetro,
puedes hacer una relación de tus apegos, tus preocupaciones, tus deseos y tus
miedos. Intenta que sea lo más completa posible, al menos que aparezca todo
aquello que de manera consciente ocupa tu mente y afecta a tus emociones. No
olvides tu preocupación por el futuro de tus hijos, por quedar bien delante de
la gente, por mantener tu trabajo, por llegar a final de mes, por mantener tu
figura, porque no se vea esa arruga, por cambiar el coche, porque te mire la
vecina del quinto, por conseguir el ascenso, por hacer una maestría, en fin,
cualquier cosa que ocupe tu mente.
Y ahora recuerda quien eres, recuerda
que has venido a hacer a la vida, recuerda de dónde vienes y adónde vas. ¿Crees
realmente que todo lo que aparece en tu lista es necesario para aprender a
Amar?, ¿Crees que alguna de ellas te acerca a Dios?
Si no es así, estás perdiendo tu
tiempo, estás perdiendo otra vida, y ya van…… Es muy posible que tengas que
cambiar tu escala de valores y empieces a valorar lo que realmente es
importante, porque todo lo que hasta el momento parece importante no lo es
tanto, en realidad no lo es nada.
¿Qué es importante para acercarse a
Dios? Lo importante para acercarse Dios
es tratar a todo el mundo como si fueran el mismo Dios. Empieza por los tuyos, dales
tu amor, tu alegría, dales estabilidad emocional, trátales con respeto, en suma
trátales como si ellos fueran Dios, sin engaños, sin gritos, sin reproches, sin
críticas, sin silencios, y cuando ya tengas un poco de práctica sigue con todo
aquel que se cruce en tu camino.
Aparte de esto “nada es importante”, y
las cosas materiales que necesites, (ojo, las que necesites), te llegarán, no
lo dudes. Así que deja de preocuparte por lo que no es importante y “ocúpate”
de lo que si lo es.
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