El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




jueves, 21 de enero de 2016

La atención: La aventura de vivir (y 3)

            En un principio es posible que te sea muy difícil llegar a ser consciente de los pensamientos, sobre todo de esos pensamientos que te pueden hacer daño, Pero si llegas a ser consciente de pensamientos de miedo, de carencia, de orgullo, de envidia, en fin, de cualquier aspecto negativo, no te enfades contigo ni con el pensamiento, solo tienes que quitarle la energía. Los pensamientos ya sabemos que son energía,  por lo tanto si le quitamos la energía el pensamiento desaparece, y la mejor manera de quitarle la energía a un pensamiento es llevar la atención a otro sitio, por supuesto de manera consciente.



            Ante los pensamientos que te abruman, ante las preocupaciones que te angustian, puedes hacer dos cosas:

1.      Llevar la atención a tu respiración.
o   Esto es meditación. Para meditar no es necesario sentarse apartado del mundo. La auténtica meditación se hace mientras vives.
o   Siente el aire que entra por tu nariz. Observa el lugar donde roza en tus fosas nasales, advierte la temperatura del aire.
o   Siente el aire que sale, mejor también por tu nariz. Observa también donde roza en tus fosas nasales, advierte la diferencia de temperatura con el aire que entra.
o   Si aun así vuelven de manera rápida los pensamientos cuenta las respiraciones, y cada vez que te pierdas o vuelvas a pensar, vuelve a comenzar por uno.

2. Cambiar el pensamiento negativo inconsciente por pensamientos conscientes de alta frecuencia del tipo “YO SOY EL ALMA”.
o   Ante cualquier pensamiento negativo contrarréstalo repitiendo en tu interior de manera consciente una afirmación contraria: Si el pensamiento es de orgullo repite “YO SOY HUMILDAD”, si es de miedo repite “YO SOY AMOR”, si es sobre la enfermedad repite “YO SOY SALUD”, si es de carencia repite “YO SOY ABUNDANCIA”, “YO SOY PROSPERIDAD”. Pero repite cuantas más veces mejor, ya que si tienes el pensamiento negativo es muy posible que sea un hábito arraigado.

Supongo que eres consciente de que con una sola vez que hagas esto no va a ser suficiente. Es un trabajo que necesita mucha perseverancia. En un solo día pasan por nuestra mente miles de pensamientos. Este trabajo se ha de realizar muchas veces a lo largo de un día. La atención ha de ser permanente, no se puede bajar la guardia.


Llevamos en la búsqueda de Dios cientos o miles de vidas, y en todas esas vidas hemos dejado que nuestra mente campe a sus anchas. En la hora de ponerle coto a la mente, una vez que somos conscientes de nuestro trabajo en la Tierra, no podemos creer, aunque nos gustaría, que lleguemos a dominarla por cambiar un solo pensamiento Son muchos los pensamientos que hemos de cambiar. Pero cuando seamos conscientes de lo que queremos y logremos dominar el primer pensamiento, habremos dado un gran paso, paso que nos ha costado toda la cantidad de vidas que llevamos viviendo en la materia.


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