Si
te hace daño algo que viene de fuera, no es eso lo que te turba, sino tu juicio
sobre ello. Te cabe la posibilidad de borrarlo. Si te hace daño alguna de las
cosas que pertenecen a tu disposición, ¿quién te impide enderezar tu doctrina?
También, si te produce daño no hacer eso que te parecía saludable, ¿por qué no
lo haces en lugar de lamentarte? “Es que hay un impedimento muy fuerte”. Que no
te haga daño: no se te acusa por no actuar. “Pero no merece la pena vivir si no
se actúa”. Sal benévolo de una vida en la que también muere el que actúa, y hazlo
además satisfecho con los impedimentos.
MARCO
AURELIO
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