Si una persona le diese tu cuerpo al primer
extraño que se cruza en su camino, por cierto que estarías enojado. Sin
embargo, no tienes ningún reparo en entregarle tu mente a la confusión y a la
mistificación ante cualquiera que tenga el capricho de injuriarte.
EPICTETO
No hay comentarios:
Publicar un comentario