El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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jueves, 10 de febrero de 2011

La cuarta dimensión

Nunca el ser humano recibió a lo largo de la historia tanta ayuda como está recibiendo en la actualidad. El momento lo requiere. La Tierra está pasando de la tercera a la cuarta dimensión, y será mucho más fácil cuantas más personas consigamos vibrar en la sintonía del Amor, porque esa es la cuarta dimensión, vibrar en la sintonía del Amor. Vibrar en la luz, en la verdad, en el compromiso, en la entrega.
Pienso en Jesús, pienso en María, en los ángeles, en los Santos, en todos los Maestros y siento como su Amor es así. Llevan toda la eternidad amándonos en nuestras pobrezas, en nuestras elecciones, en nuestros llantos, en nuestros sufrimientos, en todo nuestro ser, en cuerpo y Alma, sin exigir nada a cambio, sin darnos prisas, sin pretender nada, “solamente Amando”. Y eso es el Amor, el Amor Divino y el Amor humano, porque es lo mismo, no hay distinción. Paciente, reposado, amoroso, dulce, sonriente, libre, entregado, en la certeza de que todo está bien.
Podríamos decir muchas cosas a los que leéis este blog y nos acompañáis en cada tramo del camino, en este pasaje de la era del aprendizaje a la era del Amor, pero la principal, la primera es siempre TODO ESTÁ BIEN PORQUE TODO ES AMOR. Y cuando a pesar de todo, a pasar de conocer el camino, a pesar de conocer la teoría, os lamentéis, sollocéis y no sintáis estas palabras, añadiremos también: “Se pueden encontrar más o menos piedrecitas en el camino y tomarlas como grandes rocas, puntiagudas, imposibles de atravesar, decir que es difícil, imposibles de mover  y entonces “recular”, eso es lo que hacéis ahora. Pero también podemos ver grandes montañas, picos altos y rocosos como lo que son: una meta, un reto, un premio, un regalo de Dios en su  Grandeza. Y correr, avanzar en el camino deprisa para llegar a ellas, para tocarlas, para ver que esconden al otro lado. Y allí, en el otro lado nos será entonces revelado el aprendizaje, que será  la recompensa por haber confiado, por creer que grandes maravillas y nuevos caminos nos estaban esperando. El sufrimiento, que sólo habrá sido un poco humano, como llagas en los pies, cansancio, sed  y cosas por el estilo, será recompensado y la sed será saciada con un Amor sin límites. Un Amor que nos permitirá dar gracias y seguir avanzando, cada vez con menos miedo, cada vez más confiados, cada vez menos humanos y más uno con todo lo Divino”.
Así podremos llegar a vibrar en la cuarte dimensión, porque ahora, los seres encarnados en la actualidad, seres que estáis vibrando en la tercera dimensión estáis amando a oscuras, con miedo, con recelo, con afán de poder, con espíritu de dominio, con temor a “dar demasiado”, con temor a entregarse por miedo al sufrimiento. Si  vierais que el sufrimiento sólo es vivir sin Amor.  No es una quimera, no es una utopía, lo que haga un ser humano, lo puede hacer cualquiera; si uno ha llegado a la cumbre, todos pueden llegar, y cuantos más seamos, más fácil será la transformación de la Tierra.
Hermanos del alma, ya somos muchos los que tenemos un pie en el otro lado, no te quedes atrás por una tontería, perdona a tu hermano, a tu vecino, a tu amigo, bendícele y amale, para aceptar sólo se necesita un instante, para amar también, créetelo, no necesitas una vida monástica para amar, es posible que tengas el mejor campo de entrenamiento para practicar el Amor, la familia, haz de tu familia una familia divina y todos juntos nos encontraremos en nuestra próxima encarnación vibrando en la nueva sintonía de la Tierra, en la cuarta dimensión.
Allí os esperamos hermanos del alma, con Amor, con humildad. Hasta entonces, ¡feliz viaje!
Entrada publicada por Elisenda y Hari Krishan.   

domingo, 9 de enero de 2011

Revisión de la vida

            En algún momento cuando dejamos el cuerpo, pasan delante de nosotros, como si de una película se tratase, todas las escenas de nuestra vida.
            En esa revisión no se buscan cuales han sido nuestros logros materiales, se analiza si se han aprovechado todas las oportunidades que habíamos programado antes de entrar en el cuerpo, para lograr el objetivo de los compromisos adquiridos.
            Si en nuestra revisión comprobamos que se han cumplido todos los objetivos, ¡fantástico!, misión cumplida, a preparar la próxima vida. Pero si comprobamos que no se han cumplido los objetivos, o que incluso hemos dado un paso atrás añadiendo débitos a nuestra cuenta kármica, no pasa nada, solamente que repetiremos objetivos en la próxima vida.
            Pero…….. ¿Cuándo podrá ser la próxima vida?, y ¿dónde? Si se cumplen los objetivos previstos para la Tierra, (todos tenemos objetivos), que parece ser que sí se están cumpliendo, en poco tiempo, la Tierra habrá dejado de vibrar en la frecuencia actual que la mantiene en la tercera dimensión y, vibrará en las frecuencias más sutiles de la cuarta dimensión, lo que supone que los habitantes de la Tierra tendrán que vibrar también en la misma frecuencia para poder habitar el planeta.
            Cumplir nuestros objetivos marcados para la vida terrenal significa acercarse a las sutiles vibraciones de la cuarta y quinta dimensión, y eso sucede porque nos vamos desprendiendo de las energías pesadas y lentas del miedo, de la envidia, de los celos, de la arrogancia, de las dudas, del orgullo, de la rabia, etc., y nos invaden las energías  sutiles del amor, de la bondad, de la humildad, de la compasión. Eso es signo inequívoco de que vibraremos como la Tierra y nos garantiza que habrá próxima vida y será en la Tierra, para seguir la evolución sin retrasos según el plan establecido.
            ¿Qué pasará con los que se mantengan en tercera dimensión? Los que se mantengan en la tercera dimensión no van a poder encarnar en la Tierra ya que no estarán preparados para resistir la energía de cuarta dimensión del planeta y sus habitantes; pero tampoco van a tener un planeta donde encarnar, ya que ningún planeta de nuestro Universo estará vibrando en su frecuencia para que puedan seguir su lenta evolución desde el punto donde se encuentren, por lo que tendrán que esperar a tener preparado un planeta para sus necesidades, lo cual podría tardar del orden de dos mil quinientos millones de años.
            Y mientras ellos esperan, una parte de sus camaradas de promoción seguirán avanzando. Ellos, los que esperen, también seguirán el curso, ya que todos terminaremos la carrera, pero la repetición de su curso será dentro de muchísimo tiempo, cuando el resto estamos ya disfrutando del hogar divino.
            Pero creo que podríamos hacer algo para tratar de recuperar el terreno perdido, o al menos, si en tu caso: ¿Por qué no haces ahora el mismo ejercicio que tendrás que hacer el día que dejes el cuerpo? Si, mira la película de tu vida: Siéntate en tu espacio de meditación y deja que pase la película de tu vida delante de ti, con serenidad, con honestidad, con sinceridad, y observa, como un observador imparcial, sin ningún tipo de juicio ni de crítica, cada aspecto de tu vida.
            La película de tu vida que has de rebobinar delante de ti, no son los objetivos físicos, esos no tienen ningún valor, son los objetivos morales, los objetivos del corazón los que has programado antes de aparecer en la Tierra: Piensa si existe alguna persona que te cae mal, ahí hay trabajo a realizar; piensa en tus engaños de palabra o pensamiento, ahí hay trabajo que realizar; piensa en cada vez que sientes rabia, cada vez que gritas, cada vez que te enfadas, cada vez que te preocupas, cada vez que juzgas, cada vez que comparas, cada vez que desprecias, cada vez que criticas, cada vez que sientes celos, cada vez que piensas “te fastidias”, cada vez que ocultas la verdad, cada vez que discriminas, cada vez que tratas a los otros como diferentes a ti, cada vez que no respetas la libertad de los otros, cada vez que manipulas; ahí hay trabajo que realizar. ¡Haz el trabajo!, no lo dejes para mañana, empieza ahora.
            La Tierra ya lleva años cambiando su frecuencia, en la actualidad ya hay muchos de sus habitantes vibrando en esa misma frecuencia. No te quedes atrás, porque cuando dejes el cuerpo y te des realmente cuenta de todo lo que hay al otro lado de la materia ya será tarde para ti. Lo tienes que hacer ahora. Si los demás hemos podido, ¿Por qué tú no?, todos somos iguales, no hay nadie que sea superior a nadie. Si uno puede, todos pueden; si uno llega, todos llegan, ¿por qué tú no?