Dice el Maestro en el mensaje
anterior: “El camino hacia la Verdad Divina es el mismo camino que hay desde el
hombre hacia su corazón”. Pero, ¿Cuántos seres humanos han realizado ese
camino?, ¿Cuántos lo están caminando?, ¿Cuántos han llegado al corazón? No parece
observando el mundo que sean muchos los que lo hagan.
Por lo tanto, si no son muchos los
que han recorrido ese camino, o que lo estén recorriendo, quiere decir que no
son muchos los seres humanos que realmente conozcan la Verdad Divina, que no son
muchos los que viven el Amor, que no son muchos los que ven a los demás como si
fueran ellos mismos.
Y ¿Dónde buscamos entonces la Verdad?,
porque lo que sí está claro es que los seres humanos buscamos, con más o menos
acierto, la unidad con lo Divino, buscamos la paz, buscamos el amor, buscamos
la Verdad.
La mayoría de las personas buscan la
Verdad en las múltiples, variadas y variopintas religiones. Sin embargo, no
parece que la encuentren, porque cada religión vende su verdad, y ninguna de
esas verdades, es claro que no puede ser la Verdad. La Verdad es una, es clara,
sin matices, sin distorsiones, sin calificar nada como bueno o como malo, porque
la Verdad Es.
Las personas que se han dado cuenta
de que con la religión no van a llegar a ningún punto en concreto, ni van a
conocer prácticamente nada, buscan en otros lugares, como son libros, cursos o
filosofías. Y aunque son tantos, tan variados y tan variopintos como las
religiones, si parece que algunos se acercan algo más. Al menos hablan de
viajar desde la mente al corazón.
Lo difícil es llegar al corazón. No
conocemos muy bien el camino, ya que acostumbrados a vivir en la mente, solo
conocemos lo que ella nos presenta, que en la inmensa mayoría de las personas
es el miedo. Por lo tanto hemos de realizar el viaje a nuestro interior a
través de lo conocido, a través del miedo. Cuando hacemos eso, el miedo empieza
a desaparecer, de la misma manera que desaparece la oscuridad cuando accionamos
el interruptor de la luz. Si cuando hay oscuridad no luchamos contra ella y lo
único que hacemos es dar la luz, con el miedo hemos de hacer lo mismo, no
luchar contra él, sino solamente activar el amor.
Amor significa aceptación. Aceptación
de uno mismo tal cual es, aceptación de los demás tal como son, sin juzgar
nada. La vida, las personas, los acontecimientos, son como son y no hemos de
tener ningún interés en como deberían ser, en como tendrían que ser, o en como
pensamos nosotros que han de ser.
Así nos acercaremos al corazón, ya
que el instrumento del amor es el corazón, y el corazón está interesado en todo
lo que es, solo en lo que es, no en lo que se juzga como bueno o como malo. Si
nos abrimos a vivir desde el corazón, comenzaremos a entender y a vivir la
Verdad, comenzando a aceptarnos a nosotros y a los demás tal como somos, sin
más.
La Verdad es muy simple. Somos seres
divinos, todos somos lo mismo, todos somos hermanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario