El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




jueves, 3 de enero de 2013

La Nueva Religión (III)


(Continuación de la Nueva Religión II)
A la nueva religión, a la religión del Amor, no hay que apuntarse, ni bautizarse, ni circuncidarse, ni aceptar públicamente a Dios y a su profeta. Y no hay que hacer ninguna pantomima, porque la nueva religión crecerá en la persona, a medida que la persona vaya aprendiendo a Amar.
No nacemos en pecado, de entrada, porque el pecado no existe, pero aunque existiera, ¿Que pecado podría haber cometido un bebé que sale por primera vez al mundo?, ¿Cómo va a ser él, el responsable de lo que pudieron hacer unos personajes de ficción en un mundo imaginario?
La auténtica desgracia, es que el 99’9% de los niños, no tienen un modelo. Sus padres, maestros y educadores no saben lo que es el Amor, por lo que difícilmente pueden enseñarlo. Por lo tanto, nos toca a los mayores, aprender primero, para enseñar después.
Aquí empieza nuestro trabajo: Desprendimiento de lo viejo y aceptación de lo que Es.
Nuestro trabajo es un trabajo de sanación que se ha de realizar aceptando. ¿Aceptando qué?, aceptando el dolor, aceptando el sufrimiento, aceptando el miedo, aceptando a las personas tal cual son, aceptando a la vida.
¿Cómo hacerlo?: Piensa en algo que te haga sufrir, que te de dolor, que te avergüence; puede ser inseguridad, impaciencia, pereza, etc., y cuando lo hayas elegido busca dentro de ti, de manera honesta, la razón de cuál es el motivo real. Si te das cuenta de lo que es, te ablandas, lo toleras, lo perdonas y lo amas, pero no juzgues esa razón, sólo acéptala, ya que si la juzgas, ese nuevo juicio y esa nueva crítica estarán, también, basadas en el miedo y volverás a generar algo de lo que también tendrás que desprenderte. Sólo acéptalo.
¿Qué es lo que hay debajo de nuestra necesidad de juzgar?, sólo miedo, miedo a enfrentarnos con nuestra propia oscuridad, casi me atrevería a decir que es miedo a vivir, es falta de Amor.
No juzgues nada, las cosas son como son y no hemos de tener ningún interés en como deberían ser, en como tendrían que ser, en como pensamos nosotros que han de ser.
La conciencia social, políticos, religiosos, los estándares  de salud y de belleza nos dan modelos y normas de cómo deberían ser las cosas, o de cómo deberíamos comportarnos. Tratan de definirnos lo que es bueno, lo que hay que hacer, lo que está bien visto.
Pero nosotros estamos intentando contactar con el Amor, y el Amor no está interesado en definir que es bueno y que no lo es, porque el Amor sólo está interesado en la realidad.
El instrumento del Amor es el corazón y el corazón está interesado en todo lo que es, sólo en lo que es, no es lo que se juzga como bueno o como malo; y si nos abrimos a vivir desde el corazón nos liberamos del juicio de manera inmediata, y aceptamos quienes somos, sin más. No quienes queremos ser, o quien quiere la sociedad que seamos, aceptamos quienes somos.
¿Cómo sanar los miedos que anidan en nosotros?
Todos los miedos, todos los traumas, todos los sufrimientos, son experiencias del pasado, y eso es lo que hay que sanar, ¿Cómo?: volviendo al pasado, volviendo a esa experiencia, pero de una manera amorosa, es decir, revivir la situación, pero estando centrados en el corazón, no dándole vueltas a la mente: Para eso, siéntate en soledad y en silencio. Trae a tu mente la situación y obsérvala como si estuvieras viendo una película, sin plantearte nada, para evitar ningún tipo de emoción. Y así simplemente observando lo que sucede, se crea una especie de separación entre el suceso y la persona, y es esa separación la que hace a la persona dueña de la realidad, pudiendo aceptar el suceso completo, sin volver a enjuiciarlo, ya que la persona comprende desde el corazón,  que para todo hay una causa, es una experiencia más para el alma, y no tiene por que quedar grabada en la mente.
Si por cualquier circunstancia, sintieras malestar, sintieras incomodidad, rabia o cualquier otra sensación o emoción: perdona a las personas que aparecen en tu recuerdo y bendice a esas personas y a la situación, y hazlo tantas como fueran necesarias, hasta que realmente sientas que fue un aprendizaje, que fue una experiencia necesaria en tu vida. Hasta que la observes de manera imparcial, como si no fuera un episodio de tu vida.
Puedes utilizar la siguiente fórmula para perdonar y bendecir:
PERDONAR:
·         Sube las manos a la altura de los hombros, con los brazos al lado del cuerpo, cómodamente relajados, las palmas al frente.  
·         Lleva la atención al corazón.
·         Visualiza a la persona o personas que quieres perdonar delante de ti:
o   Lleva la atención a tu corazón sintiendo que sale un rayo de luz, igual que de las palmas de tus manos, y repite en tu interior:
o   Yo te perdono, cualquier cosa mala que me has hecho, voluntaria o involuntariamente, con pensamientos, palabras, hechos y omisiones, incluso aunque ya no te acuerdes de lo que es.
·         Y después dile:
o   Y tú, perdóname por todo el daño que te he hecho, voluntaria o involuntariamente, con pensamientos, palabras, hechos y omisiones, incluso aunque ya no me acuerde de lo que es.
BENDECIR:
·         Mantén las manos arriba y la atención en la luz que sale de tu corazón y de tus manos.
·         Piensa en un momento feliz que te haga revivir una emoción o sentimiento de alegría o felicidad, (puede estar relacionado con cualquiera, o con cualquier situación).
·         Siente la emoción de ese momento feliz.
·         Visualiza nuevamente a la persona, personas o a la situación que quieres bendecir delante de ti, y repite en tu interior, sintiendo esa energía que sale de tu corazón y de las palmas de tus manos:
o   “Yo te bendigo con paz, con amor, con alegría, con serenidad, con abundancia y prosperidad......”. Bendice con todo lo bueno que deseas, como si fueras tu mismo”.
Cuando somos capaces de relacionarnos con todos los papeles y todas las escenas que hemos ido interpretando en nuestra vida, quedamos libres para vivir desde el corazón. Es entonces cuando estamos preparados para ser felices.
Es con las personas más cercanas a nosotros, nuestros amigos, nuestra familia, nuestra pareja, con los que tenemos que comenzar nuestro trabajo. Para eso podemos aplicar la Regla de Oro: “No quieras para los demás lo que no desees para ti”. Es fácil aplicar la Regla de Oro en desconocidos, porque como sólo estamos con ellos un ratito, podemos colocarnos la máscara de las visitas y tratarles con amabilidad, con respeto, y hasta con amor. Con los extraños, el trabajo que se ha de realizar es de pensamiento, no hacer juicios de valor en nuestra mente, ni realizar ninguna crítica mental, aceptarlos sin más. Habremos avanzado en nuestro trabajo cuando consigamos estar delante de cualquier persona, sea la que sea, sea como sea: rico, pobre, limpio, sucio, hombre, mujer, etc., y mantengamos la mente en silencio.
El trabajo de acción, se realiza con los nuestros: familia, amigos, compañeros de trabajo. ¿Recordamos que es el Amor Divino?: El Amor Divino es aceptación de uno mismo, es aceptación del otro tal cual es, es dar a cambio de nada, es aquello que te hace feliz haciendo que los demás sean felices, es comprensión total, es alegría, es colaboración, es amar sin juzgar, sin culpar, sin criticar; es ver a Dios en tu pareja.
Reflexiona, ¿Es este el Amor el que repartes a los tuyos?, ¿Es así como te relacionas con ellos? La prueba de la madurez del carácter es vivir bajo estas premisas, es conseguir que la familia, amigos y conocidos sean felices a tu lado.
(Continuará)
Capítulo II, (Parte III) del libro Vivir desde el corazón es más fácil.

miércoles, 2 de enero de 2013

Moneda de cambio


            Siempre nos devuelven el cambio con la misma moneda. Y la misma norma también es aplicable a los cambios emocionales.
            Esa es la razón por la que casi todo el mundo nos trata de la misma manera, diferente de como tratan a otras personas, a las que curiosamente, también todo el mundo coincide en el trato.
            Hay personas a las que se trata con respeto, a otras con desprecio, a otras de manera agresiva, a otras se las ignora, etc., etc., y un buen número de personas coincide en esa forma de trato.
            No es más que la moneda de cambio. La persona a la que se trata con respeto, es, sencillamente, porque se hace respetar; a la que se trata con miedo, es porque eso es lo que inspira, y así sucesivamente, cada persona recibe el trato que merece. Su carta de presentación es la energía que emana, es la energía que la envuelve, y es esa energía lo primero que perciben las personas con las que nos vamos encontrando, es nuestra seña de identidad, es como si fuéramos reclamando un trato determinado.
            De nada vale que la persona triste se ponga la máscara de la alegría, porque la energía que emana no se puede disimular, es de tristeza, por lo que las personas que interaccionan con ella es eso lo que reciben, tristeza, y su reacción inconsciente es responder a lo que recibe, es responder a lo que trata de esconder la máscara.
            Por lo tanto, si el trato que recibes de las personas con las que te vas encontrando, no es lo que deseas, no culpes a los otros, la culpa sólo es tuya. Responden a lo que sale de ti. Si quieres que las personas te traten de diferente manera, sólo has de cambiar tu energía.
            Para ello, observa como es el trato hacia ti de la generalidad de personas que te rodea y comparte tu vida. Es muy posible que creas que el trato que recibes es injusto. No lo es, es lo que estás pidiendo, y si deseas un cambio, en tus manos está modificarlo.
            Analiza “que” y “como” lo recibes, y a partir de ese momento permanece atento a tus pensamientos. Podrás comprobar que en tus hábitos de pensamiento se encuentra la razón primordial del trato que recibes. ¡Cámbialo!, de manera consciente. Respétate a ti mismo, valórate, amate, para que así, los demás, te amen, te valoren y te respeten.
            Ya sé que hay personas que parecen intratables, pero si las observas detenidamente podrás comprobar que la falta de autoestima, o el miedo, o el orgullo, o la soledad, o la tristeza, o las ansias de poder, etc., etc., es lo que permanece de manera permanente en su pensamiento, por lo que la energía que les envuelve, no deja penetrar otras energías. No son conscientes de la vida que fluye a su través y a su alrededor.
            Con estas personas, que parecen intratables, también se puede conseguir que modifiquen su trato. ¡Bendícelas!, bendícelas casi de manera permanente. La energía de la bendición es amor en estado puro, es amor divino, y no hay nada que pueda resistirse a la energía del amor. De esta manera, se crea una conexión de amor entre tu corazón y el suyo, (de momento mientras dura la bendición, pero que se irá fortaleciendo a medida que bendices), que va a hacer que su trato hacia ti sea amable, muy diferente con el que castiga al resto de los mortales.
            Recuerda, “todo es técnica”, esto también, y como cualquier técnica, para conseguir la maestría, necesita de voluntad, trabajo y paciencia.
            Se voluntarioso, trabajador y paciente, y te sorprenderán los resultados.
 

viernes, 28 de diciembre de 2012

Contrastes (Sin palabras)

Extrema pobreza


Tesoros del Vaticano
                                                         

Chabolas



Palacio de la Zarzuela
                  







                                               

Campo de refugiados
Ciudad del primer mundo
                                                                                                                     
                                                      




Hambruna
Gran Buffet














Mas camas de hospital



 




Habitación en hospital de Madrid
                                                   


               

domingo, 23 de diciembre de 2012

La nueva religión (II)


Continuación de La nueva religión (I)
Está surgiendo una nueva sociedad, un nuevo estado del Ser, basado en el Amor y en los valores del corazón. Va a ser una transición de lo viejo a lo nuevo, y somos todos nosotros con nuestra energía los que vamos a realizar ese cambio.
Y para que se produzca ese cambio, para el resurgir de esta nueva sociedad ha de cambiar nuestra energía, y esa energía cambia cuando pasamos de vivir desde la mente a vivir desde el corazón, esa energía cambia cuando cambia la conciencia; es decir cuando cambiamos nosotros, porque la conciencia es lo que nosotros somos.
¿Qué hay ahora en la conciencia?, ¿Qué es lo que tiene que cambiar?: Tenemos que ser conscientes de que estamos atados a nuestros pensamientos, para permitir que estos cambien y desaparezcan las viejas energías, y así despertar a una conciencia basada en el corazón.
Nuestra conciencia está llena de miedo, miedo al rechazo, miedo a la soledad, miedo al qué dirán, miedo a no llegar o miedo a pasarnos, y necesita reafirmase a si misma constantemente, buscando siempre validación externa, buscando la aprobación del exterior; y toda nuestra vida se ha construido, de manera inconsciente, (siempre estamos en piloto automático), sobre ese miedo. Cuando la mente es nuestro centro, estamos encogidos por ese miedo y eso nos hace estar constantemente a la defensiva, tenemos que defender nuestro espacio, siempre nos falta algo, siempre tenemos necesidad de más: Más amor, más dinero, más poder, más aceptación, más atenciones.
La base de nuestros pensamientos y sentimientos es como un agujero negro, un vacio que nunca puede ser llenado, y para aliviar ese miedo, para tratar de llenar ese vacío, nos vamos al exterior y nos aficionamos al poder, al halago, a la admiración. Confiamos en el juicio de otras personas, ¡que poco nos valoramos, nos respetamos y nos queremos!, no confiamos en nosotros, y le damos nuestro poder a cualquiera que pasa por delante de nosotros.
Confiamos en el juicio de otras personas y nos ponemos nerviosos sobre lo que la gente piense de nosotros. Es importante para nosotros porque nuestra autoestima depende de eso y, sin embargo, nuestra estima desciende y desciende, porque hemos entregado nuestro poder a otras personas.
Y nuestra conciencia cree que así está satisfaciendo el anhelo del alma por la unidad con lo Divino, por la paz y el amor, pero ese anhelo, que es la llamada de Dios, la llamada de nuestra propia naturaleza y nuestra propia esencia, no hay que buscarlo porque ya está en nosotros: Nosotros somos a imagen y semejanza de Dios nosotros somos Amor.
Lo que queremos es el Amor incondicional, es sentir esa energía que llamamos Dios. Pero nosotros ya somos esa energía, en nosotros ya está la Luz, ya está el Amor, ya está la Paz; y si vamos a nuestro interior a través del miedo, que es lo que conocemos, el miedo se disuelve igual que desaparece la oscuridad, en cuanto conectamos la luz. No hay que luchar contra la oscuridad, solo hay que dar al interruptor. No hay que luchar contra el miedo, solo hay que activar el amor.
Sólo hay que contactar con el Amor, y Amor significa aceptación de uno mismo tal cual es, Amor significa aceptación de los demás tal como son. Sólo cuando nos demos cuenta de que el vacio no puede ser llenado de ninguna manera desde el exterior,  empieza el cambio.
Cuando nos dejamos de identificar con lo que siempre hemos hecho y con lo que nos han enseñado, se genera un estado de confusión, y nos surgen las preguntas del millón, ¿Qué quiero realmente?, ¿Quién soy?, ¿Adónde voy?, ¿De dónde vengo?, ¿Qué hago realmente acá?
Aquí empieza el trabajo, es un trabajo de sanación que se ha de realizar aceptando. ¿Aceptando qué?, aceptando el dolor, aceptando el sufrimiento, aceptando el miedo.
(Continuará)
Capítulo II, (Parte II) del libro Vivir desde el corazón es más fácil.

sábado, 22 de diciembre de 2012

La nueva religión


Capítulo II: La nueva religión
Cuando hago el bien, me siento bien;
cuando hago el mal, me siento mal, y esa es mi religión.
Abraham Lincoln
Vivir desde el corazón, es vivir el Amor, y el Amor es la base de la nueva religión en esta Era de Acuario, que recién comienza.
Pero antes de iniciarnos en la nueva religión, tenemos que hacer un repaso de las actuales. No sé si alguien sabe realmente cuantas religiones hay en la actualidad, ¿Cientos?, ¿Miles? En algún sitio he leído que existen tantas religiones como personas, y es posible que haya algo de razón en tal aseveración, porque muchas personas se confiesan seguidores de una u otra religión, pero también confiesan que no practican las reglas que su religión impone. Pero por si no fuera suficiente el reconocimiento de su falta de cumplimiento, si se observa el comportamiento de muchos seguidores de cualquier religión, tampoco parece muy coherente con los principios que su religión exige. Por lo tanto, si no realizan las prácticas y si su modelo de vida no es acorde a los preceptos de su religión, ¿Qué clase de seguidores son?
Creo que es imposible conocer los postulados de todas, pero leyendo y analizando las más importantes, se puede comprobar que predican grandes enseñanzas, y que existen bastantes semejanzas entre ellas, pero también tienen grandes lagunas, difícilmente aceptables. Una de las más importantes es la discriminación en casi todas las religiones más conocidas. Porque si predican que se ha de amar al prójimo, ¿Cómo pueden los mismos dirigentes discriminar al prójimo, por razón de sexo, por razón de raza o por pertenencia a otra religión, sólo por citar los más importantes? Otra podría ser su afán por atemorizar con castigos terroríficos, si no se cumplen las reglas, las normas, los principios, los preceptos, los mandamientos, o como deseen llamar a todas las exigencias que dictan a sus seguidores. El no cumplimiento de esas normas genera lo que se denomina pecado.   
Algunas de las definiciones de pecado son:
·         Transgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno.
·         Trasgresión voluntaria de los mandamientos religiosos o divinos.
·         El pecado es una ofensa a Dios. Es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo.
·         Desviación moral del ser humano que lo lleva a una conducta ofensiva a los ojos de Dios. El pecado impide la relación con Dios.
·         Acción deliberada y engañosa, contraria a la voluntad de Dios expresada en la Ley. 
El Hinduismo, sin embargo, no percibe al pecado como un crimen contra Dios, sino como un acto contra el dharma, (orden moral), y contra el propio ser de uno. 
El concepto de pecado, no existe tampoco en las enseñanzas de Buddha. En sus enseñanzas existe el concepto de acción-reacción, (karma), es decir que nuestros actos traen consecuencias. Observar la motivación y la intención de nuestras acciones y mantenerlas apegadas al amor compasivo evita la acumulación de karma negativo.
Resumiendo, se ofende a Dios en religiones como la cristiana, judaica e islámica, por citar algunas de las más conocidas, pero no se le ofende en otras, como el hinduismo o el budismo, aunque el budismo no sea exactamente una religión.
¿Quiere esto decir, que si un hinduista realiza una acción que en la moralidad cristiana se cataloga como pecado, Dios no lo tiene en cuenta?, o ¿Sí lo tiene en cuenta sin que lo sepa el hinduista y, por lo tanto, le condena sin que él sepa que está pecando?, o ¿Lo tiene en cuenta para el cristiano, condenándole al fuego eterno, y no para el hinduista?
¿Cómo puede ser que siendo Dios Único, y siendo todos nosotros Sus hijos, se comporte de manera tan extravagante en función de la creencia de la persona?, ¿Cómo puede ser que publiciten el viaje para llegar a Él por caminos tan distintos?, ¿No será un intento de dominio y manipulación de unas personas sobre otras? ¿No será el pecado sólo un intento más de ese dominio y esa manipulación de las distintas religiones, a través del miedo?
La realidad es que no existe el pecado. Dios no se ofende por nada de lo que los humanos podamos hacer, decir o pensar, y no se ofende porque Dios es Amor, Dios nos ama sobre todas las cosas, y Él sabe, mejor que nadie, que lo que hagamos, digamos o pensemos los humanos, es cosa del ego, no del alma. Para Dios somos como un bebé para su mama, no hay nada que perdonar al bebé, porque nada de lo que haga ofende. Somos bebés de Dios, estamos creciendo, y de la misma manera que el bebé está aprendiendo a vivir en la vida física, nosotros estamos preparándonos para vivir la vida eterna. Y en ese aprendizaje, podemos cometer errores, que no pecados.
Esos errores son necesarios, no, más que necesarios son imprescindibles para que el alma asimile la experiencia. Difícilmente se aprende cuando todo está bien, se aprende de los errores. A veces, caemos en el error más de una vez, pero no importa, lo importante es rectificar ese error, es aprender, para que una vez aprendido, no vuelva a repetirse. Dios, ante nuestro error, en su Magnífica Bondad, sólo debe de esbozar una sonrisa, como diciendo: “Vaya, otra vez”; igual que cuando la mamá tiene que limpiar a su bebé una y otra vez. Pero es, precisamente de esos errores, de donde va a salir el afianzamiento de la experiencia para el alma. Experiencia que una vez asimilada va a hacer que nunca más se repita el error, ni en esta, ni en ninguna otra vida. Lo que se ha aprendido, se conserva para la eternidad.
Aunque no exista el pecado y no seamos condenados al fuego eterno que prometen las religiones, nuestras acciones, si que tienen consecuencias, tanto en nuestra vida física, como en nuestra vida fuera del cuerpo. A cada acción le corresponde una reacción, y esta teoría científica, sí que está recogida no sólo en las religiones que postulan por el pecado, (aunque no les interesa publicitarlo), sino también, por todas aquellas que no lo contemplan. Ni el más mínimo pensamiento queda fuera de esta ley, hemos de recordar que el pensamiento es energía.
Es esta cadena de acciones y reacciones, de caer en el error, levantarse, rectificarlo y aprender, la que nos ata a la rueda de nacer y morir, una y otra vez. ¿Hasta cuándo?, pues hasta que nuestras acciones, nuestras palabras y nuestros pensamientos, sean sólo impulsados por el Amor, pero sin deseos, sin apegos, sin esperar nada a cambio, ni recompensas, ni felicitaciones.
Si Dios es Amor, y nos ama sobre todas las cosas, no puede más que desear para nosotros el bien, y si los que se califican como sus representantes no vibran en su misma sintonía, es posible que sean unos farsantes. Sus auténticos representantes deberían amar sobre todas las cosas y desear únicamente el bienestar físico, mental, emocional y espiritual, de todos, no sólo de los que siguen sus normas; y en vez de perder su tiempo atemorizando, a todo lo que se mueve, con horrores eternos si no hacen lo que ellos predican, podrían dedicar su vida a enseñar a amar y a servir a todos, que es la auténtica y verdadera enseñanza de los Grandes Seres de los que se proclaman sus representantes.
Las religiones actuales, han tenido, sin duda, un papel importante en el devenir de la humanidad mientras esta estaba dormida, pero una parte de esa humanidad, aunque aun no muy representativa todavía, está entreabriendo los ojos a una nueva realidad. Estamos en el inicio de una nueva era, de una nueva civilización, y las estructuras de poder conocidas, las religiones entre ellas, han quedado obsoletas, necesitamos nuevas estructuras y nueva religión. No nuevas religiones, necesitamos sólo una, porque solo hay un Dios, porque todos somos hermanos que caminamos en busca del Padre, necesitamos una religión que vibre en la sintonía de Dios, una religión que se base en el Amor.
¿Qué pasará con las actuales religiones? Pues………. Mucho me temo que, más tarde o más temprano, no les va a queda más remedio que desaparecer, ya que  cuando los seres humanos vayan despertando y sean conscientes del gran engaño que los hombres han montado alrededor de la vida de los Grandes Seres aprovechando su sueño, se separarán de las religiones, dejando a estas sin seguidores y sin razón para su existencia.
Esa nueva religión es la religión del Amor.
(Continuará)
Capítulo II parte 1 del libro Vivir desde el corazón es más fácil. 

viernes, 21 de diciembre de 2012

Feliz Navidad




Meditación: Comunicación celestial.

           
          Esta es una meditación de Kundalini-Yoga, enseñada por Yogui Bhajan.
 
          Cuando cantes este mantra identifícate y sintoniza con el significado de sus palabras y sus gestos.
 
            Al identificarte con estas cualidades te limpiarás de lo superfluo y conectarás directamente con la esencia de tu Ser.
 
 
 
      

  Postura:
· Siéntate en postura fácil con la espalda recta. 
  Mudra:
· Haz los movimientos de la figura, que también puedes ver en el vídeo, donde también tienes la música.
  Ojos:
· Cerrados. 
  Mantra:
· Guru Gayatri Mantra.
                                   - Gobinde (sustentador)
                                   - Mukande (liberador)
                                   - Udare (Iluminador)
                                   - Apare (infinito)
                                   - Hariang (destructor o transformador)
                                   - Kariang (creador)
                                   - Nirname (sin nombre)
                                   - Akame (sin deseos) 
  Realización:
· Canta el mantra acompasando con el movimiento de las manos. 
  Tiempo:
. 11 minutos.
 
 






          

martes, 18 de diciembre de 2012

La Era de Acuario (II)


            La constelación de Piscis, está representada por dos peces colocados en oposición, y los grandes acontecimientos de la Era de Piscis tienen relación con el agua. El pez es el símbolo religioso de los cristianos.
Cada una de las constelaciones zodiacales tiene una palabra clave a la que obedecen los pueblos cuando están bajo su regencia. La palabra de Piscis es "yo creo", por eso la civilización europea, obedeciendo a las vibraciones de su constelación, se estableció sobre bases religiosas, o sea, el poder papal y el dogma de la fe.
Cada era está representada también por un chakra. En el caso de Piscis, es el chakra solar. El chakra solar es el centro del poder, de las emociones, de la voluntad. Este centro puede acoger las fuerzas de la naturaleza inferior o la voluntad del alma superior. Cuando la voluntad inferior del ser humano, se ajusta con la voluntad del alma superior, es cuando la persona entra en el verdadero sendero espiritual.
Mantener fuera de control este chakra hace que las emociones se desboquen. Una de las principales características de este signo es su profunda emotividad y, también, la búsqueda de sabiduría. Por tal motivo, la humanidad perteneciente a la Era de Piscis buscó la manera de llegar al conocimiento través de la actividad espiritual formal (las grandes religiones monoteístas, el acentuado misticismo de la Edad Media) y la ciencia (el Renacimiento, el Siglo de Oro, la Revolución Industrial), pero ciertamente no logró manejar adecuadamente sus emociones y, por ello, muchas circunstancias escaparon a su discernimiento.
De esta manera, la Era de Piscis, que se inició con el amoroso apostolado de Cristo, desembocó en la intolerancia de la Inquisición, continuó con el severo deterioro del medio ambiente que causaron los excesos de nuestra tecnología y finalizó con sendas guerras mundiales.
El hombre de la Era de Piscis fue un individuo que intentó por todos los medios plasmar sus sentimientos, y si bien fue capaz de los actos más altruistas también causó graves desastres. Como sentimental, vivió en un mundo donde prevalecieron las desbordadas emociones del cuerpo sobre el equilibrio espiritual del alma. Adquirió enormes cantidades de conocimiento… ¡pero no supo manejarlas!
La civilización de Piscis ha presentado sus características definidas y distintas a las de las otras civilizaciones, y coincidirá el fin de esta civilización con un cambio total de las costumbres y las creencias.
Se termina el mundo de Piscis y comienza el mundo del Acuario, con una nueva estructura, una época de transición. Se derrumba una civilización y se levanta una Nueva Era y todo sufrirá una transformación, una evolución: la política, la ciencia, la religión, el arte, la filosofía, la moral, en fin, todo será transformado.
Desde el punto de vista filosófico; el mundo está entrando en una época de sapiencia y saliendo de una época de creencia, ya que la palabra clave de la constelación de Acuario es "yo sé". Sólo hay que observar que lo que está presenciando el hombre de hoy en materia de ciencia es algo asombroso, sin precedentes en la historia. Esto, a no dudarlo, está trayendo un despertar en la humanidad en todos los aspectos del pensamiento. La ciencia está comprobando hoy la verdad de postulados filosóficos antiguos que son base de los conocimientos actuales, por ejemplo: la ciencia está comprobando el principio hermético que dice "todo es vibración, nada está en reposo". Einstein, al presentar la teoría de la relatividad, no ha hecho sino afirmar el principio hermético que dice: "los planos se corresponden, todo es relativo"; "como es arriba, es abajo".
Por un lado se celebran los grandes avances científicos, tecnológicos, sanitarios, políticos y sociales, y por otro lado asistimos a un deterioro sin precedentes del medio ambiente, a un incremento y sofisticación del poder destructivo de la industria armamentística y a la profundización de las desigualdades en la distribución de la riqueza. Las antiguas convicciones morales y religiosas han entrado en crisis en grandes capas de la población que, desorientadas, buscan una alternativa. Se ha mezclado así el temor al desplome de la civilización tal como la hemos conocido hasta ahora con el deseo del advenimiento de un tiempo nuevo, una era de luz, de justicia, de colaboración, de concordia, de libertad, de belleza, de limpieza de sentimientos, de respeto por el medio ambiente, en suma, un nuevo paraíso terrenal.
En esta forma estamos viendo que la humanidad actual está despertando a un profundo conocimiento de la llamada Verdad.
La auténtica evolución humana consiste en el desarrollo de las facultades físicas, mentales y morales, de acuerdo a una moral universal.
Con este desarrollo que será alcanzado por la raza del futuro, el hombre nuevo estudiará todas las ciencias con miras elevadas y no especulativas; estudiará la verdadera expresión del arte; practicará el amor universal, tratará de ser sabio y útil; sano de cuerpo y de espíritu, en vez de aspirar a ser solamente poderoso; su conocimiento de Dios no tendrá fronteras; su sentido religioso se basará en ser uno con el Universo, y sabrá asistir en todo momento al sublime ceremonial que nos ofrece la madre naturaleza.
La Era de Acuario es un umbral para el ser humano que sirve a sus semejantes.
En los principios de Acuario, el pensamiento ha penetrado en el interior del individuo, instaurando en él la ley del corazón y atenuando la ley meramente sentimental que hasta ahora había regido sus actos. Al llegar a Acuario, estamos más cerca de la armonía psíquica y espiritual… ¡pero aún falta mucho trabajo!
En ninguna Era precedente, el conocimiento se ha democratizado tanto y en tan poco tiempo como en este principio de Acuario. El fenómeno de internet, la mundialización de las comunicaciones y los negocios, revelan un creciente e indetenible proceso de interconexión planetaria.
En los tiempos que corren, todas las culturas se mezclan; las disciplinas científicas y humanísticas se acercan; el saber mágico y el saber tecnológico se funden en armonioso mestizaje; y las religiones y credos espirituales empiezan a ver más sus similitudes que sus diferencias.
Podríamos describir la figura del Hombre de Acuario con estas palabras del maestro Jesús: "El que quiera ser grande entre ustedes, sea servidor de los demás; el que quiera ser el primero, hágase servidor de todos, igual que yo. No he venido a que me sirvan, sino para servir" (Mateo, 10:16). Son una especie de avanzadilla de la Era de Acuario, tantos filántropos, tantos voluntarios, gente que ayuda de manera totalmente desinteresada a sus semejantes.
De esta manera, los seres de Acuario, integradores y poseedores de conocimiento, son además, hombres y mujeres de servicio, capaces de asistir a sus semejantes y manejar inteligentemente sus emociones, como el agua que fluye y es capaz de adaptarse a cualquier espacio.
            El chakra que regirá la Era de Acuario es el chakra cordial, el chakra del corazón.
La expresión del centro cardíaco en el nivel emocional se traduce en comprensión, solidaridad y una búsqueda de armonía en la vida. Existe una menor preocupación por los asuntos personales para ocuparse con mayor interés por lo comunitario. Corresponden a este chakra las virtudes de la compasión, la misericordia, al amor, el dar y el compartir.
Hasta ahora hemos vivido en los tres primeros chakras. Los tres primeros chakras son animales, los tres últimos son divinos, y entre los dos grupos está el cuarto, Anahata: el chakra del corazón, la flor de loto del corazón, el chakra del amor. Este es el puente. El amor es el puente entre lo animal y lo divino.
Por debajo del corazón el ser humano es un animal; por encima del corazón se vuelve divino. El verdadero ser humano es el hombre que puede sentir, que puede amar, que puede rezar, llorar, reír, que puede compartir, que puede sentir compasión.
La Era de Acuario traerá consigo una edad de hermanamiento universal arraigada en la razón, donde será posible solucionar los problemas sociales de una forma justa y equitativa, y con mayores oportunidades para la mejora intelectual y espiritual, ya que Acuario es un signo científico e intelectual y el planeta que lo rige, Urano, está asociado con la intuición (el sentimiento de lo irracional por encima de la razón) y las percepciones directas del corazón.
La Era de Acuario marcará un cambio en la conciencia del ser humano, que ya estaría empezando a notarse y que llevaría asociado un tiempo de prosperidad, abundancia y paz.