Vivir
significa disfrutar de cada momento de la existencia,
tengamos diez años u ochenta.
Og Mandino
No importa
quién eres al otro lado de la vida, no importa quién hayas sido en vidas
anteriores, ni importa que no tengas conocimiento de cuál es tu misión, ni tan
siquiera cuanta es la cantidad de Karma pendiente.
Lo único importante es tu vida
actual. Todo lo que tengas que aprender, todo lo que tengas que enseñar, todo
lo que tengas que pagar y todo lo que tengas que cobrar, lo has de hacer en
esta vida, con este cuerpo y con las circunstancias que te has dado.
Todo lo demás no es importante, ni
poco ni mucho. Todo el trabajo es aquí y ahora.
Aprende a respetar a la familia, a
los amigos, a los enemigos, a los desconocidos, aprende a compartir con quien
no tenga, aprende a ayudar a quien lo necesite, en definitiva, aprende a amar a
todos, sin distinción, y nada más importa.
Si te queda Karma pendiente, ya lo
programarás para liberarte de él en próximas vidas, en esta, no vas a poder
hacer nada con él, así que no te preocupes, porque mientras distraes tu
atención por ese Karma en el que no puedes actuar, estás dejando de prestar
atención al Karma que te has traído a esta vida, en el que si puedes actuar.
Si en otras vidas has sido rey o
mendigo, héroe o asesino, tampoco importa, lo que importa es lo que eres,
porque es con esta personalidad que te has dado con la que vas a realizar tu
aprendizaje para esta vida.
Tenemos, todos, verdadera locura por
conocer cosas que nada importan para nuestro crecimiento. Mientras pensamos que
es lo que hemos venido a aprender, no lo estamos aprendiendo, porque lo único
que estamos haciendo es darle pábulo a la mente, solo es una argucia más que
nos presenta la mente para no perder su poder, la diferencia con otras mentes
más mundanas es que le da vueltas a temas que nos apasionan, como las vidas
pasadas, el espacio entre vidas, nuestra misión y nuestro futuro. Es decir, una
forma de volver al pasado o de viajar al futuro envuelto en papel de regalo y
con un lazo de colores.
No hay diferencia entre esos
pensamientos y los pensamientos de riqueza, de pobreza, de enfermedad o de
cualquier otro tipo. Estos, y los otros, sólo son pensamientos, y hay que
erradicarlos, hay que dominar a la mente, en definitiva hay que meditar.
La no consecución de los deseos, ya
sean materiales, emocionales o espirituales, generan ansiedad y nos alejan de
la paz que necesitamos para estar abiertos al libre fluir de la vida, para
poder así ser conscientes de las oportunidades que pasan delante nuestro, que
son muchas y se presentan de manera permanente para poder cumplir nuestra auténtica
misión.
No nos ceguemos con el brillo de lo
que hemos sido, porque la ceguera nos a impedir ver quiénes somos realmente; no
le demos vueltas a las cosas que hemos de hacer, porque las vueltas no nos van
a permitir hacer lo que hemos de hacer. Aceptemos y disfrutemos la vida, porque es la mejor que podemos tener, y además no tenemos otra.
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