Capítulo XIV. Parte 2. Novela "Ocurrió en Lima"
Mientras
sucedía esto en la casa de la familia Moretti, al departamento de Antay fueron
llegando sus antiguos compañeros.
A las 4
de la tarde ya habían llegado todos, incluidos Ferrán, el esposo de Karla que
vino a acompañarla y, también, Diana que había pasado, justo después del
almuerzo, para tomar café con el que sería, además de vecino, su nuevo jefe.
El
departamento no estaba acostumbrado a tantas visitas y, por supuesto, no estaba
preparado. Antay pensó, en algún momento, que hasta las paredes estarían
asombradas ante tantas personas. Nunca habían sido más de tres en la casa. Para
poder sentarse todos, Diana tuvo que pasar a su departamento por cuatro sillas.
Cuando
todos estuvieron instalados, con un café o un té ante ellos y, después de darse
las novedades acaecidas desde que no se veían, Antay explicó, con todo lujo de
detalles, del nuevo departamento que se estaba implementando en la
inmobiliaria. Refirió a sus compañeros como había sido todo el proceso, desde
que le avisaron para solucionar los problemas que tenían con la aplicación de
la empresa, hasta sus tres primeros días de trabajo.
- En el
nuevo departamento seremos 8 personas. Diana será mi asistente y mi segunda en
todos los temas que no sean técnicos. Pablo y Belén seréis los técnicos para
solucionar los problemas informáticos de todas las oficinas, y son 60,
repartidas por todo el país, más la oficina central y las oficinas de Colombia,
por lo que, con frecuencia, tendréis que desplazaros, tanto en Perú como a
Colombia.
>>
Como somos muy buenos y tendremos pocos problemas técnicos, mientras estéis en
la oficina, vuestro trabajo será el mismo que los administrativos informáticos,
Patricia, Esteban, Raúl y Karla, introducir propiedades y darlas de baja.
>>
La semana que viene, dos de vosotros ya tendríais que comenzar a trabajar,
porque el miércoles comenzamos nuestra andadura y me gustaría que, en un mes,
como máximo, estemos a pleno rendimiento.
>>
¿Qué os parece?
- Háblanos
de las condiciones, -dijo Patricia.
- El
horario es de 8am a 5pm, de lunes a viernes, con una hora para almorzar. Si
alguien quiere llevar el almuerzo de casa tenemos una sala de descanso con
microondas, cafetera y máquina expendedora de agua. El horario del sábado es de
8am a 2pm, sin pausa para el almuerzo. Pero si alguno quiere hacer fiesta el
sábado puede hacerlo, siempre que no tengamos una excesiva carga de trabajo,
recuperando las horas de lunes a viernes.
- ¿Dónde
están las oficinas donde trabajaremos?, -ahora era Karla la que preguntaba.
- En San
Isidro en la calle Los Libertadores. Caminando está a 20 minutos de aquí.
- Y ¿qué
sabes del sueldo?, -Pablo, como siempre, tan práctico.
- El sueldo de los administrativos informáticos es el
doble de lo que ganábamos en nuestro antiguo trabajo y el de los técnicos el
triple.
- ¡Wau!,
me apunto, -dijo Pablo.
Se
apuntaron todos.
- ¿Quién
puede comenzar esta semana que entra?, tendríais que ser dos. Dos más la
siguiente semana y los dos restantes la siguiente.
Quedaron
de acuerdo en que Pablo y Patricia podrían comenzar de inmediato. A
continuación, lo harían Diana, Belén y Esteban, quedando para incorporarse la
última semana Karla y Raúl.
- Preparar
el curriculum de inmediato. Tener en cuenta que la última palabra la tiene el
director de recursos humanos. Yo solo os acompaño.
>>
Las entrevistas del lunes no sé a qué hora las realizareis, porque tenemos una
reunión a las 10am y el director de recursos humanos asiste. Yo os espero a las
8am en la puerta de la oficina
>>
¿Alguna duda? ,-concluyó Antay.
- Ninguna
-dijo Belén- No sé si hablo en nombre de todos, pero gracias por acordarte de
nosotros. Siempre fuiste un gran compañero, un gran amigo y un gran encargado.
Y, parece que lo sigues siendo. Esperamos que seas un gran director. Vamos a
dar la vida por ti.
-
Gracias Belén, gracias a todos. Ya
contaba con eso. Y, ahora, a trabajar.
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