Jueves 3 de noviembre 2022
Llevaba días sin pasar
por aquí, pero la ducha de esta mañana ha sido determinante para que me asome a
esta ventana.
Creo que alguna
vez había comentado que, con el agua de la ducha de las mañanas, resbalan sobre
mi cuerpo ideas dignas, no ya de un babau, sino del rey de los babaus. Porque
supongo que el rey de los babaus debe de ser el más babau del reino de los
babaus.
Aunque siguiendo
el hilo de esa teoría, en el país de los tontos, el más tonto debería de ser el
rey. ¿O no?
En realidad, no
creo que esa teoría sea muy correcta y lo digo pensando en mi país de adopción,
porque, en la actualidad, nuestro presidente, parece un inepto total, (no hace
mucho un prestigioso periodista decía de él: “Usted no es de izquierdas, usted
es un cero a la izquierda), y, sin embargo, sus conciudadanos no tienen nada de
ineptos, al contrario, son muy hábiles y con una capacidad de adaptación
increíble, excepto para elegir presidente, porque los últimos 6 presidentes están
presos, procesados, huidos e incluso uno se suicidó para no ir a prisión. Y a
este último ya le están alfombrando la entrada de la prisión.
Pero, como
siempre, me estoy desviando del tema. Quería hablar de las ideas que resbalaban,
esta mañana, por mi cuerpo, con el agua de la ducha. Mas que ideas eran
preguntas a las que yo intentaba ponerle una respuesta.
La pregunta era, ¿cómo
se explica el amor del papá hacia su bebé?”
Y ahí comenzó mi
razonamiento. Es normal el amor de la mamá hacia su bebé, porque le ha llevado
en su interior durante nueve meses, pero no sirve esa teoría en el caso de los
papás que solo han prestado su semen y, tampoco sirve en el caso de los hijos
adoptivos, tanto para la mamá como para el papá, (yo sé mucho de este amor
porque mi segundo hijo es adoptado), y mucho menos, en el caso de los abuelos.
¿De dónde sale ese
amor?, ¿cómo nace en el interior del papá o de los abuelos?
Y aquí lo tengo
que dejar porque es muy tarde. Mañana seguiré, pero ya que has llegado hasta aquí
puedes ir dando tu opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario