Una
meditación sencilla:
Siéntate,
con los pies bien apoyados en el piso.
Si
no tienes problemas de espalda no te apoyes es el respaldo de la silla.
Las manos en Dhyani-Mudra: Descansan en el regazo adoptando la forma de cuencos. La mano derecha encima de la izquierda mientras se unen la punta de los pulgares.
Cierra
los ojos y coloca la punta de la lengua tocando el paladar.
Respira
por la nariz, tanto para inhalar como para exhalar. Y haz una respiración
abdominal. (El abdomen se infla cuando inhalas y se desinfla cuando exhalas).
Respira lenta y suavemente, sin forzar.
Durante
5 minutos por la mañana y otros cinco por la tarde, mantén la atención en la
respiración.
Y
vete repitiendo en tu interior: Yo Soy el alma, Yo Soy paz, Yo Soy la
resurrección y la vida.
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