“Somos lo que pensamos.
Todo el mundo surge de nuestros
pensamientos.
Con nuestros pensamientos hacemos
el mundo”
Buddha
Siempre
me ha encantado la imagen de iceberg que encabeza este texto, para ilustrar la diferencia
entre la mente consciente y la mente subconsciente, teniendo en cuenta que la
mente es parte esencial del ser humano.
Aunque
hablemos de la mente consciente y de la mente subconsciente, no tenemos dos
mentes. Tenemos una sola mente en la que se desarrollan dos actividades
diferentes.
La
actividad de la parte de la mente que denominamos consciente, la cual trabaja
con imágenes, es discernir que información desea, cual acepta y cual desecha.
Puede elegir crear un pensamiento y dejarle que se magnifique o, sencillamente,
quitarle la energía para que desaparezca, como el humo. Es la parte del
razonamiento. Utiliza los cinco sentidos para su observación y experimentación.
No creo exagerar si digo que, para nosotros, es el “director” de la obra de la
vida, ya que todas las decisiones se toman desde ella. Y tampoco es exageración
cuando vemos en la imagen que todo lo que procesamos conscientemente corresponde
al 5% de todo el potencial que abarca la mente.
El
95% restante corresponde a la parte de mente, denominada, subconsciente. También
trabaja con imágenes, pero a diferencia de la parte consciente no puede elegir
pensamientos. Ella crea pensamientos de manera automática a partir de la
información que recibe, información que ella asimila sin ningún tipo de
discernimiento. Todo lo que recibe es bueno para ella, tanto lo que le llega
del entorno, como aquello que procede de la parte consciente.
El
Dr. Joseph Murphy Trust en su libro “El poder de tu mente subconsciente”
escribe: “Tu mente subconsciente no tiene
la capacidad de argumentar o discutir lo que se le dice. Si le das información errónea,
la aceptará como verdadera. Entonces trabajará para hacer que esa información
sea correcta. Todo lo que te ha acaecido, ha ocurrido a causa de los
pensamientos impresos en la mente subconsciente mediante la fe. Si has
comunicado conceptos equivocados o distorsionados a tu mente subconsciente, es
de la máxima urgencia e importancia que los corrijas. La forma segura de
hacerlo es dando repetidamente pensamientos armoniosos y constructivos a tu
mente subconsciente. Al repetirlos
frecuentemente, tu mente subconsciente los aceptará. De ese modo, puedes
formular nuevos hábitos de pensamiento y vida más sanos, puesto que en tu mente
subconsciente es donde radican los hábitos”.
Todos
los seres humanos vivimos en una encarnizada lucha para eliminar enfermedades
físicas, problemas emocionales y distorsiones mentales, con las que convivimos
durante una buena parte de nuestra vida. Miedos, preocupaciones, dolencias
físicas, carencias, deseos incumplidos y un largo etcétera, ocupan nuestra
mente todas las horas del día.
Pero
mientras, por un lado, deseamos, por ejemplo, tener más dinero, por otro lado,
nos pasamos el día encogidos por la angustia que nos genera la llegada del
próximo recibo al que no podremos hacer frente. Es decir, la mente consciente
piensa durante 10 minutos que sería fantástico recibir una gran cantidad de
dinero y durante el resto del día lo mal que lo está pasando por no tener
dinero.
Ante
eso, la mente subconsciente, que es la que pone, todos los mecanismos, en
marcha para que se cumplan, a rajatabla, los deseos de la mente consciente, no
tiene duda de que lo que la parte consciente le está pidiendo es carencia, ya
que la persona ha dedicado 23 horas y 50 minutos a dar órdenes sobre la falta
de dinero ya que solo ha dedicado 10 minutos a la prosperidad.
He
puesto el ejemplo del dinero, pero podemos decir lo mismo sobre el miedo a las
arañas, la preocupación por el trabajo, la sensación de soledad, el hábito de
comer chocolate, y mil ejemplos más. Cada persona conoce sus problemas y sus
deseos.
Se
atribuye a Albert Einstein una cita que dice: “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”.
Si
con todo lo que llevas de vida no has conseguido cambiar ciertas cosas, podría
ser un buen momento para intentar el cambio. Tampoco pierdes nada, puedes ganar
mucho. De entrada, mientras estás repitiendo tus jaculatorias, te estás ahorrando
los pensamientos habituales que están llenando tu cuerpo energético de energía
negativa.
Si le imprimes la correcta dirección a tu mente subconsciente, esta sanará tu mente y tu cuerpo.
Al
cambiar tu mente llenándola con afirmaciones incesantes, también cambias tu
cuerpo.
SALUD
Repite durante 10 minutos, 4 veces al día:
Mi
cuerpo y todos mis órganos fueron creados por la Inteligencia Infinita de mi
mente subconsciente. Él sabe cómo curarme. Su sabiduría dio forma a mis
órganos, tejidos, músculos y huesos. Esta presencia curativa infinita de mi
interior está ahora transformando cada célula de mi ser, haciéndome sano y
perfecto. Doy gracias por la curación que sé que se está produciendo en este
momento. Maravillosas son las obras de la Inteligencia Creativa en mi interior.
Del
Libro “El poder de tu mente subconsciente”
Del
Dr. Joseph Murphy
Y,
después, durante el resto del día, vete repitiendo, tantas veces como puedas:
Dios
está devolviendo la salud y la armonía a mi cuerpo.
Y ten paciencia. Tu cuerpo necesitó de 9 meses para formarse. Tienes que darle tiempo para repararse.
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