El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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martes, 17 de septiembre de 2013

Aceptación (2)


Mensaje para la Tierra (5)
……….. Continuación.
Queremos incidir un poco más sobre la aceptación, ya que la resistencia inútil a dejar que la vida siga su curso, aferrarnos de manera desesperada al pasado o sentir frustración porque las cosas no son como nosotros desearíamos que fueran, implica un desgaste de energía mucho mayor que dejar que las cosas sucedan y aceptar todas las incertidumbres con las que nos sorprende la vida. Es justamente este dejar que las cosas sucedan y aceptar aquello que la vida nos va presentando, lo que permite nuestra transformación, nuestro aprendizaje y nuestro crecimiento. En realidad es un regalo del Universo, aunque a veces, nos pueda parecer la mayor de las desdichas.
Sigamos hablando en términos energéticos, ya que a fin de cuentas es lo que nosotros somos. No hemos de olvidar que somos una Chispa Divina, somos una parte de la Energía de Dios, e incluso el cuerpo físico, que parece tan denso, no es más que átomos vibrando.
Qué fácil es dar consejos: “Lo que tienes que hacer es aceptar lo que la vida te va presentando, y punto”, pero no es nada fácil seguirlos. Se han de dar ciertas condiciones, condiciones energéticas para que eso suceda.
La aceptación llega con la apertura del chakra del corazón. El centro energético del corazón, situado en el centro del pecho, a la altura del corazón físico, es la sede del amor, de la compasión, de la misericordia, de la dulzura, y es lo que nos une al resto de seres humanos, y lo que nos acerca a nuestra divinidad. Un chakra cardiaco que irradia amor, generosidad, compasión, que se siente unido a todo y a todos, es el secreto para conseguir el tan deseado equilibrio interior, equilibrio que lleva directamente a no resistirse al fluir de la vida, y a aceptar los cambios, las incertidumbres, los sucesos, las ideas y las personas.
La aceptación es la antesala del Amor, y más adelante cuando hablemos de cómo conseguir amarnos a nosotros mismos, veremos que necesitamos traspasar la puerta de la aceptación, para observarnos sin juzgar, para valorarnos, para respetarnos, para compartir y para entregarnos a los demás.
 Todos los seres que nos rodean, están aquí, cada uno en su propio camino, en su propio aprendizaje, con sus circunstancias, que para nada tienen que ver con nuestro camino, ni con nuestro aprendizaje, ni con nuestras circunstancias. Y un gran aprendizaje, uno de las más importantes, por ser precisamente la antesala del Amor, es aceptar a todos esos seres que nos rodean, tal como son, con sus virtudes y sus defectos. Cada uno tiene que cumplir su tarea, y no cumplir con nuestras expectativas, o satisfacer nuestros ideales de cómo deberían ser, simplemente son.
Cada persona es, como nosotros, una Chispa Divina, por lo tanto, un hermano al que hemos de aceptar, ya que aunque proyecte rabia, tensión, conflicto o cualquier otro sentimiento, solo es producto de sus propias experiencias, de su propio miedo, de su propio aprendizaje. Nuestro trabajo con él, es comprenderle, ayudarle y respetarle, sin juzgarle.
Cuando aceptamos y amamos no pretendemos cambiar a nadie, pues tenemos solidaridad con el otro y vemos que cada uno es bello y perfecto. La realidad es como es, y nosotros somos como somos. Es el único punto desde donde podemos partir hacia un crecimiento interior, hacia la Luz y hacia los propósitos que tenemos: sin juicios y con amor, para con nosotros y todo lo que nos rodea.
Continuará……………..

martes, 18 de diciembre de 2012

La Era de Acuario (II)


            La constelación de Piscis, está representada por dos peces colocados en oposición, y los grandes acontecimientos de la Era de Piscis tienen relación con el agua. El pez es el símbolo religioso de los cristianos.
Cada una de las constelaciones zodiacales tiene una palabra clave a la que obedecen los pueblos cuando están bajo su regencia. La palabra de Piscis es "yo creo", por eso la civilización europea, obedeciendo a las vibraciones de su constelación, se estableció sobre bases religiosas, o sea, el poder papal y el dogma de la fe.
Cada era está representada también por un chakra. En el caso de Piscis, es el chakra solar. El chakra solar es el centro del poder, de las emociones, de la voluntad. Este centro puede acoger las fuerzas de la naturaleza inferior o la voluntad del alma superior. Cuando la voluntad inferior del ser humano, se ajusta con la voluntad del alma superior, es cuando la persona entra en el verdadero sendero espiritual.
Mantener fuera de control este chakra hace que las emociones se desboquen. Una de las principales características de este signo es su profunda emotividad y, también, la búsqueda de sabiduría. Por tal motivo, la humanidad perteneciente a la Era de Piscis buscó la manera de llegar al conocimiento través de la actividad espiritual formal (las grandes religiones monoteístas, el acentuado misticismo de la Edad Media) y la ciencia (el Renacimiento, el Siglo de Oro, la Revolución Industrial), pero ciertamente no logró manejar adecuadamente sus emociones y, por ello, muchas circunstancias escaparon a su discernimiento.
De esta manera, la Era de Piscis, que se inició con el amoroso apostolado de Cristo, desembocó en la intolerancia de la Inquisición, continuó con el severo deterioro del medio ambiente que causaron los excesos de nuestra tecnología y finalizó con sendas guerras mundiales.
El hombre de la Era de Piscis fue un individuo que intentó por todos los medios plasmar sus sentimientos, y si bien fue capaz de los actos más altruistas también causó graves desastres. Como sentimental, vivió en un mundo donde prevalecieron las desbordadas emociones del cuerpo sobre el equilibrio espiritual del alma. Adquirió enormes cantidades de conocimiento… ¡pero no supo manejarlas!
La civilización de Piscis ha presentado sus características definidas y distintas a las de las otras civilizaciones, y coincidirá el fin de esta civilización con un cambio total de las costumbres y las creencias.
Se termina el mundo de Piscis y comienza el mundo del Acuario, con una nueva estructura, una época de transición. Se derrumba una civilización y se levanta una Nueva Era y todo sufrirá una transformación, una evolución: la política, la ciencia, la religión, el arte, la filosofía, la moral, en fin, todo será transformado.
Desde el punto de vista filosófico; el mundo está entrando en una época de sapiencia y saliendo de una época de creencia, ya que la palabra clave de la constelación de Acuario es "yo sé". Sólo hay que observar que lo que está presenciando el hombre de hoy en materia de ciencia es algo asombroso, sin precedentes en la historia. Esto, a no dudarlo, está trayendo un despertar en la humanidad en todos los aspectos del pensamiento. La ciencia está comprobando hoy la verdad de postulados filosóficos antiguos que son base de los conocimientos actuales, por ejemplo: la ciencia está comprobando el principio hermético que dice "todo es vibración, nada está en reposo". Einstein, al presentar la teoría de la relatividad, no ha hecho sino afirmar el principio hermético que dice: "los planos se corresponden, todo es relativo"; "como es arriba, es abajo".
Por un lado se celebran los grandes avances científicos, tecnológicos, sanitarios, políticos y sociales, y por otro lado asistimos a un deterioro sin precedentes del medio ambiente, a un incremento y sofisticación del poder destructivo de la industria armamentística y a la profundización de las desigualdades en la distribución de la riqueza. Las antiguas convicciones morales y religiosas han entrado en crisis en grandes capas de la población que, desorientadas, buscan una alternativa. Se ha mezclado así el temor al desplome de la civilización tal como la hemos conocido hasta ahora con el deseo del advenimiento de un tiempo nuevo, una era de luz, de justicia, de colaboración, de concordia, de libertad, de belleza, de limpieza de sentimientos, de respeto por el medio ambiente, en suma, un nuevo paraíso terrenal.
En esta forma estamos viendo que la humanidad actual está despertando a un profundo conocimiento de la llamada Verdad.
La auténtica evolución humana consiste en el desarrollo de las facultades físicas, mentales y morales, de acuerdo a una moral universal.
Con este desarrollo que será alcanzado por la raza del futuro, el hombre nuevo estudiará todas las ciencias con miras elevadas y no especulativas; estudiará la verdadera expresión del arte; practicará el amor universal, tratará de ser sabio y útil; sano de cuerpo y de espíritu, en vez de aspirar a ser solamente poderoso; su conocimiento de Dios no tendrá fronteras; su sentido religioso se basará en ser uno con el Universo, y sabrá asistir en todo momento al sublime ceremonial que nos ofrece la madre naturaleza.
La Era de Acuario es un umbral para el ser humano que sirve a sus semejantes.
En los principios de Acuario, el pensamiento ha penetrado en el interior del individuo, instaurando en él la ley del corazón y atenuando la ley meramente sentimental que hasta ahora había regido sus actos. Al llegar a Acuario, estamos más cerca de la armonía psíquica y espiritual… ¡pero aún falta mucho trabajo!
En ninguna Era precedente, el conocimiento se ha democratizado tanto y en tan poco tiempo como en este principio de Acuario. El fenómeno de internet, la mundialización de las comunicaciones y los negocios, revelan un creciente e indetenible proceso de interconexión planetaria.
En los tiempos que corren, todas las culturas se mezclan; las disciplinas científicas y humanísticas se acercan; el saber mágico y el saber tecnológico se funden en armonioso mestizaje; y las religiones y credos espirituales empiezan a ver más sus similitudes que sus diferencias.
Podríamos describir la figura del Hombre de Acuario con estas palabras del maestro Jesús: "El que quiera ser grande entre ustedes, sea servidor de los demás; el que quiera ser el primero, hágase servidor de todos, igual que yo. No he venido a que me sirvan, sino para servir" (Mateo, 10:16). Son una especie de avanzadilla de la Era de Acuario, tantos filántropos, tantos voluntarios, gente que ayuda de manera totalmente desinteresada a sus semejantes.
De esta manera, los seres de Acuario, integradores y poseedores de conocimiento, son además, hombres y mujeres de servicio, capaces de asistir a sus semejantes y manejar inteligentemente sus emociones, como el agua que fluye y es capaz de adaptarse a cualquier espacio.
            El chakra que regirá la Era de Acuario es el chakra cordial, el chakra del corazón.
La expresión del centro cardíaco en el nivel emocional se traduce en comprensión, solidaridad y una búsqueda de armonía en la vida. Existe una menor preocupación por los asuntos personales para ocuparse con mayor interés por lo comunitario. Corresponden a este chakra las virtudes de la compasión, la misericordia, al amor, el dar y el compartir.
Hasta ahora hemos vivido en los tres primeros chakras. Los tres primeros chakras son animales, los tres últimos son divinos, y entre los dos grupos está el cuarto, Anahata: el chakra del corazón, la flor de loto del corazón, el chakra del amor. Este es el puente. El amor es el puente entre lo animal y lo divino.
Por debajo del corazón el ser humano es un animal; por encima del corazón se vuelve divino. El verdadero ser humano es el hombre que puede sentir, que puede amar, que puede rezar, llorar, reír, que puede compartir, que puede sentir compasión.
La Era de Acuario traerá consigo una edad de hermanamiento universal arraigada en la razón, donde será posible solucionar los problemas sociales de una forma justa y equitativa, y con mayores oportunidades para la mejora intelectual y espiritual, ya que Acuario es un signo científico e intelectual y el planeta que lo rige, Urano, está asociado con la intuición (el sentimiento de lo irracional por encima de la razón) y las percepciones directas del corazón.
La Era de Acuario marcará un cambio en la conciencia del ser humano, que ya estaría empezando a notarse y que llevaría asociado un tiempo de prosperidad, abundancia y paz.

sábado, 31 de marzo de 2012

Solo meditar no es suficiente

                La meditación por sí sola no es suficiente para avanzar de manera rápida y segura en el camino de evolución y de crecimiento interior.

La meditación es un abono, es como cuando abonamos un campo en el que no se ha realizado ningún trabajo previo, lo mismo crecen más fuertes las buenas hierbas que las malas. Para que el abono sea fructífero y se pueda obtener un buen rendimiento al campo, antes de abonar, se ha de limpiar el campo de las malas hierbas, para que así, solamente las buenas hierbas crezcan sanas y fuertes con el abono.
De igual manera actúa la meditación, incrementa la energía del campo energético del meditador, y lógicamente de sus chakras, que son una parte de ese campo, pero se incrementan, en la misma medida, tanto las energías positivas como las energías negativas. Por lo tanto se ha de limpiar el campo energético de energías negativas, de la misma manera que se quitan las malas hierbas del campo que se va a abonar, para que sólo sean abonadas las energías positivas.
Es cierto que hay algunas meditaciones en las que se puede ir limpiando las energías negativas del cuerpo energético a la vez que se energiza este. En unas se pueden trabajar todos los chakras, en otras se trabaja chakra a chakra, y en otras se trabajan ciertos aspectos del carácter de la persona para eliminar en concreto ciertas energías negativas.
Pero, posiblemente sea más rápido ser conscientes de cuáles son las energías negativas, (rabia, miedo, orgullo, ira, falta de amor, tristeza, pereza, apego al dinero, apego al poder, egoísmo, agresividad, etc.), que están entorpeciendo el proceso de crecimiento, para trabajar específicamente en ellas y conseguir así, su eliminación.
Para poder trabajar en las energías negativas, lo primero y principal es ser consciente de que están ahí. Difícilmente se podrá eliminar algo de lo que no se tiene conocimiento. Conocer y aceptar que se está en posesión de una energía negativa, es decir, de un defecto, es un signo de valentía tan grande que es el primer paso para su eliminación. La sola aceptación del defecto elimina una buena parte de su energía. El resto se ha de eliminar aplicando en la vida diaria, de manera consciente, la virtud opuesta, hasta que la energía de la virtud elimine totalmente la energía del defecto. Para ayudar en este trabajo se pueden realizar meditaciones específicas, que existen en muchas filosofías o yogas, para la eliminación del defecto en cuestión, y también se puede acudir a algún terapeuta, que ayude con alguna sesión de sanación.
Se ha de poner una especial atención, y ser totalmente honestos a la hora de cuantificar los defectos con los que se va a trabajar, porque pueden estar tan arraigados en la persona y ser una característica tan importante de su carácter, que la misma persona puede presumir de su defecto como si de una virtud se tratara, con lo que en su inconsciencia, va a meditar años y años, sin conseguir avanzar ni un milímetro en su evolución, o hacerlo tan lentamente que es como si no se moviera.

lunes, 12 de marzo de 2012

De animal a humano, de humano a superhumano

            Todos los seres humanos hemos ido evolucionando desde una etapa animal, puramente física, a otra sensorial y emocional, dominados por la mente y por las emociones. Es en esta etapa en la que se encuentran millones y millones de seres, etapa desde la que también millones de personas, van evolucionando a otro estado de percepción y de unión con el alma, aunque, en muchos casos, de manera más mental que efectiva. Y por último existe otro grupo, que si que está consiguiendo que su conciencia alcance el conocimiento y la percepción del alma.

            Los chakras son la hoja de ruta que indican claramente el lugar de la evolución donde se encuentra cada ser humano. El triángulo inferior, (base, sexo, solar), cuando permanece desequilibrado, es el que nos acerca a los animales y el triángulo superior, (corona, ajna, garganta), perfectamente equilibrado, nos acerca a Dios.
            En el chakra base se encuentra nuestro instinto de autoconservación. El mismo que tienen los animales y que no se diferenciaba mucho del que necesitaban para la supervivencia nuestros antepasados de la Edad de Piedra. Los animales, como no piensan que pueden morir, no conocen el miedo, ni el sufrimiento, pero el ser humano que permanece anclado en este chakra y en su instinto animal de autoconservación, sufre por el miedo atroz que tiene a dejar de existir, sufre por el miedo a la muerte.
Cada chakra del triángulo inferior, tiene su contraparte en el triángulo superior, así podemos decir que cada instinto animal, tiene su correspondencia evolutiva espiritual. La evolución de la persona se realiza a partir de su equilibrado de chakras. Cuando el chakra de la supervivencia permanece en equilibrio, la persona va a evolucionar desde el puro instinto de autoconservación al entendimiento de la inmortalidad, pero manteniendo los pies sobre la tierra, que es el lugar desde el que la persona ha de cumplir su destino.
El siguiente chakra del triángulo inferior es el chakra del sexo, donde reside la reproducción, la sexualidad, la pasión y el placer. El sexo es un instinto que rige poderosamente todas las formas animales. En el ser humano también, y son muchos los que se quedan anclados en este chakra, chakra que cuando permanece en equilibrio consigue que el instinto de placer ceda su lugar a una atracción superior, a una atracción consciente y a una unión con el alma.
La energía del chakra solar hace que el yo inferior exprese el poder personal y goce gobernando sobre los demás seres. Pero el chakra equilibrado deja paso a la fuerza de la voluntad para acercarse al alma y vivir así la transformación que nos acerca a nuestro Ser Superior.
Podríamos hablar, también, del afán por el descubrimiento y la investi­gación, como instinto en todos los animales y como interés en todos los seres humanos, tengan una mente, tanto en un nivel inferior como superior. Este afán por saber ha de llegar a ceder su energía a la percepción y la comprensión intuitivas.
De esta manera, el ser humano realiza su gran tarea, su gran transformación; la que le va a llevar a ser un superhumano, un nuevo ser espiritual que va a dominar a su propia creación, le va a llevar a dominar al ser humano normal, y elevará así su conciencia y todos sus atributos y aspectos a los cielos.

lunes, 13 de febrero de 2012

Alma, cuerpo, deseo, emoción

            Hay algo que ronda en mi interior desde hace días, o meses, y soy incapaz de ponerle palabras. Es un estado de ánimo, es algo que sabes y que no sabes cómo, ni por qué lo sabes. Tengo la misma sensación de cuando tienes un nombre o una palabra en la punta de la lengua y no termina de salir, o de cuando despiertas de un sueño, que con los ojos aun cerrados sabes que has soñado, pero en cuanto abres los ojos el sueño desaparece.
            Es algo que conocía intelectualmente, pero que aun no había hecho carne, es decir, que no era algo consustancial de mi carácter. Es algo muy sutil, es la disminución, que aún no la eliminación, de emociones, tanto las que suponen alegría o exaltación del estado de ánimo, como las que arrastran a la persona a un estado de impotencia o tristeza.
            Aun no sé cómo ha llegado esa disminución de emociones. Aunque en realidad más que una disminución de emociones es la constatación de que “todo está bien”, es el no ponerle vías a la vida y dejar que discurra por sí sola,  es la eliminación o disminución del deseo, es no esperar cosa alguna de algo o de alguien, es dejar que todo llegue sin haber realizado un pronóstico previo. Es vivir sin más, y además vivir feliz.   
            ¿Cómo llegar a este punto? El factor más importante pasa por ser conscientes de la vida:
-          Es primordial saber quién eres. Tienes que tener claro que eres un alma que durante una temporada has decidido vivir en la materia. Pero este concepto ha de estar total y absolutamente claro. No vale tener claro el concepto sólo intelectualmente, tiene que estar asimilado y ser una característica del carácter. Para llegar a vivir desde el alma se ha de trabajar con constancia en dos direcciones:
a)      Entrar, cada vez con más frecuencia, en nuestro interior, donde se encuentra todo el conocimiento del alma. Eso se consigue meditando, y
b)      Ser conscientes cuando vivimos desde el cuerpo, para rectificar y vivir desde el alma de manera consciente, para que se vaya grabando en nuestros chakras dicha manera de actuar.  
-          Es también importante ser consciente de tus pensamientos. Ahí están los deseos, están las expectativas, están las críticas, están los juicios. Ante cualquier deseo, hazte estas preguntas: ¿Qué gana mi alma con la consecución o no consecución de ese deseo?, y si dejo mi cuerpo dentro de una hora ¿Para qué quiero conseguir nada? Son preguntas que yo me he estado haciendo durante tiempo.
-          También puedes meditar en el chakra del alma, situado a treinta centímetros por encima de tu cabeza; incluso puedes ir repitiendo: “Yo soy el alma”. El chakra se activa, aparecerá una llama dorada encima de tu cabeza, y te mantendrás más unido a tu Alma Superior.
A la hora de la verdad todo son técnicas. Casi nada se aprende y se consigue por generación espontanea. De nada vale leer, ni escuchar, si no practicas. Todo conlleva su trabajo, aprender a andar, a leer, aprender un oficio,  aprender a conducir, poder comer cada día y pagar un techo donde cobijarnos. Todo requiere trabajo, dejar de vivir desde el cuerpo con ¿sufrimiento?, y vivir ¿felices? desde el alma, también.


viernes, 4 de noviembre de 2011

Yo confieso......... Amor

Estudiad, estudiad, estudiad: Llegareis a ser mediocres
Amad, amad, amad: Seréis grandes.

Tomaseo 

Cuando en un principio leía que el Amor es algo que anida dentro de nosotros, que se encuentra en nuestro interior, no entendía muy bien como podía ser. Cuando leía que el Amor es una energía, que es la energía que mantiene en orden el Universo, aun lo entendía menos. Cuando leía que no se ama realmente si se hace distinción entre las personas, mi confusión llegaba a su grado máximo. Estaba acostumbrado a querer a los míos, a mi familia, a mis amigos. Y bueno…….., es posible que el Amor anidara dentro de mí, aunque no lo tuviera nada claro, ya que sólo salía al exterior para manifestarse, de alguna manera, ahora sé que de una manera muy rudimentaria, cuando se trataba de ellos, y cuando veía al panadero, al vecino del quinto o al urbano que paseaba por la calle, no sentía absolutamente nada.
¿Cómo se podía querer a todo el mundo igual?, ¿Cómo se podía sentir Amor sin expresarlo a alguien?, ¿Cómo se podía amar sin que alguien fuera el objeto y la razón de ese Amor?, ¿No sería una más de tantas teorías de la New Age y, que llevarla a la práctica sólo estaría al alcance de unos pocos privilegiados?, ¿No sería charlatanería para llenar libros y vender más?
Cuando leía o escuchaba esto, estaba inmerso en algo que yo pensaba que era un proceso de transformación. Leía todos los libros de crecimiento interior que llegaban a mis manos con verdadera avidez, a veces, dos y tres a la vez, asistía a un sinfín de cursos, de charlas, de conferencias, practicaba yoga y meditaba de manera regular. Pero……… ¡tenía que faltar algo!, yo no sentía, o no creía sentir ese Amor que publicitaban en los libros.
En alguna de las charlas escuché que tendríamos que saber quiénes éramos, cuáles eran nuestras debilidades, y la faceta más característica de nuestro carácter. Todo ello con el objetivo de comprobar que tipo de energía nos envolvía, con tanta intensidad, que no permitía expresarse en toda su extensión cualquier otro tipo de energía. Y no podíamos olvidar que el Amor es una energía.
Tuve que pedir ayuda, yo no sabía, como casi nadie, cuáles eran mis mayores defectos. Ninguno de nosotros terminamos de conocernos, alguien dijo: “nadie se conoce, lo único que conoce es su sombra”, y es cierto, ni tan siquiera sabemos cómo somos físicamente, pues lo que conocemos de nosotros es, a fin de cuentas, nuestra imagen reflejada en un espejo, y ¿Será real el reflejo?,  ¿Será tan real como lo que los demás ven directamente?
Volviendo a la ayuda, resultó una lista que parecía interminable, en la que aparecían defectos y más defectos, de los que algunos yo pensaba, incluso, que eran virtudes. Y comencé el trabajo. Ahora puedo asegurar que ahí comenzó el verdadero trabajo de transformación, todo lo anterior sólo había sido un aperitivo: Se trataba de invocar, pensar y actuar, en y con, la virtud contraria al defecto. Encabezaba la lista el orgullo, y con él comencé el trabajo, cada vez que era consciente de que mi actuación, mis palabras, mis pensamientos o mis emociones se identificaban con el orgullo, trataba de pensar, hablar y actuar con humildad. Así poco a poco se fue reduciendo, aunque he de confesar que aún quedan resquicios. Después comencé con el segundo defecto de la lista, y después el tercero. 
Además de todo ese trabajo, en mis meditaciones, llevaba la atención al chakra del alma, treinta centímetros por encima de mi cabeza, y repetía el mantra: “Yo Soy al Alma, Yo Soy Paz, Yo Soy Amor”.  A partir de aquí, (había transcurrido tiempo, quizás tres años), comenzaron a ocurrir cosas: Sentía compasión donde antes había insensibilidad; sentía misericordia donde antes había dureza; el desasosiego se había transformado en paz; buscaba lo mejor de las personas cuando antes resaltaba la crítica; sentía serenidad donde antes residía el miedo; sentía alegría con la alegría de las personas y dolor ante su tristeza, “mi tiempo” cada vez era menos mío para dar un poco de él a los demás, “mi vida” empezó a ser menos mía, si alguien necesitaba de ella.
Ocurrieron más cosas, pero lo importante es que empecé a entender lo que era realmente el Amor. Virginia Satir, terapeuta familiar y escritora norteamericana, escribió acerca del amor incondicional un pequeño y profundo poema que refleja perfectamente lo que es el Amor: "Te quiero amar sin aferrarme, apreciarte sin juzgar, unirme a ti sin invadirte, invitarte sin exigir, abandonarte sin culpa, examinarte sin culpar y ayudarte sin insultar. Si puedo recibir lo mismo de ti, entonces podremos encontrarnos y enriquecernos de verdad".
No son necesarias más palabras: No siento, aun, que ame al vecino del quinto con  la misma intensidad que amo a mi esposa, a mi hija, a mi madre, a mis hermanos o a mis amigos; pero siento por él y por el resto de seres humanos la misma comprensión y la misma compasión, trato de no juzgar, ni criticar, ni culpar, ni exigir, ni mentir, ni herir, ni atar a mí, absolutamente a nadie, trato de ser leal y honrado, trato de no coartar la libertad de nadie y respetar completamente sus pensamientos, sus palabras, sus actos, su vida. Y muchísimas veces lo consigo.
Y lo más importante de todo “soy feliz” sin necesitar nada del exterior, absolutamente nada, por lo que puedo entregar este Amor y esta Felicidad a los míos y a los que no lo son, para que puedan ellos sentirlo y vivirlo igual que yo. Hay que “predicar con el ejemplo”.
Esto debe de ser ese Amor que anida en nuestro interior. Yo sigo trabajando en ello. Hasta llegar a sentir el Amor que sentía, por ejemplo Jesús, creo que aun me queda un largo, un larguísimo trecho. Y tú……….. ¿Cómo lo llevas? 

sábado, 3 de septiembre de 2011

El chakra del alma y los Maestros

            Antes de hablar del chakra del alma, vamos a refrescar, de una manera muy superficial, lo que sabemos de los chakras.

En nuestro cuerpo energético hay cientos de chakras. Si, ya sé que es posible que hayas leído, o te hayan enseñado que hay siete chakras, y desde esa creencia pienses que estoy loco. Aparca por un momento esa creencia, y lee, sin juzgar, sólo lee.
            Esos siete chakras que conoces, junto con alguno más que no te han enseñado, son los chakras mayores, o más importantes; pero los otros, los chakras menores, no dejan de ser importantes, aunque no lo sean tanto. Me explico: Los chakras mayores controlan, no solamente aspectos del cuerpo físico, sino también aspectos emocionales, aspectos de carácter, aspectos espirituales, etc., etc. Mientras que los chakras menores, menos importantes, afectan en la mayoría de los casos, solamente a un aspecto, o a varios, pero mucho más sutilmente que los chakras mayores.
Un ejemplo de chakra mayor puede ser el chakra base, que controla físicamente: los músculos, los huesos y la producción de sangre; emocionalmente está relacionado con la supervivencia y sus reacciones: como la lucha o la huida, los instintos, la necesidad de paz y de equilibrio a escala planetaria. Ignorar este chakra o sus elementos sería una amenaza a la propia supervivencia, bien a nivel individual o colectivamente como especie. Y un ejemplo de chakra menor, podría ser el chakra de la axila, que afecta físicamente al movimiento del brazo y poco más.

Llegados a este punto, ya podemos hablar un poco del chakra del alma: En el séptimo mes de embarazo, el alma encarnada entra en el feto, y su localización está en el duodécimo chakra. Este chakra se encuentra a unos treinta centímetros por encima de la cabeza.
            Este chakra parece una estrella dorada. Se le llama, en algunas tradiciones, “Estrella del alma”, y cuando una persona madura espiritualmente, la estrella dorada evoluciona a una perla dorada, a una bola dorada, a un brote dorado o a una llama dorada. En la terminología cristiana, esto es lo que se llama el “Fuego de Pentecostés”.
            Pero hasta que la persona no madura espiritualmente, este chakra está completamente cerrado, y empieza a abrirse cuando la persona empieza a construir su carácter, es decir, cuando empieza su madurez espiritual.
            El camino para madurar espiritualmente, es de sobra conocido: Meditación,  oración, silencio interior, cambiar los vicios por virtudes, abrirse al Amor Divino, llevar una vida de virtud, haciendo servicio, teniendo apropiadas relaciones con otras personas y con la Naturaleza, son algunas de las herramientas que permiten que la persona construya su carácter, y que el chakra del alma inicie su apertura.
Como una vez iniciado seriamente el camino, es muy difícil volver atrás, la persona va a seguir evolucionando, entonces, el brote dorado literalmente florece y se abre hacia arriba como una pequeña flor de loto dorada.
            Desde el duodécimo chakra, el alma encarnada, irradia hacia fuera una luz que distingue a esa persona del resto de los mortales. Esa luz llama la atención de los Maestros, y uno de ellos elige a la persona para trabajar con ella. De aquí la frase:”Cuando el alumno está preparado, aparece el Maestro”. No somos nosotros los que elegimos un Maestro como guía para trabajar, es el Maestro quien elige, en función del tipo de luz que irradia la persona. Pero para irradiar esa luz, ha de haberse recorrido un buen trecho del camino espiritual.
            Cuando un Maestro elige a una persona, la hace saber, de manera clara y contundente tal circunstancia, haciéndola saber quién es y que espera de ella.
            Es posible que muchos/as de los/as que estáis leyendo esto, tengáis una hermosa flor de loto dorada encima de vuestra cabeza, y que ya seáis guiados/as y bendecidos/as por un Maestro. ¡Enhorabuena!, ¡benditos/as seáis!, vosotros ya sabéis de que hablo.
            A los que todavía no habéis llegado, seguir perseverando, merece la pena. Vivir en el Amor permanentemente, es algo tan grandioso, que se escapa de la racionalidad.
            A los que estáis leyendo esto pensando que es una tontería, ¡os bendigo!, porque algo hay en vuestro camino, que os ha hecho tropezar con esta piedra.