El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




martes, 27 de septiembre de 2022

Futuribles


 Capítulo IX. Parte 7. NOVELA "Ocurrió en Lima"

        - Creo que necesito un té para digerir todo esto que me estás enseñando, ¿te apetece otro? –claro, que no sabía si los que viven al otro lado necesitaban beber, de vez en cuando.

-    Será un placer tomar ese té.

-    En esa recreación que decías, ¿qué pasa cuando se cambia de rumbo, bien sea en la encrucijada o en el mismo camino?

-    Cambia la recreación de inmediato. De hecho, es lo que ocurre a cada instante. Las personas toman decisiones, cambian de parecer, avanzan, retroceden. Es el libre albedrio. Y las recreaciones cambian una, mil y hasta un millón de veces, si fuera necesario, y lo hacen de manera instantánea.

>> Cuando un alma llega a la vida hay una sola recreación, coincidente con su Plan de Vida. Pero eso no dura mucho, porque los padres comienzan a tomar decisiones que van a afectar a la vida de ese bebé, y empiezan a aparecer nuevas recreaciones que van variando según van cambiando los planes, primero de los padres y luego del bebé según va creciendo.

-    Decías que existe una especie de recreación del proceso de la vida, en cada uno de los posibles caminos elegibles, con el resultado final. Pero cuando se ha pasado de ese punto de cruce, ¿qué pasa?, ¿se mantiene la recreación? –la verdad es que todo eran dudas, entendía lo que me estaba contando, pero me costaba asimilarlo.

-    Una vez que se pasa la encrucijada y no hay vuelta atrás, la recreación desaparece. En realidad, se mantiene mientras existan posibilidades de que se materialice. Cada recreación es cada uno de los futuribles que se pueden vivir y, los futuribles, son cada una de las opciones que el alma tiene una vez que se encuentra en la materia.

>> Con cada decisión que toma el ser humano se abre un abanico de posibilidades para elegir. La persona se decide por una y desaparecen las que se habían abierto, para aparecer otro nuevo abanico de posibilidades. Otra nueva elección y así toda la vida.

>> ¿Me sigues? –concluyó Ángel.

-    Sí, pero parece muy complicado. Era mucho más sencillo, cuando la culpa la tenía el vecino y cualquier cosa que pasara era debido a la buena o mala suerte, o a la casualidad, que parece que también jugaba un papel importante en la vida de todos. Me has desmontado todas las creencias. Ahora resulta que la culpa es mía.

>> Y, ¿por qué con tantas posibilidades y tantos futuribles, a veces, las situaciones se repiten, una y otra vez, y las desgracias parece que no terminan de acabar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario