El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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sábado, 16 de julio de 2011

Meditación en la Energía Divina

Meditación en la Energía Divina

·         Sentado/a, con la espalda recta.
·         Deja los ojos cerrados, y lleva la vista al entrecejo.
·         Las manos descansan encima de los muslos con las palmas hacia arriba.
·         Toma conciencia de la respiración.
·         Repite en silencio en tu interior:
o   Al Dios Todopoderoso, Padre Divino, Madre Divina. A mi Maestro espiritual, a todos los Maestros espirituales, a los Santos Ángeles, a los Santos Gurús, a los ayudantes espirituales, a mis guías, a mi Ser Supremo, a mi alma.
o   Gracias por las bendiciones, gracias por la guía, gracias por la ayuda, gracias por la protección, gracias por la Sabiduría Divina, gracias por la salud, gracias por la abundancia y la prosperidad.
·         Sigue sintiendo tu respiración.
·         Sigue el aire que entra por tu nariz.
·         Sigue su recorrido hasta los pulmones.
·         Sigue su recorrido cuando sale, también por la nariz.
·         Siente como sale tu tensión con el aliento.
·         Siente como entra la energía en ti con cada inhalación.
·         Siente como entra la relajación.
·         Ve llevando el aire a cada rincón de tu cuerpo.
·         Y permite que se vaya toda la tensión con la exhalación.
·         Dale permiso a tus músculos para que se relajen.
·         Permite que tus músculos se aflojen.
·         Permite que se suelten.
·         Cada vez mas…….. cada vez más flojos………
·         Cada vez más sueltos…….. cada vez más relajados.
·         Repite dentro de ti:
o   “Pido a Dios que abra mi canal de Luz”
o   “Pido la ayuda, la guía y la protección de mi Maestro”
·         Mantén la atención en tu respiración.
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·         Repite en silencio en tu interior:
o   Yo Soy el alma.
o   Yo Soy un Ser espiritual de inteligencia divina, de amor divino, de poder divino.
o   Yo soy un hijo de Dios.
o   Yo soy uno con Dios.
·         Siente tu cuerpo relajado y lleno de energía.
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·         Sigue sintiendo tu respiración y la energía circulando por tu cuerpo.
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·         Repite en silencio en tu interior:
o   Dios Es
o   ……………………..
o   Dios Es en mí.
o   ……………………………..
o   Dios Es en mi cuerpo.
o   ………………………………………..
o   Mi cuerpo es el templo de Dios.
o   ………………………………………………………….
o   La Energía Divina circula por todo mi cuerpo.
·         Imagina esa Energía como una Luz Dorada que empieza a inundar tu cuerpo.
o   ………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina circular por mi cuerpo.
o   ……………………………………………………………………………………
o   La Energía Divina está sanando, rejuveneciendo, regenerando y revitalizando mi cuerpo.
o   …………………………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina que sane, rejuvenezca, regenere y revitalice mi cuerpo.
·         Permanece en silencio, respirando, con la atención en tu interior sintiendo como la Energía Divina circula por tu cuerpo.
·         ……………………………………………
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Llegados a este punto de la meditación, puedes permanecer en silencio el tiempo que te apetezca, y finalizar la meditación. Si te apetece puedes ir llevando la atención a cada parte de tu cuerpo para llevar esa Energía Divina, o sólo a las partes de tu cuerpo que necesiten sanación. (Por ejemplo)
·         Lleva la atención a tus pies.
·         Repite en silencio en tu interior:
o   Dios Es
o   ……………………..
o   Dios Es en mí.
o   ……………………………..
o   Dios Es en mis pies.
o   ………………………………………..
o   Mis pies son el templo de Dios.
o   ………………………………………………………….
o   La Energía Divina circula por mis pies.
o   ………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina circular por mis pies.
o   ……………………………………………………………………………………
o   La Energía Divina está sanando, rejuveneciendo, regenerando y revitalizando mis pies.
o   …………………………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina que sane, rejuvenezca, regenere y revitalice mis pies.
·         Puedes pasar por todas las partes de tu cuerpo, o por tus chakras.
·         PARA FINALIZAR: Deja salir la energía sobrante.
·         Levanta las manos a la altura del pecho con las palmas mirando al frente.

·         Visualiza la Tierra delante de ti:
o   Repite en tu interior:
o   “Que toda la Tierra sea bendecida con paz, con amor, con iluminación”
o   “Que toda la Tierra sea sanada, revitalizada, regenerada”
o   “Bendiciones para la Madre Tierra, para sus habitantes, para sus animales, para sus plantas”
o   “Que cada persona, que cada ser sea bendecido”
·         Antes de bajar las manos puedes bendecir a la o las personas que quieras:
·         Visualiza a la persona que quieres bendecir, y repite en tu interior:
o   “Que XXXXX sea bendecido con paz, con amor, con iluminación, con buena salud, con abundancia y prosperidad”, “Bendito seas”.
·         Así, una a una a todas las personas que quieras bendecir.
·         Cuando hayas terminado tus bendiciones, baja las manos a los muslos con las palmas hacia arriba.
·         Repite en silencio dentro de ti:
o   Al Dios Supremo, Padre Divino, Madre Divina, gracias por las bendiciones recibidas, gracias por la sanación.
o   A mi Maestro espiritual, a todos los Maestros espirituales, a los Santos Ángeles, a los Santos Gurús, a los ayudantes espirituales, a mis guías, a mi Ser Supremo, a mi alma, gracias por las bendiciones recibidas, gracias por la sanación.

·         Empieza a respirar más profundamente, alargando la inhalación.

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·         Acuérdate de ser feliz.


viernes, 8 de julio de 2011

Grandes vidas

            Muchas veces me he preguntado leyendo la biografía y la obra de gentes como Yogananda,  Vicente Ferrer, Teresa de Calcuta, y tantos y tantos que han dedicado su vida a los demás, ¿Por qué a ellos parece no costarles nada entregar su vida para el bienestar o el crecimiento de sus semejantes, y a todos nosotros nos cuesta tanto, no ya dedicar nuestra vida al servicio de los otros, sino mantener un estado de alegría y felicidad, que es el que parece que ellos han vivido de manera permanente?

            Parece una buena explicación y deja tranquilas nuestras conciencias, el pensar que ellos han vivido muchas vidas y que están al final de su camino como humanos, por lo que el trabajo realizado en vidas anteriores, y el crecimiento experimentado en esas vidas, les ha hecho entender que, efectivamente, vinieron para realizar un trabajo de ayuda y servicio a los más desfavorecidos, tanto material como emocionalmente, y ni de las comodidades de la vida, ni los deseos por conseguir posesiones, o por desarrollar ningún tipo de poder, les ha distraído y desviado de su camino.

            Pero, ¿Realmente es así?, ¿No es posible vivir una vida parecida a la que ellos han vivido desde nuestra perspectiva? Personalmente creo que si es posible, con independencia del número de vidas vividas, a fin de cuentas, eso es algo que aquí, revestidos del cuerpo, no sabemos si hemos vivido una o mil. Lo único que tenemos que hacer es creer: Por un lado, creer que no somos el cuerpo; y por otro, que nosotros también tenemos un trabajo, seguramente mucho más fácil que el suyo.

            Solamente con un cambio de creencias, nuestra vida daría un vuelco total, y podríamos acercarnos a vivir una vida parecida a la suya. Si cambiamos la creencia de que la felicidad está en el exterior, y que para ser felices tenemos que conseguir todo eso que se encuentra fuera de nosotros: el amor de otra persona, una cuenta bien repleta de dinero en un banco, para conseguir el coche más grande o la casa más bonita; por la creencia de que lo esencial: amor, alegría, paz y felicidad, ya lo tenemos.

            Ellos no buscaban posesiones, las donaban, y han llegado a tener pueblos enteros, ashrams, fundaciones; ellos no buscaban amor, lo entregaban de manera desinteresada, y han llegado a ser amados por miles y millones de personas; ellos no buscaban poder, huían de él, y su palabra era poder, eran escuchados y admirados por el mundo entero, y recibidos por las primeras autoridades políticas, religiosas y culturales. Nosotros, que si que buscamos amor, posesiones y poder: O carecemos de ello, o no lo conseguimo en la misma cantidad que ellos lo conseguían.

            A veces creo que somos un poco torpes: Nos quejamos de nuestra vida, pero somos incapaces de cambiar ni un ápice de ella. Buscamos desaforadamente la felicidad, pero no se nos ocurre pensar que, a lo peor, la buscamos en lugares erróneos. Nos admiran esas vidas, las leemos, transcribimos sus frases y las comentamos con los demás, las colgamos en las redes sociales para que todos las vean; pero no pasamos de ahí, no imitamos lo esencial, que no son sus frases, sino su modo de vida.  Podemos incluso, apadrinar un niño de su fundación, pero criticamos y despreciamos a los miles de desprotegidos que, para poder comer, venden  chatarra en mantas en nuestras calles. ¡Ellos amaban a todos!

            Podríamos empezar por aquí: Amar a todos, con independencia de si son niños o mayores, de si son ricos o pobres, de si son amigos o enemigos. Ellos lo hacían así. Claro que podemos pensar: ¿Cómo voy a amar a mi enemigo o a un desconocido?, ¡pues si!, es fácil, ¡amándole!. A nosotros nos va a dar igual lo que él haga o piense, es su problema, su karma se encargará de que pague por ello. Nuestro trabajo sólo es amarle, y no tendremos que esperar mucho para recibir nuestro premio, lo recibiremos a la vuelta de la esquina. Como somos muy amigos de las frases bonitas, leer lo que decía Antoine de Saint-Exupéry; está a la derecha de esta entrada: “El amor es la única cosa que crece cuando se reparte”.

martes, 28 de junio de 2011

Poder

       Yo digo muchas veces que dentro de nosotros está la sabiduría, el conocimiento y el poder. Y no sé si siempre ha quedado suficientemente claro, sobre todo cuando digo “poder”.
      Porque puede entenderse como el poder de este mundo físico. Ese poder que nos hace desear ser las personas más importantes y más influyente del mundo.
     Pero no es ese poder. Porque ese poder es una enfermedad, es la peor enfermedad que padece el ser humano en el mundo entero, y desgraciadamente, todos los sistemas educativos, todas las culturas, todas las sociedades, e incluso todas las religiones fomentan esa enfermedad.
     Pocas son las personas que no están empeñadas en conseguir el poder, pero ese afán de poder sólo surge de un vacío en el interior de la persona.
     Ese poder es limitado, es reducido, es enfermizo. El poder siempre se ejerce sobre alguien. Y la sola idea de ejercer poder sobre los demás significa arrebatarles su dignidad, destruir su individualidad, obligarles a ser esclavos. Queremos tener el poder en el trabajo, en la amistad, en la relación, en la familia, etc.

     Este mundo está dominado por personas que en realidad son inferiores, pero que intentan ocultar su inferioridad con alguna clase de poder, mejor dicho con cualquier clase de poder, cualquier poder es bueno para ellos. Y se han inventado muchas formulas. Y como no todo el mundo puede ser presidente, dividen la tierra en estados, y los estados en estados más pequeñitos, y estos en otros más pequeñitos y así sucesivamente, para que muchas personas puedan ser presidentes, ministros, consejeros. Y los que no pueden llegar ahí ejercen el poder sobre las personas que tienen a su alcance.
     Hay otro poder mucho más auténtico: Un poder que no tiene nada que ver con el dominio sobre los demás. El verdadero poder no tiene nada que ver con nadie, ni tan siquiera necesita que nadie lo vea.
     Es verdadera independencia, es lo que lleva a la esencia del ser, a ese lugar desde el que nace a borbotones la vida a cada momento, y no sé si es correcto llamarle poder a este poder.

     Debería de llamarse paz, amor, compasión
     La persona sin deseo de poder es una persona satisfecha, feliz, tranquila, contenta con lo que es. Todo su ser expresa una gratitud hacia la existencia, no tiene nada que pedir, está satisfecha. Todo lo que tiene se lo han dado sin haberlo pedido. Es un regalo de la Naturaleza.
     La única manera de liberarse del absurdo deseo de dominar es internarse en el vacío. Hay que utilizar toda la energía para no torturarte o ser violentos con uno mismo, que es de donde nace la pasión por la dominación y por el poder. Hay que entrar en la nada.
      Y en esa nada se encontrará la fuente de la vida eterna, porque desaparecerá ese complejo de inferioridad que hace comparar permanentemente unas personas con otras personas e intentar dominarlas.
     Únicamente el cambio y la transformación interior proporciona la paz. De esa paz brotará el amor, la sabiduría, la creatividad. Para eso hay que ir variando el rumbo de los pensamientos al silencio, de la mente a la meditación.

     Y nada más entrar en contacto con el ser interior, se desvanece todo deseo de dinero y de poder. No existe comparación posible, porque se encuentra la divinidad dentro de la persona, y entonces, ¿qué más se puede desear?
     Los que tienen poder en este mundo físico, también han de entrar en contacto con su ser interior para ejercer ese poder desde su divinidad. Porque siempre tendrá que haber un presidente, un capataz, una madre, un profesor. Por eso se ha de limpiar su inconsciente, para que ejerzan el poder desde su interior de luz, para que ejerzan el poder desde su alma, para que ejerzan el poder desde el amor.