Un cuento de Adriano Bovary.
Al finalizar la cena de Nochevieja, la abuela con su vestido sobrio y el
polvo blanco de los años en su pelo tomó la palabra y dijo:
-Perdón por los errores que he
cometido en la vida, hace tiempo que tengo ganas de hablar y rectificar el camino
tan sinuoso por el que he andado, pero es que uno nunca está preparado para
hacer las cosas como los demás esperan que las hagamos. He actuado con amor
hacia los míos y me he dejado toda por ustedes. Ahora me ven y soy vieja, con
arrugas y canas, con achaques, con modos, pero deben saber que yo también he
sido joven, yo también tuve ilusiones, perseguía a las aves de los sueños y
quería acabar con las imposiciones de mis mayores.
Yo también quise huir mil veces de mi
casa, me perdí en el ensueño de falsos amores y di hasta que me destrozaron el
corazón. Pero seguí creyendo y ante la adversidad seguí amando, pues en el
camino supe que más vale arriesgar que quedarse con las manos llenas de tanto
afecto. Amé a mis mayores y aprendí a amar a los menores, pues la persona que
ama hoy, está sembrando el amor que otros cosecharán mañana.
A lo largo de mi vida vi partir a
muchas personas, los que me dejaron por seguir un espejismo, los que no se
dieron la oportunidad de conocerme y a esos que simplemente tenían que irse a
causa de la muerte. Lloré desesperadamente cuando alguien de corta edad se iba
y le grité a Dios porqué se llevaba a gente inocente, me enojé cuando murió mi
madre pues me lamenté haberla dejado sola en sus últimos días, cuando lo único
que quería de mí era que la escuchara; pero también aprendí a aceptar el
destino de cada persona y con mesura comprendí que nadie se va, sino que
nosotros nos quedamos y que ellos sólo se nos adelantan en el camino que
también hemos de andar.
Conversando con Dios ahora sé que no
debo enfrentarme a él, pues su actuar es sabio y que aunque muchos lo nieguen,
cuando hay peligro o cambio siempre vuelven a él.
Ahora soy vieja y sigo creyendo en el
amor y es lo único que necesito, sé que les cuesta con todas sus actividades
escucharme o dedicarme un poco de su tiempo, pero eso no me deprime, me alegra
ver que han crecido y que tienen éxito en la vida, para una madre eso es lo que
cuenta y es eso lo que guarda en el corazón, ni las heridas ni los desprecios
caben en un corazón amoroso; tenemos que cumplir con nuestro destino, él no
espera, y el destino de una madre es rezar por que su hijo vuelva y que tenga
suerte en toda tarea que emprenda.
Las cosas que me contentan son pocas
ahora, mi música, mis recuerdos y algún que otro vago sueño que me llena de
esperanza. No se sientan mal porque a veces no me entiendan, soy una mujer
fuerte y si bien arrastro errores de antaño, sigo siendo quien era, una mujer
viva y llena de alegría, ustedes son mis hijos y siempre estarán en mi corazón.
El día que me muera no lloren ni se
sientan solos, sepan que he sido dichosa, que hice todo lo que quería, vi, fui,
escuché y sentí todo lo bueno en la Tierra, estoy agradecida por mi familia,
por mis errores, por mis penas, por el dolor y las sonrisas, por la gente a la
que conocí y la gente a la que cambié de alguna manera; cuando me muera me iré
satisfecha y sin remordimientos, si de algo me arrepintiera sería como negar lo
que ahora soy y es que soy una mujer plena y no tengo ninguna queja. Hijos
míos, los amo y siempre los llevaré en mi mente y en mi corazón.
Con lágrimas en los ojos la abuela
volvió a su asiento y llena de paz sonrió como hacía tiempo no hiciera. Llegó
el turno del padre, quien tomando un tono muy solemne se levantó y con copa en
mano comenzó a decir:
-Gracias madre por ser sincera, hoy
en día eso es muy difícil de encontrar, quién diría que tuvieron que pasar
tantos años para poder encontrarnos en una situación como esta, en la que el
alma se desnuda y que podemos decir lo que hemos guardado tanto tiempo. Gracias
por ser mi madre y por estar siempre alerta, por cuidar de nosotros y ser el
pilar de la familia, por esperarnos despierta y por callar tantas cosas que
mellan en tu corazón, gracias por brindarnos la oportunidad de conocerte y
tenerte con nosotros.
También agradezcamos en esta noche
perfecta el hecho de estar vivos y sanos, ha sido un año duro, para mí en
especial, mi salud se vio mermada pero gracias a su apoyo estoy aquí de pie;
cuán importante es estar conscientes de nuestro cuerpo, escucharlo y atenderlo
como necesita, lleva años descubrir sus caprichos, pero cuando comprendes que
es el único que tienes, empiezas a cuidarlo, quien no se quiere se daña con
vicios y sustancias que no necesita, esas personas son las que no desean vivir
y se matan poco a poco y cuando llegan a la vejez se arrepienten de no haber
sido más precavidos y no haber conocido la mesura a tiempo.
Qué bien se siente poder hablar de tu
trabajo, ser de esos pocos dichosos que disfrutan haciendo lo que aman o que
aman lo que hacen, esa es la clave del éxito y aunque muchos la conocen no es
una llave que cualquiera sepa usar, tiene sus complicaciones pero está llena de
satisfacciones. Gracias a nuestro esfuerzo no nos ha faltado nada material,
tenemos lo que queremos y a veces un poco más, pero nos distraemos fácilmente
con las cosas y nos alejamos de lo que es importante como este momento que
desde ahora está cambiando nuestro futuro. Es bueno tener objetos, pero es
mejor no olvidar el camino que nos lleva a la felicidad, no olvidar a los que
nos acompañan y son nuestro apoyo y nuestra guía al caminar.
Yo tampoco he sido perfecto, pero
gracias a ti madre, tengo un ejemplo perfecto de lo que quiero ser, seguir tus
pasos y encontrar la satisfacción cuando llegue a viejo, olvidas nuestras
faltas porque eres grande de sentimientos, ojalá un día seamos como tú eres y
sintamos el amor más bello.
Hijo, qué puedo decirte, si has sido
mi motivo para seguir viviendo; me has dado fuerza para seguir luchando y
superarme, he aprendido de ti más de lo que te he enseñado y te lo agradezco.
Debes saber que obstáculos encontrarás, pero no debes darte por vencido, parte
de la felicidad se encuentra en vencer el miedo a las cosas, aquél que se
enfrenta sabe lo que es el valor y el poder, quien no se atreve vive como
mediocre arruinando a los que su lado se encuentran. Atrévete y verás cómo las
cosas a ti llegan, vendrá el amor, el trabajo, el dinero, los amigos, la
familia y no te detengas, una vez que empieces encontrarás satisfacción en tu
entrega, ama y todo será fácil, no te apartes de los que te amamos pues seremos
tu apoyo cuando crezcas.
Que sepas hijo, que si no preguntamos
en lo que andas, no es por indiferencia, decidimos respetar tu libertad y dejar
que encuentres tu independencia, no sabemos cuándo nos iremos de este mundo así
que queremos que te encuentres preparado para enfrentarte a tu destino cuando
venga. Se agradecido con los demás y con tu destino, deja que la vida te
sorprenda, guarda un poco de inocencia y todo te resultará nuevo y fascinante,
escucha y aprende de los mayores, a los menores enseña y comparte con tus
iguales para hacer una alegría más verdadera.
El padre, lleno de orgullo regresó a
su asiento y con su mirada llena de gratitud cedió la palabra al menor de la
casa:
- Ayuda es lo que necesito a veces,
pero me da miedo acercarme a pedirla, he llorado noches enteras porque no
encuentro solución a mis problemas, los mayores creen que porque uno es joven
no tiene dificultades, pero la juventud está llena de cambios, de
incertidumbres y esperas, se le exige mucho a un joven que no sabe cómo es el
camino, que tiene que decidir su futuro con un pasado muy corto por detrás. Sin
embargo, he podido enfrentarme a mis retos, salir adelante ha sido difícil pero
no imposible, me encuentro ante mi independencia y ansioso para mi futuro.
Uno no comprende el verdadero valor
de las cosas, no tiene parámetros con que medirlas y va tropezando a cada
pequeño paso que da. Qué más quisiera estar con ustedes todo el tiempo, que me
llevaran de la mano como cuando niño pero no es posible, debo caminar por mi
propia cuenta, ponerme metas y alcanzarlas y aprender de mis caídas cuando las
tenga.
Sí, es cierto que a veces no los
comprendo y es que nunca he pasado por las cosas que ustedes conocen, a mi edad
necesito estar solo a veces, hablar conmigo mismo, encontrarme y saberme. Me
refugio en mis amigos porque con ellos no me compromete nada, ellos podrán
dejar de ser mis amigos pero ustedes aunque algo nos separe siempre serán mi
familia, es complicado pero real, cómo saber cuándo haces lo correcto y cuándo
no.
He aprendido de ustedes más de lo que
se dan cuenta, llevo en mi mente imágenes diversas de todos estos años y hasta
creo que en mi corazón ocupan un espacio muy importante que nadie podría nunca
ocupar. Es cierto que no tengo la confianza suficiente para abrirme a ustedes,
pero estoy en el proceso de saber lo que es mejor para mí, uno con el tiempo
aprende a decir lo que se espera y a hacer lo que conviene, quizá en unos años
podremos hablar de lo que me pasa ahora o de lo que me pasará más adelante, no
tengo tanta libertad o quizá sólo es que no encuentra mi cabeza el orden
requerido de las ideas, mi mente se pierde en sí misma y resulta imposible
expresarme; espero puedan entender lo que me pasa, hagan memoria de su pasado.
Con su apoyo y el amor que me tienen,
más adelante seré una persona exitosa, una persona confiable y sobre todo
amorosa; quiero para mi futuro una vida larga, pero sobre todo una forma
correcta de disfrutarla; quiero en mi futuro mucha sabiduría y paciencia, amor,
amistad y errores, muchos errores de los que aprender, quiero tropezarme y
levantarme, quiero ver miles de amaneceres y devorarme el mundo de un bocado;
ustedes son mi guía y los que me regresan al suelo cuando creo perderme, me dan
apoyo y me dan mesura, con su ayuda cumpliré mis metas que serán las suyas,
encontraré la felicidad en lo que hago y llegaré lejos, amando y amando.
Cuando se vayan, los guardaré en mi
corazón y no guardaré rencores ni arrepentimientos, serán mis estrellas y en
noches como esta los recordaré y honraré de la mejor manera.
Todos de nuevo en su sitio quedaron
en silencio procesando la actividad de aquella noche, sonreían unos a otros
sobre la mesa, el tiempo se detenía sobre ellos haciendo el momento
interminable, había magia que quizá al otro día se esfumaría pero que al menos
por esa noche nadie olvidaría.
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Que en todos los hogares reine la
paz, el amor y la sinceridad.
¡Feliz Año Nuevo!