El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




lunes, 21 de abril de 2014

Las virtudes, la pareja y el amor


Los hombres y las mujeres a veces descubren
que es difícil encontrar a la pareja deseable para el matrimonio.
Puede ser cierto.
Pero hay otro componente en la situación:
No es suficiente encontrar a la persona adecuada,
nosotros debemos ser la persona adecuada.

Siempre he creído que no existe ninguna diferencia entre el amor humano y el amor divino. Y eso es así porque el amor es único, no existen diferentes tipos de amor. El error consiste en que los seres humanos pensamos que el amor es una emoción, y no es tal, el amor es energía, y no esa idea romántica que tenemos los seres humanos del amor. Como decía en la entrada del poder del amor, el amor no se acaba porque es la fuerza de la vida. El amor es la fuerza que mantiene girando en perfecto orden a los planetas en el cielo. El amor es la fuerza de vida que mantiene los latidos del corazón. El amor es la Fuerza Divina que se mueve en todos los seres humanos, porque somos hijos de Dios, y Dios es Amor.
Pero está claro que ninguno de los que nos movemos por esta vida en la materia, o casi ninguno, podemos hablar del amor, como sensación, como energía. Podemos hablar de él de manera teórica, ya que si hubiéramos conseguido sentir ese amor, nos faltaría muy poquito para irnos y no volver nunca más, ya que habríamos llegado al final de nuestro aprendizaje en la Tierra.
Por lo tanto, como todo el amor que los seres humanos conseguimos dar y conseguimos sentir, es producto de un pensamiento. Vamos a llamarlo en esta entrada amor humano, para diferenciarlo del amor energía o mejor llamado Amor Divino.
 
El Amor Divino lleva intrínseco todas las virtudes. No en vano, el Amor Divino es el amor que siente Dios por cada uno de nosotros, por lo tanto en el Amor Divino esta la paciencia, esta la tolerancia, esta la comprensión, esta la bondad, esta la falta de crítica y de juicio, esta el servicio, en fin, todas las virtudes se encuentran reflejadas en el Amor Divino. Sin embargo, en el amor humano no es tal. Por el mero hecho de amar a nuestra familia o a nuestros amigos, con nuestra errónea idea del amor, no estamos exentos de enojarnos con ellos,  no estamos exentos de hacerles sentir culpables por algo en alguna circunstancia, no estamos exentos de engañarles, no estamos exentos de juzgarles, no estamos exentos de herirlos emocionalmente, de estamos exentos de ejercer algún tipo de dominio o de control sobre ellos, no estamos exentos de perder la paciencia con ellos, no estamos exentos de gritarles, no estamos exentos de hacerles algún tipo de reproche. Cuando se ama con el Amor Divino, nada de esto ocurre, porque el Amor Divino lleva implícitas todas las virtudes. ¿Os imagináis a Dios perdiendo la paciencia, o gritando por algo que hemos hecho mal, o reprochándonos alguna cosa?, ¿Os imagináis a Dios engañándonos?
Por lo tanto amar como amamos los humanos, con el pensamiento, hace que tengamos que trabajar el resto de virtudes si queremos, no solamente crecer y evolucionar, sino que nuestro amor dure. Por ejemplo: piensa en esa pareja que comienza su convivencia, y que al cabo de poco tiempo comienzan ciertas desavenencias, porque un miembro de la pareja es ordenado y el otro no, o porque a uno de ellos le gusta seguir saliendo de noche, aunque sea de vez en cuando con sus amigos, o sencillamente porque uno aprieta el tubo de la pasta de dientes por abajo y el otro por el medio, o que uno se crea superior por el hecho de ser hombre. Si no existe la paciencia, o la igualdad, o la tolerancia, o la comprensión, en poco tiempo estarán discutiendo, gritándose, posiblemente agrediéndose, ya sea de palabra o de obra. ¿Cuánto les va a durar el amor?, les va a durar un suspiro. A esta pareja, y a tantas y tantas, las ha engañado su pensamiento.
Debemos trabajar sobre todo la paciencia, la tolerancia y la compresión. Para ello piensa que tu también haces cosas que no le gusta como lo haces a tu pareja, y que si tu eres comprensivo/a, paciente y tolerante, a tu pareja posiblemente le resultara mas fácil ser paciente contigo, ser tolerante y comprensivo/a.
Animo, puedes hacer que tu relación de pareja se dulcifique, y no digo que vaya a durar toda la vida, pero el tiempo que dure será un verdadero gozo y no un sufrimiento lleno de reproches, de críticas, y sepa Dios cuantas cosas más.

jueves, 17 de abril de 2014

Plan Divino


Mensaje canalizado de un Maestro Ascendido (16 de Abril de 2014)

 
No desesperen, ni se enojen cuando las cosas no salen en el momento que Vds. quisieran que salgan, o en la manera en que Vds. quisieran que salieran.
Dios lo tiene todo planeado, cada circunstancia, cada detalle está en el Plan Divino.
Si se abandonan en Sus Manos, si esperan en Su Voluntad, es más que probable que las cosas salgan, es más que probable que sus propósitos se realicen.

miércoles, 16 de abril de 2014

Taytacha Temblores (El Señor de los Temblores)


            Realizar terapias hace que en la consulta se escuchen historias tremendas, unas por su crudeza y otras por su hermosura. Quiero contar hoy una de esas lindas historias, una historia de superación,  una historia de fe, que tiene que ver con el Señor de los Temblores, el Patrón Jurado del Cusco en Perú. 
Permitirme antes, para los que no sois cusqueños que cuente la historia del Taytacha Temblores, nombre en quechua, que en español significa El Señor de los Temblores. Es una imagen que representa a Jesús crucificado, que se venera en la Catedral-Basílica del Cusco (Perú). Es famoso en todo el Perú y otros lugares porque aplacó la furia de un gran terremoto que asoló la ciudad. De este acontecimiento le viene el nombre. Es el Patrón Jurado del Cusco y una de las imágenes más veneradas del país.
Según algunas fuentes, la historia de este Cristo de rasgos descarnados y de sobrecogedora apariencia se remonta a cuando el emperador Carlos V envió la efigie a Cusco, hecha especialmente para los indios, copiando las duras facciones de éstos. Los españoles buscaban consolidar así la conquista hecha por la espada y la sangre e imponer su adoración.
Concluida la obra, es enviada al Virreinato del Perú, asegurada en un arca y afianzada en la cubierta de una nave destinada a cruzar el mar y llegar al puerto del Callao, desde donde sería trasladada a la ciudad del Cusco.
Pero resulta que en alta mar, la embarcación sufrió amenazantes tormentas y los sacerdotes comisionados, en su desesperación, sacaron del baúl al Santo Cristo, lo aseguraron al trinquete mayor e imploraron piedad y clemencia para que detuviera la furia del mar y así fue. Se tranquilizaron las aguas y en agradecimiento le llamaron con el nombre de Señor de las Tormentas.
Una vez en el puerto del Callao, la imagen debía ser transportada al Cusco, encomendándose la tarea a un conocido arriero español afincado en la Villa de Mollepata. Después de un viaje lleno de incidentes, arribaron al lugar de la última jornada antes de llegar a Cusco, este lugar fue el pueblo de Mollepata. La comitiva se detuvo para descansar unos días, pero al querer reiniciar el viaje sucedió algo inaudito, el arcón que contenía la imagen se volvió tan pesado que no pudieron ni moverlo. La gente dijo que era porque la imagen deseaba permanecer en ese lugar y la comitiva se vio obligada a dejarlo, no sin antes imponer como condición a los moradores que debían levantarle un templo. Por supuesto que todo fue una farsa del arriero cuya verdadera intención era quedarse con la imagen, de fina escultura y armónica anatomía y de la que se afirma es muy parecida al Señor de Burgos en España, por lo que es conocida como Señor Manuel de exaltación de Mollepata.
 
 
Así, para cumplir su compromiso, el arriero mandó hacer secretamente otra imagen, obra que fue encomendada a un imaginero indio de la zona y fue este otro Santo Cristo el que entregaron a la Catedral del Cusco. La escultura, de facciones grotescas y anatomía asimétrica, fue modelada en pergamino de llama, con el busto hueco y muy poco valor estético. Sin embargo, es admirada y querida por los pobladores de la ciudad de Cusco por sus portentosos milagros y fue así desde el momento que ingresó a la Catedral y le llamaron Cristo de la Buena Muerte.
El 31 de Marzo de 1650 un terremoto asoló la ciudad. En las múltiples replicas del terremoto los cusqueños sacaron las imágenes a la calle, pero no se detuvieron las replicas hasta que sacaron en procesión al Cristo negro, que hasta entonces estaba olvidado en su altar. Fue colocado en la puerta de la Catedral mirando a la ciudad con la creencia de aplacar las constantes repercusiones del sismo. Por éste evento fue bautizado como Señor de los Temblores.
En el año de 1720, la ciudad del Cusco fue asolada por una peste que sólo se detuvo después de sacar en procesión al Santo Cristo y es así como, por decisión del pueblo fue proclamado Patrón Jurado del Cusco, desplazando al Patrón Santiago que había sido nominado como tal por los españoles en 1646.
            Cada Lunes Santo el Taytacha Temblores es sacado en procesión seguido de millares de hombres y mujeres en una procesión respetuosa y callada, recorre la ciudad, llenando de bendiciones a su pueblo y renovándole su protección.
            El Lunes Santo de hace tres años, la protagonista de nuestra historia se acercó al Taytacha para rogarle por su sanación de la enfermedad de Parkinson, de la que había sido diagnosticada solo tres meses antes. Y la mujer activa, responsable y trabajadora, que tuvo que dejar su trabajo debido al avance de la enfermedad, se encontró inclinada ante el Taytacha, con las manos juntas delante del pecho en el mudra de oración y los ojos llenos de lagrimas rogando por su sanación y preguntando el porqué de su enfermedad. Pero no duró mucho su ruego porque de alguna manera su oración fue respondida de inmediato. Sintió dentro de ella la necesidad de dejar de hacer preguntas, sintió dentro de ella la necesidad de dejar de pedir, sintió dentro de ella la necesidad de dejar de llorar porque algo en su interior la decía que buscara por ella misma su propia sanación. Levantó los ojos llorosos llenos de gratitud al Taytacha y se fue con la determinación de dedicarse en cuerpo y alma a su propia sanación.
            Desde ese momento comenzó a leer, a informarse, a buscar terapias, a retomar sus clases de yoga, a meditar y a cambiar sus hábitos de vida. La enfermedad comenzó a estancarse y un buen día comenzó a remitir, hasta el extremo de que sigue diagnosticada de Parkinson, pero sin temblores. Su mejoría es asombrosa, y sigue trabajando en ella misma porque aun quedan algunas secuelas.
            Ante tal mejoría, comenzaba a plantearse la posibilidad de volver a incorporarse al mundo laboral, sin saber muy bien como, ya que sabe que no puede abandonar sus terapias, ni su yoga, ni sus meditaciones, que son la base de su sanación. De esto se encargó el Taytacha.
            Este Lunes Santo volvió a ver al Taytacha en su procesión, volvió a darle gracias por su sanación como había hecho el año anterior, volvió a recibir la bendición del Cristo, y se sentó al lado de una señora que resulto ser coordinadora de una ONG en Cusco. Entablaron conversación y en esa conversación la coordinadora de la ONG, al enterarse de la historia de nuestra protagonista, y saber que entre otras cosas era profesora de español, la ofreció dar clases de español a mujeres que solamente hablan quechua. Ya están organizando las clases. Sin comentarios.
            ¿Todavía hay alguien que piensa que no existen los milagros?
            Los milagros existen, pero tienen que ir acompañados por el trabajo personal, por la fe en uno mismo y en Dios, por la voluntad y por la paciencia.  
 
 

lunes, 14 de abril de 2014

Creación de Dios


Mensaje canalizado de un Maestro Ascendido (11 de Abril de 2014)

 
Dios no se avergüenza de ninguno de nosotros porque somos Su Creación. Somos lo mejor de Su Creación, a Su imagen y semejanza.

            Cuando nos denigramos a nosotros mismos denigramos también a nuestro Creador.

El poder del Amor


            Como hijos de nuestros padres tenemos los mismos genes, somos a su imagen y semejanza: el color de sus ojos, el color de su pelo, la altura, la complexión física, el parecido físico, etc. Pero no tenemos solamente un cuerpo físico, también tenemos un alma. En realidad somos un alma en un cuerpo, somos seres divinos viviendo una experiencia humana, y nuestra alma, nuestra divinidad, procede de Dios. Bien podríamos decir, por expresarlo de una manera gráfica, que también tenemos los genes de Dios.
            Esto significa que así como los hijos de unos mismos padres son hermanos, todas las almas, hijas de Dios, también son hermanas. Nuestra parte divina es por lo tanto, a imagen y semejanza de Dios, nuestra parte divina se nutre de la misma Energía, nuestra parte divina es amor.
            El amor, como creen la inmensa mayoría de las personas no es una emoción. La gente piensa en el Amor como una idea romántica, y hablan con total desparpajo de cuándo y de quien se han enamorado, de cómo ha nacido el amor, de que comparte con la persona enamorada muchas ideas comunes, incluso hablan de haber encontrado a su alma gemela, pero toda esa locura se acaba y cuando se acaba hablan  de que la razón ha sido porque se ha acabado el amor.
            Esto es un gran error, porque el amor no se acaba, lo que se acaba es la idea romántica, y una idea es un pensamiento. ¿Cómo se produce el enamoramiento? Dos personas se encuentran, y hay algo en ellas que las atrae la una a la otra, normalmente algo físico. Piensan después la una en la otra, y como la energía va detrás del pensamiento, llega la energía del pensamiento de una a  otra, aumentando la energía del pensamiento inicial. Así va aumentando la energía de ese pensamiento hasta que la energía es tal que hace que tiemble todo el cuerpo con la sola idea de la otra persona. Así hasta que deciden compartir su vida.
De esta manera se forma una pareja con la mente, con la idea romántica del amor. La pareja que quiere con la cabeza formaliza una relación basada en el apego, la pareja que se establece con formas de pensamiento de amor sigue los convencionalismos sociales, la pareja  que vive el querer desde la mente ama con el cuerpo, la pareja formada por dos mentes exigen amor a cambio del que entregan. Es una pareja en la que existe el peligro de que el amor se extinga, es una relación en la que un miembro de la pareja puede llegar a dominar al otro, es una relación que culpabiliza consciente o inconscientemente, es una relación que puede llegar a mantenerse por la inercia, por la comodidad, por la sociedad, por la familia, por la economía. Es una relación en la que no existe el amor, porque incluso los defensores de la pareja para toda la vida reconocen que el amor no dura siempre, y que ha de sustituirse por el cariño.
Pero el amor auténtico, el amor verdadero, el amor del alma no se acaba porque es la fuerza de la vida. El amor es la fuerza que mantiene girando en perfecto orden a los planetas en el cielo. El amor es la fuerza de vida que mantiene los latidos del corazón. El amor es la Fuerza Divina que se mueve en todos los seres humanos, porque somos hijos de Dios, y Dios es Amor.
            Así como el instrumento del cuerpo es la mente, el instrumento del alma es el corazón, por lo tanto, para sentir el amor del alma solamente hemos de realizar el tránsito desde la mente al corazón para poder sentir esa energía. Vivimos en una sociedad en la que nos han enseñado a reprimir nuestro Amor. Con excepción de los momentos de enamoramiento, no es muy habitual que se exprese, ni tan siquiera con la palabra el Amor que atesoramos en nuestro interior, ya que la sociedad puede catalogarlo como una debilidad por parte de la persona, y si es hombre aun peor, porque puede ser terrible para su propio ego, para su hombría.
            Y de tanto esconder el Amor, vida tras vida, llegamos a olvidar la increíble sensación que se siente como se alcanza a tocar, aunque sólo sea una borla en la periferia del Amor.
            Hemos de viajar al corazón porque la mente esconde la verdad y nos aísla de ella. Y cuando finalice nuestro viaje y consigamos contactar con el amor, no hemos de contenerlo en nuestro corazón, no hemos de ignorarlo, hemos de dejarlo fluir, que se expanda, porque la energía del Amor es imparable, y va a tocar a cuantos nos rodean.
            Nuestro único camino es el Amor. Todo lo que hemos venido a aprender en la Tierra es a amar, no perdamos nuestro tiempo en aprender técnicas que, en la mayoría de los casos, son rodeos que se dan al Amor. Vayamos al Amor de frente. Vivamos en el corazón, primero para aprender a amarnos a nosotros mismos para después exportar nuestro amor a los demás.
            Por si alguien tiene dudas de que es amarse a sí mismo, amarse a sí mismo es aceptarse, es honrarse, es valorarse. La aceptación de uno mismo tal cual es, transforma el dolor en alegría, porque el aceptarse es amarse y el amor es sanador.
            Mientras dedicas tu tiempo al aprendizaje de amarte a ti mismo, trata a los demás como si fueras tu mismo, no desees para ellos no que no deseas para ti, es la Regla de Oro que nunca falla.

jueves, 10 de abril de 2014

Vida más allá de la vida


                    Mensaje canalizado de un Maestro Ascendido (9 de Abril de 2014)


 
La muerte no es el fin de la vida, es un estadio de conciencia superior al que la gente va después de haber concluido su misión aquí.
            Allí no hay penas, no hay dolor, no hay ansiedad.
            Nuestros seres queridos nos ven desde donde están y nos bendicen.

Encadenados


            Todos conocemos la esclavitud, situación por la que una persona pertenece a otra. Desde la antigüedad, hasta nuestros días, hay personas que por una u otra razón pertenecen a otra que la explota.
            Pero esa esclavitud, conocida por todos, podríamos decir que es, a simple vista, una esclavitud física. Se esclaviza a la persona para su explotación. Incluso en la actualidad existe este tipo de esclavitud, y no es pequeño el número de esclavos, ya que se cifra entre doce y veintisiete millones el número de seres humanos esclavizados.
            Y posiblemente sean muchos más, ya que existe un tipo de esclavitud como forma de trabajo en muchos casos legal.
            Los niños soldados, son esclavos; las prostitutas, son esclavas; niños que trabajan en minas o para empresas multinacionales en países subdesarrollados son esclavos; trabajadores con sueldos de miseria, son esclavos, y así podríamos seguir hasta confeccionar una lista interminable.
            Pero quiero hablar de otro tipo de esclavitud. La esclavitud de muchos seres humanos que se encadenan por propia voluntad, utilizando como grilletes sus propios pensamientos, sus propios sentimientos y sus propias emociones. Pocos son los seres humanos que pueden realmente proclamar que son libres.
 
La libertad, que es la capacidad del ser humano para obrar según su propia voluntad a lo largo de su vida, no puede ser proclamada por tantas y tantas personas que viven atadas a pensamientos de dolor, que viven subyugados por sus vicios, que permanecen atados emocionalmente a sus familiares, que vagan temerosos por la vida  por lo que otros puedan pensar, que desean vehementemente el último modelo de auto, etc., etc.
Nadie en las condiciones anteriores puede proclamarse libre. Es cierto que no están atados con cadenas por otro ser humano, pero sus cadenas, es posible, que aun sean más difíciles de cortar, porque mientras los que se encuentran encadenados de cuerpo, en su interior existe el anhelo de libertad, al menos de libertad de su cuerpo, mientras que los esclavos encadenados a las cadenas de su mente, ni tan siquiera ansían la libertad porque no son conscientes de su esclavitud.
Si preguntamos si se sienten libres contestarán que sí. Y si ahondamos en la pregunta: Pero ¿Realmente te sientes libre? Llegarán a otra forma de esclavitud. La esclavitud de los que vagan por la vida sin amar lo que hacen. A estos ante la pregunta de si se sienten libres, contestarán que no, porque tienen que trabajar cada día en algo que no les agrada.
 No son tampoco conscientes de que el trabajo es una elección y si realmente amaran su trabajo se sentirían libres en él. Es posible que el concepto de libertad lo tengan mal entendido y que para ellos la libertad no sea la libre capacidad de elección, sino que la libertad sea no hacer nada.
En fin, que realmente hay muy pocos seres humanos que puedan calificarse como libres. Unos conscientemente porque no aman la vida, su vida, y otros de manera inconsciente porque viven atados a su mente.
Para soltarse de las cadenas es imprescindible que la persona sea consciente de su falta de libertad. Sin esa condición no puede hacer absolutamente nada, porque no sabe que vive atado. Sólo cuando la persona sea consciente de su falta de libertad podrá poner los medios para soltarse de lo que sea que la mantiene prisionera.
Los medios para liberarse son tan variados como variadas son las situaciones. Es difícil, por lo tanto, dar una receta, pero me atrevería a recetar, de manera general, la meditación. Con ella se puede acceder al corazón que es el instrumento donde se pueden encontrar todas las respuestas, todas las alternativas y las posibles soluciones.

martes, 8 de abril de 2014

Paciencia


Mensaje canalizado de un Maestro Ascendido (7 de Abril de 2014)

 
Una de las virtudes más importantes es la paciencia. Ser paciente y saber esperar en el Amor de Dios no es ningún fastidio.
            Dios sabe en qué momento actúa, y ese momento es el momento perfecto.

sábado, 5 de abril de 2014

Respira desde el corazón


            Todos los seres humanos necesitamos algo o alguien en quien creer, algo a lo que aferrarnos, para tener así a quien pedir ayuda en nuestros momentos duros, y también para tener a quien culpar si no se solucionan los problemas.
            Nuestra necesidad de creer en algo no es porque si, es porque un día decidimos dejar nuestro lugar en el cielo, permitirme que lo diga así, para nacer en la Tierra. Unos vinieron con alegría, otros con temor, pero a fin de cuentas, haya sido nuestra venida como haya sido, aquí estamos, revestidos con un ropaje curioso, un cuerpo físico. Somos los cuidadores de nuestro cuerpo físico, unos lo cuidan con más acierto que otros, y es con él con el que nos desplazamos en este mundo de materia para realizar el trabajo que cada uno haya decidido hacer en su vuelta a la vida física.
            Gracias a nuestro ropaje, gracias a nuestro cuerpo, podemos vivir experiencias gloriosas, podemos besar, podemos acariciar, podemos llorar y reír, pero también nos encontramos con dos graves inconvenientes: por un lado, nos identificamos con él, nos creemos que somos ese cuerpo, sin ser conscientes de que somos capaces de cambiar de ropa con más frecuencia de la que nos pensamos, nos apegamos al cuerpo, olvidándonos de que somos seres infinitos. Y por otro lado, una parte de ese ropaje, la mente está permanentemente atraída por el miedo, por el dolor, por la culpa, por la negatividad.
            Pero en la conciencia de todos nosotros subyace la fuente primigenia, nuestro verdadero origen, nuestra divinidad, nuestra infinitud. Y es esta conciencia la que nos hace anhelar el contacto con nuestra fuente, la que nos hace creer en algo superior, porque cuando contactamos con nuestra propia creencia, sentimos la seguridad del hogar.
Casi todos creemos en Dios. Aunque creer en Dios, que por un lado serena y alegra la conciencia, por otro lado deja indiferente o llena de dudas a la mente. Todos los seres humanos, acostumbrados a identificarnos con el cuerpo, acostumbrados a identificarnos con la materia, necesitamos la imagen de ese Dios en quien creemos, y podemos preguntarnos ¿Quién es Dios?, ¿Qué cara tiene?, ¿Cuándo fue la última vez que se paseó por la Tierra?
No hemos de tener ninguna duda. No hemos de buscar la imagen de Dios, porque la imagen de Dios es Todo. Porque Dios Es. Dios Es el aire ……. y el agua, Dios Es la tierra ……… y el fuego, Dios Es cada montaña ………. cada planta ………. cada criatura ………. Dios Es tú………. Dios Es yo………. Dios Es Amor………. Es Comprensión………. Es Compasión………. Es Misericordia.
            Conectar con Dios depende de nosotros mismos, de nuestra propia elección. En la vida podemos elegir el miedo o el amor. El miedo hace que las cosas se estanquen y se bloqueen, mientras que el amor hace que todo se expanda y crezca, hace que vivamos la gloria divina. El miedo separa y aísla, mientras que el amor es unidad. Mientras que el miedo nos separa de Dios, el amor no une y nos identifica con Él.
            Por lo tanto, todo lo que tenemos que hacer en la vida es desprendernos del miedo y empezar a amar. Pero comenzando por el principio, amándonos a nosotros mismos. Es imprescindible llenarnos de amor hacia nosotros para poder repartir después ese amor hacia los demás. Y si no somos capaces de amar, hemos de aprender a disolver que es aquello que lo impide.
Para disolver los bloqueos que nos impiden amar podemos llevar la atención al corazón y respirar desde él. Es una buena manera de aliviar el corazón de energías negativas, para dejar paso a la energía del amor que es su energía natural, y que por las propias críticas mentales se ha bloqueado. Por lo tanto cada vez que te sientas temeroso, cada vez que te sientas triste, cada vez que te sientas infeliz, cada vez que te inunden las dudas, respira desde el corazón. Tienes que conseguir que la mente permita a tu corazón ser de nuevo el líder y el guía de tu vida.
Cuando llegamos a vivir desde el corazón, y dejamos que nuestra vida sea guiada por él, que es lo mismo que permitir que la vida sea guiada por Dios, llegamos al entendimiento de que sólo hay un mandamiento: “Amaté y ama a tu prójimo como a ti mismo”. Sólo, hay un camino: “El que dicta el corazón”. Sólo hay una ley: “La ley del Amor”. Quien sigue esta ley, no puede matar en nombre de Dios, no puede pasar al lado del hambre y la miseria sin que tiemble su ser, sabe que el color de la piel solo es una cualidad del cuerpo, como la altura o el color del pelo; quien sigue esta ley no discrimina por razón de sexo o tendencia sexual, de la misma razón por la que no se discrimina porque a uno le gusta la manzana y a otro el melocotón; quien sigue esta ley no discrimina por el tipo de creencia. Quien sigue esta ley, no juzga, no critica; sólo respeta, sólo permite, sólo ayuda. Quien sigue esta ley, vive en Dios.

Meditación (Corazón en calma)

CORAZÓN EN CALMA
 
Enseñada por Yogui Bhajan el 7 de Septiembre de 1991

La sede adecuada para la fuerza sutil del prana se encuentra en los pulmones y en el corazón.
La palma izquierda se coloca en la sede natural del prana.
Crear una profunda calma en ese punto.
La mano derecha, que controla la acción y el análisis, realiza un mudra receptivo y relajado y se encuentra en posición de paz.
Toda la postura induce un sentimiento de tranquilidad.
Esta meditación terapéutica crea técnicamente un punto tranquilo para el prana en el centro del corazón.
Desde el punto de vista emocional, añade una clara percepción sobre las relaciones con nosotros mismos y los demás.
Si nos sentimos incómodos en nuestro trabajo o con una relación personal, sólo hay que sentarse y hacer esta meditación antes de decidir como actuar. Después, sólo hay que actuar de todo corazón.
Esta meditación es perfecta para principiantes.
Abre la conciencia de la respiración y tonifica los pulmones y el corazón.
Se trata de una meditación terapéutica de gran valor.
Postura:
Sentado en postura fácil o en una silla, con la espalda recta.
Concentración:
Los ojos están cerrados.
O mirando hacia delante con los ojos medio abiertos.
Respiración:
Concentrarse en el flujo de la respiración.
Regular de forma consciente cada elemento de la respiración.
Inspirar lenta y profundamente por los dos orificios nasales.
Retener la respiración, dejando el pecho suspendido, tanto tiempo como se pueda.
Exhalar por la nariz de forma suave y gradual, dejando escapar todo el aire.
Aguantar sin volver a inhalar cuanto más tiempo mejor.
Mantra:
Esta meditación terapéutica se realiza sin mantra.
Mudra:
Colocar la mano izquierda en el centro del pecho a la altura del centro del corazón.
La palma debe quedar plana sobre el pecho con los dedos en horizontal y señalando hacia la derecha.
La mano derecha está en Gyan mudra, es decir, con espulgar tocando el índice, y los demás dedos estirados.
Levantar la mano derecha como si se fuera a prestar juramento.
Mantener la palma de la mano hacia delante, el codo relajado cerca del torso y el antebrazo en posición perpendicular al suelo.
Tiempo:
De 3 a 5 minutos.
Final:
Inspirar y expirar con fuerza tres veces.

Paz interior

                         Mensaje canalizado de un Maestro Ascendido (4 de Abril de 2014)


 
Es una larga búsqueda la de la paz interior si están pensando que es una búsqueda de momentos perfectos, de cosas que están esperando, de circunstancias perfectas.
            La paz interior está en cada momento, en cada circunstancia de la vida. Sólo dejen que la vida fluya y encuentren en ella su propia paz.