La gratitud abre la puerta al
poder,
a la sabiduría y a la creatividad
del universo.
Tu abres la puerta a través de la
gratitud.
Deepak Chopra.
La gratitud convierte lo que tenemos en
suficiente.
Es la señal de las almas nobles.
Esopo.
Es a través de la gratitud por el
momento presente
que se abre la dimensión espiritual
de la vida.
Eckhart Tolle.
Releyendo
a los últimos estoicos: Séneca, Epicteto, Marco Aurelio, cada vez estoy más
convencido de que la dicha y la felicidad del ser humano depende, solamente, de
él mismo. Es la misma filosofía del Buda: “Somos lo que pensamos”.
Los
estoicos predicaron el valor de la razón, al proponer que las emociones
destructivas son el resultado de errores en nuestra manera de ver el mundo.
Una muestra clara de
su pensamiento es la siguiente frase de Epicteto: “Si voy a morir, moriré cuando llegue el momento. Como me parece que
aún no es hora, comeré, porque tengo hambre”.
Para
llegar a este punto, los estoicos proponían una serie de prácticas diarias:
1.
Reflexión sobre lo que estás
agradecido.
2.
Aprovecha las adversidades.
3.
Vive el presente.
4.
Expresa agradecimiento.
5.
Lleva un diario de gratitud.
6.
Aprende de los sabios estoicos.
7.
Practica moderación y desapego.
8.
Visualiza la pérdida.
9.
Fomenta la empatía.
10. Sé
consciente de la impermanencia.
Quiero reflexionar hoy
sobre la gratitud. Los estoicos consideraban la gratitud como una virtud
esencial en la búsqueda de la felicidad y una piedra angular para tener una
vida plena y significativa. Para ellos, la gratitud va más allá de simplemente
decir “gracias”. Implica un profundo sentido de conexión y reconocimiento de la
bondad en el mundo.
La gratitud es
reconocer y agradecer a los demás los actos de bondad y las bendiciones
recibidas. Los estoicos enfatizaban la importancia de practicar la gratitud,
incluso en las circunstancias más desafiantes.
Séneca decía: “El que es agradecido por poco lo es por todo”,
y Epicteto: Solo aquellos que dan las
gracias por las bendiciones recibidas, seguirán recibiendo cosas por las que
dar las gracias”.
Agradecer cada nuevo
día es una práctica poderosa que no solo puede tener un impacto significativo
en nuestro bienestar general y nuestra perspectiva de vida, sino también, desde
una perspectiva espiritual, agradecer cada nuevo día tiene un significado
profundo y transformador, porque:
-
Nos ayuda a reconocer y conectar con la
presencia divina en nuestras vidas. Al agradecer, reconocemos que cada día es
un regalo del Creador, fortaleciendo nuestra relación espiritual. Esta práctica
nos recuerda nuestra dependencia de Dios y contrarresta el orgullo y la
autosuficiencia.
-
Nos alinea con los propósitos de Dios,
permitiéndonos ver la vida desde una perspectiva más amplia y espiritual. Nos
ayuda a reconocer las bendiciones ocultas incluso en los desafíos, fomentando
un crecimiento espiritual continuo.
-
Transforma nuestro corazón y nuestra
mente. Nos volvemos más conscientes de la bondad que nos rodea, lo que aumenta
nuestra capacidad de amar a Dios y a los demás.
-
Actúa como un antídoto contra actitudes
negativas como la avaricia, el egoísmo y la envidia. Nos ayuda a mantener una
perspectiva positiva y esperanzadora, incluso en tiempos difíciles.
-
Nos abrimos más a la acción de Dios en
nuestras vidas. Viendo la Presencia Divina en todos los aspectos de la Creación.
-
Fomenta un crecimiento en nuestra vida
interior. Nos volvemos más conscientes de la presencia de Dios que mora en
nosotros, profundizando nuestra experiencia espiritual.
-
Es una oportunidad diaria de descubrir nuestra
grandeza.
En esencia, agradecer
cada nuevo día desde una perspectiva espiritual nos transforma, nos acerca más
a lo divino y nos permite vivir una vida más plena y alineada con nuestro
propósito espiritual.
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