Tu mal no depende del principio rector
de otro, ni de una particularidad o alteración de lo que te rodea.
¿De qué entonces? De esa facultad tuya
que juzga que algo es malo. Que no juzgue eso y todo estará bien.
Incluso si lo que te es más cercano,
el pobre cuerpo, es cortado, quemado, supura o se pudre, la parte que juzga
sobre estas cosas ha de mantener la calma.
MARCO AURELIO
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