Nos pasamos la vida buscando la verdad,
pero ¿qué entendemos por vida? ¿Qué es esa verdad que buscamos? Y, en esencia,
¿qué es realmente la vida?
La vida, en su aspecto biológico,
comienza en un momento de amor, placer y quizás locura. Un espermatozoide, aparentemente
el más fuerte, tiene su momento de gloria al fertilizar un óvulo. La sabiduría
de la naturaleza desencadena una serie de reacciones que, nueve meses después,
culminan en el nacimiento de un bebé. Esta perfección nos maravilla, incluso
conociendo las explicaciones científicas. Pero surgen preguntas más profundas:
¿Cómo se inició todo? ¿Cómo surgió el primer ser humano, el primer animal, la
primera planta? ¿Cómo se formó el primer grano de arena, la primera célula, el
primer átomo?
Imagina tu trayectoria vital: naces
como un bebé encantador, creces, estudias para ser "alguien de
provecho", trabajas incansablemente por dinero que gastas en vacaciones
ocasionales. Anhelas la jubilación sin aceptar realmente el envejecimiento, y
un día, la muerte, que siempre temiste, llega y desapareces. ¿No parece esto un
poco absurdo? ¿Nunca te has preguntado si hay algo más? En un universo vasto,
¿cómo es que solo conocemos vida en la Tierra? ¿Por qué fuiste tú uno de los
elegidos para experimentar una vida consciente? ¿Existirá algo más allá?
¿Venimos de algún lugar antes de nacer? ¿Continuaremos existiendo de alguna
forma después de esta vida?
Si estás leyendo esto, probablemente ya
te hayas planteado estas preguntas y muchas más. Quizás tus respuestas incluyan
la creencia en nuestra existencia en otros planos, antes y después de la vida
física. Tal vez consideres que esta vida es solo un instante infinitesimal en
nuestra existencia eterna, un período que elegimos por razones que aún
desconocemos. ¿Es posible que ya creas en algo así?
Hoy no es día de respuestas, sino de
reflexión:
Si tienes algunas respuestas,
reflexiona sobre la naturaleza de la vida: ¿Es un mero instante en nuestra
existencia eterna? ¿Un período de aprendizaje? ¿Este aprendizaje debe implicar
sufrimiento o puede realizarse con alegría y amor? ¿Podría ser que el verdadero
aprendizaje consista en vivir con amor?
Ahora, reflexiona sobre tu propia vida:
¿Eres feliz? ¿Sientes amor por lo que haces? Con todo lo que sabes, ¿vale la
pena vivir una vida que no te satisface plenamente? ¿Estás enseñando a tus
hijos a ser felices o solo a ser "productivos"? ¿Haces feliz a tu
pareja? ¿Sientes que todos los seres humanos son tus hermanos? ¿Albergas algún
tipo de discriminación hacia otros?
Si eres feliz en cada momento, si amas
todo lo que haces, si tu vida es plena, si has enseñado a tus hijos a ser tan
felices como tú, si tu compañero de vida es igualmente feliz, si consideras a
cada ser humano como tu hermano y no conoces la discriminación ni la crítica,
¡enhorabuena! Has alcanzado un nivel elevado de consciencia y comprensión.
Si no es así, considera hacer cambios
en tu vida. Recuerda: si continúas haciendo las mismas cosas, obtendrás los
mismos resultados. La transformación comienza con pequeños pasos. ¿Estás listo
para dar el primero?
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