El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




sábado, 10 de diciembre de 2022

7 años olvidados

 


Capítulo XV. Parte 4. Novela "Ocurrió en Lima"

En la calle fue consciente de que salía de una casa que estaba a escasos metros de la empresa del padre de Indhira.

-    Pablo, creo que me he vuelto loco, -fue lo primero que dijo una vez acomodado con su amigo en el taxi.

-    ¿Qué te has vuelto qué?, -preguntó Pablo con cara de no entender nada de lo que su amigo le decía.

-    Escucha bien lo que te voy a decir y tú mismo me dirás si estoy loco o no, -Pablo le miraba sin decir nada esperando lo que Antay tenía que decirle.

>> Para mi ayer fue domingo, -comenzó diciendo Antay.

-    Antay, -le cortó su amigo Pablo- ayer fue domingo para todos y hoy lunes. Por lo que veo no te has levantado loco sino gracioso.

-    Si, Pablo sí. Espera y veras.

>> El domingo que yo viví ayer fue el domingo en que nos encontramos en mi casa para hablaros del nuevo trabajo en la inmobiliaria. El mismo domingo que cenamos una pizza, vosotros todos juntos y yo con Indhira. Y después de acompañar a Indhira a su casa me acosté en mi departamento y en mi cama.

>> Y esta mañana he amanecido en esta casa, desconocida, durmiendo con Indhira, con dos niños, que supongo que son mis hijos y yendo ahora al aeropuerto para viajar a Miami a no sé qué hacer.

>> ¿Qué opinas?, ¿estoy loco o no?, -y se calló esperando el comentario de Pablo.

-    Antay eso que relatas ocurrió hace 7 años, -la cara de Pablo me recordó a la cara del camarero en el puesto de bebidas del Parque del Amor, cuando le pregunté por Ángel, después de su primera desaparición, y me dijo que yo había estado solo tomando el café, tomando distancia por si estaba tratando con un loco.

-    O sea que, si estoy loco, -y tratando de tranquilizar a su amigo siguió- pero, tranquilo, no soy peligroso. Solo que se han borrado 7 años de mi memoria. ¿Qué ha pasado en estos 7 años?

-    ¿Seguro que no me estas gastando una broma?, -quiso asegurarse Pablo.

-    Te aseguro que no. No recuerdo nada. Cuéntame que ha pasado en este tiempo a ver si recuerdo algo.

jueves, 8 de diciembre de 2022

Mercenario

 


Jueves 8 de diciembre 2022

 

Hacía 20 días que pasaba de puntillas por aquí, sin decir nada. La verdad es que, últimamente, no tengo mucho tiempo.

Como desde hace ya una buena temporada, demasiado larga, para nuestro gusto y nuestra estabilidad emocional, nuestra situación económica es muy precaria, hace días, en la ducha de la mañana, que es cuando más abierto estoy a la inspiración y a las grandes ideas, se descargó con el agua un pensamiento que fue resbalando, con lentitud, por todo mi cuerpo, hasta alojarse en el cerebro: “Haz una promoción rebajando el precio de las terapias en un 50%”.

 La segunda parte del pensamiento fue: “es mejor hacer 50 terapias a 50 soles que hacer 5 terapias a 100 soles”.

Y surtió efecto. Pero claro, eso supone estar todo el día haciendo una terapia tras otra. Incluso, las terapias son más relajadas, porque las personas buscan la terapia más pensando en el precio que en la idea de trabajar para sanarse. Porque, no hemos de olvidar que la sanación no pasa “solo” por el sanador, sino que es un trabajo personal el que ha de realizar la persona, pues de todos es conocido, que si sigue por el mismo camino, sin realizar ningún cambio, los resultados que obtendrá siempre serán los mismos, es decir, más enfermedad, más dolor, más sufrimiento.

Con tanto trabajo he tenido que abandonar algunas actividades: menos lectura, menos escritura y menos terapias gratuitas, que hago, regularmente, a personas con tan pocos recursos como nosotros.

A veces me siento, un poco, mal y pienso si no me estaré convirtiendo en un mercenario de la sanación, pero tenemos que comer.

Para el mes de enero ya tengo prevista otra promoción: 3 terapias al precio de 2.

Como el ser babau se lleva en el alma, aun espero que algún día cambie la situación. No tengo ni idea de cómo podrá ser. Lo he dejado en manos de Dios.   

La Verdad



 Y es que, en el mundo traidor, nada es verdad ni es mentira; todo es según el color del cristal con que se mira.

Ramón de Campoamor

Si la Verdad solo es una y está en poder de la Divinidad, los miles o millones de verdades que nos venden es claro que no llegan a ser ni una minúscula parte de la verdad.

Y si esto pasa con la Verdad Absoluta, ¿qué no pasará con las relativas verdades de los hombres? Cada ser humano está en posesión de “su verdad” y, para él, esa verdad es única, es real, es auténtica, y podría llegar a matar para defenderla.

Ante esto, es obvio que no todos vemos la misma realidad, y si a esa realidad la recubrimos con las verdades personales, pasándola por el filtro de nuestros valores, nuestras creencias, nuestros intereses, nuestros recuerdos, etc., lo que nos queda es una visión bastante sesgada de la realidad de los otros. Quedarse anclado en la propia perspectiva contribuye a limitar, todavía más, “la verdad del otro”, ya que ni se ve, ni se entiende esa verdad, puesto que lo que se ve es la interpretación de la verdad.

Esto da lugar a malentendidos, discusiones, enfados, desencuentros, errores de interpretación, equivocaciones, disgustos, indignación, etc., etc.

Las cosas no siempre son lo que parecen. En la vida hay situaciones que simplemente suceden, sin que nosotros tengamos absolutamente ningún control sobre ellas, y la única opción que existe cuando esto ocurre es aceptarlas.

Muchas de las situaciones a las que nos enfrentamos, por lo general, no las podemos elegir, pero lo que si podemos escoger en todo momento es cómo respondemos ante ellas, y esta respuesta va a estar condicionada, en gran medida, por la perspectiva desde la que observamos las mismas. Ya que la situación no la podemos cambiar, lo que nos queda es modificar la perspectiva hacia la misma por otras que nos permitan enfrentarla de manera más efectiva y menos traumática.

Cuando ampliamos nuestras perspectivas, automáticamente ampliamos nuestra capacidad de acción, ya que esto nos hace poder elegir alternativas que antes, a pesar de estar disponibles, no éramos capaces de observar.

Para una misma situación pueden existir multitud de perspectivas, las cuales por si mismas no son correctas o incorrectas, de hecho, no es adecuado clasificarlas de este modo, la distinción verdaderamente importante que hay que realizar es si el punto de vista actual que tenemos sobre una situación trabaja a nuestro favor o en nuestra contra. Cualquier perspectiva que ayude a crecer, a desarrollarse, a superar retos y alcanzar metas será una buena perspectiva y cualquiera que incapacite o limite será una mala perspectiva que debe de ser cambiada.

Por lo tanto, podemos cambiar el color del cristal, aunque si lo hacemos corremos el riesgo de escorarnos hacia otro lado. Mejor sería ponernos unas gafas multicolores, unas gafas con los suficientes colores que nos permitan:

-          Ponerse en el lado del otro.

-          No dar importancia a las cosas que carecen de ella.

-          Aceptar todas las situaciones.

-          Tolerar todo lo que se presente.

-          Sentir como propio el hacer ajeno

-          No opinar, no juzgar, no criticar.

-          Aceptar razones que no conocemos.

-          Sentir que todo es relativo.

-          Mirar con los ojos del alma.

-          Saber que todo está bien.

 

De viaje

 


Capítulo XV. Parte 3. Novela "Ocurrió en Lima"

Bajó por las escaleras que se encontraban en la parte opuesta a donde estaban las habitaciones de los niños, sin saber qué es lo que se encontraría, aunque supuso que era una casa de dos pisos y si arriba se encontraban las habitaciones, lo más probable es que abajo estuviera la cocina y alguna sala.

No se equivocó. Encontró la cocina, sin dificultad. Era enorme, con una isla en su mitad, donde Indhira estaba tomándose un té. Nada más llegar escuchó una señal acústica y se iluminó una pantalla adosada en una pared, apareciendo una imagen que resultó ser la de su amigo Pablo.

-    Ya sale, -dijo Indhira contestando por el interfono- es Pablo, pero déjame decirte antes que estás guapísimo. Te amo.

-    Que se dé prisa, -se escuchó la voz de Pablo- tenemos el tiempo justo.

-    Creo que nunca me voy a acostumbrar a los viajes, -la voz de Indhira sonaba triste- llámame en cuanto puedas. Tienes la maleta y la computadora en la entrada. Te he puesto ropa para un día más por si tenéis que quedaros.

-    Ya está. Nos vamos, -anunció Antay dejando la taza vacía del café sobre la mesa.

Indhira se colgó de su cuello y acercó su boca a la de Antay. Para él era su primer beso y sintió que perdía el mundo de vista, ese mundo nuevo en el que se encontraba. Fue como si ellos dos fueran los únicos habitantes del planeta. Con gusto no se hubiera despegado de ella.

Fue un largo y apasionado beso.

-    Te amo- susurró Indhira en su oído cuando se separaban.

-    Yo también te amo. Estoy loco por ti-y era verdad. Para él era como despedir al miedo que le había acompañado durante toda su vida.

Agarró la maleta y la computadora y salió en busca de Pablo que le esperaba aguantando la puerta del taxi en el que había llegado a buscarle.

Era el mismo Pablo que él conocía, pero con, al menos, 10 kilos de más. 

sábado, 3 de diciembre de 2022

¿Estaré soñando?

 


Capítulo XV. Parte 2. Novela "Ocurrió en Lima"

Supuso que la otra puerta debía de ser la del cuarto de baño y hacia allí se encaminó. En efecto, por esa puerta se llegaba al cuarto de baño, pero después de pasar por un closet enorme en el que se veía ropa de mujer colgada a la izquierda y ropa de hombre a la derecha. El espacio para la ropa de hombre era la mitad porque una parte estaba ocupada por cajones donde estaba guardada la ropa interior, algo que descubrió Antay buscando un bóxer y un par de calcetines. Sin mucho trabajo localizó el terno que le había mencionado Indhira y pasó al cuarto de baño. Tenía que ducharse. Era su rutina matinal.

El cuarto de baño era más grande que la habitación de su casa o, al menos, de la habitación donde se había acostado en la noche. Cuando entró para ducharse pudo comprobar que era una bañera con hidromasaje. “¡Caray, que bien vivo!”, fue el siguiente pensamiento de Antay. Cuando estaba en la ducha, Indhira asomó la cabeza. Hizo ademán de taparse, aunque no fue necesario porque Indhira solo le dijo:

-    Date prisa, cariño. Y acuérdate de pasar a dar un beso a los niños, seguro que María ya está despierta esperándolo, parece que te huele.

“¿Niños?”, se preguntó Antay. “Este sueño está llegando muy lejos y es ¡tan real!”

Terminó de ducharse, se vistió y salió de la habitación para buscar la habitación de los niños. De las cinco puertas que había, aparte del dormitorio de donde había salido, en lo que parecía la segunda planta de una casa, dos de ellas estaban abiertas. Supuso que una sería la habitación de los niños. Entró en la primera y se encontró con un niño durmiendo, plácidamente, de no más de cuatro años. Le besó en la frente, le metió los pies dentro de la cobija, le arropó y salió de la habitación pensando: “Pues debe haber otra porque el niño no creo que se llame María”.

Entro en la otra habitación que tenía la puerta abierta y se encontró a María, acostada, pero con los ojos abiertos.

-    Te estaba esperando papi, -dijo la niña. Morena, con unos ojos negros enormes. Parecía una copia de Indhira en pequeño.

-    Me voy María, -le dijo Antay posando los labios en su mejilla.

-    Te amo papi, - y mientras le devolvía el beso continuó- ¿nos traerás un regalo?

-    Seguro que sí. Ahora duerme, que es muy pronto. 

domingo, 27 de noviembre de 2022

Sanación espiritual (Promoción navideña)

 


PROMOCIÓN NAVIDEÑA

¡Que esta Navidad sea especial!

Regálate y/o regala salud, serenidad y bienestar

Prepárate para vivir con serenidad el estrés de las compras y las comidas familiares.

Bono 5 = 5 terapias por 200 S./, 50 € o 50 $

2X1 = 2 terapias por 100 S./, 50 € o 50 $

Infórmate en el WhastApp +51 947 488 031

¡Feliz Navidad!

 

jueves, 24 de noviembre de 2022

¡Si!, ¡si!, ¡ya sé que la vida es ilusión!, pero....

 


          Si, ya sé que la vida es ilusión, que es un sueño, que es una escuela para aprender o una especie de mercadillo para pagar deudas. Si, ya sé que la auténtica y verdadera vida es la que está al otro lado de la vida, donde todo es paz y amor, pero……

Cuando mi hijo se enferma yo sufro, a sabiendas de que el sufrimiento no le va a sanar, pero sufro. Y cuando el sueldo no me llega a final de mes y tengo que mendigar para dar de comer a mis hijos, además de sufrir me muero de vergüenza, a sabiendas de que esa vergüenza no va a convertirse en dinero, pero siento vergüenza, que le voy a hacer. Y cuando cometen conmigo una injusticia, me indigno, sabedor de que la indignación no va a reparar la mentira, pero me indigno a pesar de todo. Y cuando cierran la empresa y me quedo sin trabajo me deprimo, a sabiendas de que la depresión no va a devolverme el trabajo, pero la depresión me puede. Y cuando veo como envejecen mis familiares queridos y no pueden valerse por sí mismos, me entra una pena infinita, y si, ya sé que es la ley de la vida, pero me da pena. Puedo contar mil historias más, pero ¿para qué?, coloca aquí la tuya.

Sé que la vida es ilusión, que es sueño, que es fantasía, pero vivir esa ilusión, vivir ese sueño, vivir esa fantasía me emociona y me hace llorar, y me alegra y me hace reír, y me apena, y siento tristeza, y siento decepción, y siento euforia, y me deprimo, y sufro, sufro mucho.

Sigo las instrucciones de los maestros: oro, medito, acepto y lo dejo todo en manos de Dios. Él sabe mejor que yo como fue el contrato que firmé. Y sé que no sirve de nada, pero sigo sufriendo, sigo riendo y llorando.

Señor. ¡Hágase tu voluntad!

Una meditación sencilla

 


Una meditación sencilla:

Siéntate, con los pies bien apoyados en el piso.

Si no tienes problemas de espalda no te apoyes es el respaldo de la silla.

Las manos en Dhyani-Mudra: Descansan en el regazo adoptando la forma de cuencos. La mano derecha encima de la izquierda mientras se unen la punta de los pulgares.



Cierra los ojos y coloca la punta de la lengua tocando el paladar.

Respira por la nariz, tanto para inhalar como para exhalar. Y haz una respiración abdominal. (El abdomen se infla cuando inhalas y se desinfla cuando exhalas). Respira lenta y suavemente, sin forzar.

Durante 5 minutos por la mañana y otros cinco por la tarde, mantén la atención en la respiración.

Y vete repitiendo en tu interior: Yo Soy el alma, Yo Soy paz, Yo Soy la resurrección y la vida.

martes, 22 de noviembre de 2022

Hágase Tu Voluntad

 


           La Voluntad de Dios, entre otros atributos, es el bien, es la libertad, es la salud, es que se acaben los velos existentes entre Dios y el hombre, la Voluntad de Dios es luz, es felicidad, es paz, es pureza, es equilibrio, es bondad.

          Dejar que se haga la Voluntad de Dios es dejar que la vida fluya, es aceptar los acontecimientos que la vida nos depara, es vivir nuestra propia divinidad. 

        Es todo lo contrario de lo que vivimos los seres humanos, que empecinados, insistimos una vez y otra en que la vida sea como nosotros pensamos que debe ser, insistimos en que las personas sean como nosotros creemos que deben ser, olvidando su libertad, y culpabilizamos a Dios, de manera permanente, porque nuestros deseos no se cumplen tal como planeamos, sin ser conscientes de que las cosas son como tienen que ser y no como nosotros deseamos que sean. 

       Culpabilizamos a Dios por nuestro sufrimiento, levantando los ojos al cielo y preguntando ¿por qué a mí?, sin ser conscientes de que somos los únicos creadores de nuestra propia vida. Dios nos permite ser, Dios respeta nuestra libertad, la libertad que Él mismo nos ha dado. 

       En lugar de aliarnos con Dios para sentir y vivir los atributos de su Voluntad, le vemos como a ese Ser que está presto a castigarnos y que parece que colabora poco con nosotros. ¡Qué lejos estamos de la Verdad!, y que fácil sería vivir una vida llena de amor y felicidad, mucho más fácil de lo que la mayoría de las personas creen. Lo hace difícil el no saber o no aceptar, que la misma Vida es Dios en acción y que su Voluntad ya impregna la Vida. Solo hay que vivirla y no sufrirla.

          La otra parte de la frase es: “Así en la Tierra como en el Cielo”. ¿Dónde radica la diferencia entre la Tierra y lo que la oración llama Cielo? El Cielo no es un lugar, el Cielo es ese estado de conciencia en el que nos encontramos cuando no tenemos materia, cuando no tenemos cuerpo, mientras que la Tierra es lo que estamos viviendo, una existencia dentro de un cuerpo.

          Cuando pedimos que se haga la Voluntad de Dios tanto en la Tierra como en el Cielo, ¿quiere decir que son distintas voluntades? No, es la misma Voluntad, lo que existe en la vida terrenal, es lo mismo que existe al otro lado de la vida. Y si los que están al otro lado de la vida de la materia viven una vida de paz, de amor, de alegría, de felicidad, ¿qué es lo que impide que a este lado no sea lo mismo? Solo el pensamiento.

 

¿Otro tiempo?, ¿una dimensión paralela?

 



Capítulo XV. Parte 1. Novela "Ocurrió en Lima"

Antay se despertó con una musiquita que comenzó muy suave y que fue aumentado de volumen, aunque, sin llegar a ser estridente.

Le costó un tiempo descubrir que la musiquita procedía de su celular, y no entendió la razón, porque no era consciente de haber puesto la alarma, en la noche cuando se acostó, ya que nunca lo hacía, a pesar de que a las 7:30 había quedado con Diana para poder llegar a las 8 a la oficina, junto con Pablo y Patricia, que les estarían esperando, para que, los tres, entregaran su curriculum y mantuvieran la reunión con el señor Ramírez.

Sacó la mano del edredón, aun con los ojos cerrados, para mirar el celular. Cuando lo tuvo en su mano y, abrió los ojos, pudo comprobar que marcaba las 4:30am. ¿Por qué tan temprano?

Una ligera claridad se filtraba a través de las cortinas pero…., entraba desde el lado contrario. ¿Cómo podía ser que la claridad entrara por la derecha cuando la ventana estaba en el lado izquierdo? “¿Me habré acostado al revés?”, pensó Antay. Se incorporó y no entendió nada. Estaba acostado de manera correcta. Entonces fue consciente de que la habitación era, por lo menos, el triple de grande de lo que es su habitación. Y la cama, también, era enorme. No estaba ni en su habitación ni, por supuesto, en su cama. Pero, ¿dónde estaba? Y, además, no estaba solo. Había una mujer acostada a su lado, y esa mujer era… ¡Indhira!

La mente de Antay trabajaba a marchas forzadas. “Anoche después de la pizza acompañé a Indhira a su casa y quedamos en que la llamaría un día de la siguiente semana, sin determinar cuándo. Fue un encuentro agradable en el que los dos, de manera más o menos clara, insinuamos que nos gustábamos y que iba a ser muy fácil para ambos llegar un poco más lejos, pero no pasó nada más. La dejé en el portal de su casa y yo volví a la mía y, estoy seguro de haberme acostado en mi cama. ¿Estaré soñando?”

-    Cariño, como no te des prisa, vais a perder el avión, -fue lo primero que dijo Indhira nada más abrir los ojos y ver a Antay sentado en la cama sin hacer ademán de levantarse y vestirse.

-    ¿Qué avión?, -preguntó Antay confundido, no entendiendo nada.

-  Amor, en media hora pasa a buscarte Pablo. Vais a Miami, ¿no te acuerdas?, ¿seguro que estás despierto?

-    Sí, estoy despierto, -balbuceó Antay.

-  Pues mientras te vistes te preparo un café. Te he dejado el terno, la camisa y la corbata preparados en el closet. No tardes en bajar.

“¿Adónde tengo que bajar?”, pensó Antay. Mientras tanto Indhira había salido de la cama. Estaba preciosa con un pantaloncito corto y una camiseta de tirantes que se pegaba a su cuerpo como una segunda piel.

La vio ponerse una bata que le llegaba a medio muslo y desapareció corriendo por una de las puertas que se veían en la habitación. “Debe de ser donde está la escalera para bajar a ese lugar donde tengo que ir”, seguía Antay con sus elucubraciones.

sábado, 19 de noviembre de 2022

¿Ha sido vivida la vida?

 


Capítulo XIV. Parte 7. Novela "Ocurrió en Lima"

-    Tienes toda la razón. ¿Sabes?, hice otra regresión con Ángel.

-    No, y ¿cómo fue?, -se interesó Indhira.

Antay le relató a Indhira la progresión en la que se vio sentado en el jardín de una residencia de lujo, para adultos mayores, esperando la muerte, después de una vida material, exitosa en cuanto a la cuestión laboral y económica, se refiere, pero triste y solitaria y, por encima de todo, llena de demonios dirigidos por pensamientos de miedo ocupando, un día tras otro, su espacio mental lo que le empujó a vivir en soledad, solo por el miedo a comprometerse para evitar el posible sufrimiento a que se vería abocado si algún día esa relación llegaba a su fin.

A Indhira se le heló la sangre en las venas. “¿Le estaba contando Antay que su vida iba a terminar en solitario? ¿Quería eso decir que la vida ya ha sido vivida y que lo único que hacemos en la materia es recordar esa vivencia, como si despertáramos de un sueño e intentáramos recordarlo? Si fuera así, la que va a sufrir soy yo, porque me estoy enamorando de él”.

-    No pudo menos que interrumpir a Antay- ¿Quieres decir que tu vida va a ser así?, ¿me estás diciendo que la vida ya ha sido vivida?, ¿cómo pudiste vivir esa situación?

-    No. Mi vida no sabemos cómo va a ser, dependerá de mis decisiones, como la tuya y la de todos, porque la vida no ha sido vivida. Me dijo Ángel que lo que viví fue una recreación de cómo sería mi vida de seguir por el mismo camino. En función de las decisiones que vamos tomando va cambiando la recreación de cómo sería, por completo, la vida. Tomamos una decisión y, de inmediato, cambia la recreación de esa vida.

>> Pero creo que antes tienes que saber algo. Ángel no es solamente el nombre de la persona que conocemos, es también la definición de lo que es, es su identidad. Es un ángel que ha aparecido en mi vida para ayudarme, según dijo, a cumplir un deseo que, parece ser, está muy arraigado en mí, pero que soy incapaz de materializar.

>> Por eso aparecía cuando más lo necesitaba y desaparecía como si se evaporara.

-    Indhira no pudo contenerse- ¡O sea, que organizó todo para que nos conociéramos!

-    Parece ser que sí, así fue. Por eso tu computadora solo falló para que me llamaras. Ese mismo día decidí anunciarme como técnico y la señora Claudia encontró mi número para solucionar el problema de la empresa de tu papá y, ya ves, lo que siguió.

-    Esto es de locos. Si lo veo en una película no me lo creo. ¿Será que tenemos que estar juntos?, -Indhira no cabía en sí de gozo, aunque trató de no dar excesivas muestras de ello.

-    No necesariamente. Será lo que nosotros decidamos, -dijo Antay pensativo con la mirada perdida.

>> Déjame que te cuente como fueron las regresiones. El hecho de que Ángel sea un ángel, hizo posible el poder vivir una progresión. Yo me acosté en el sofá, él me puso sus manos en la cabeza y mi vida apareció ante mí como una película. Fue diferente a la regresión que hice contigo porque en aquella todo eran sensaciones y en esta fueron imágenes.

>> Después de la progresión me vi en tres vidas diferentes. En las tres aparecías tú. Parece ser que hemos coincido en bastantes vidas. En una era un hombre tullido, que trabajaba de zapatero, casado con alguien que parecías ser tú. Nos amábamos con locura y teníamos dos hijos. Éramos muy pobres, pero inmensamente felices.

>> En otra vida me vi como una monja en un convento, era muy joven y un poco díscola, que recibía reprimendas diarias, con mucho amor, de la madre superiora, que resultaste ser tú.

>> Y en la última visión era un pescador que trabajaba con mi padre. Estaba felizmente casado, con alguien que no eras tú, porque tu papel en esa vida era el de ser mi madre.

-    Por lo que veo he sido una constante en tu vida,- comentó Indhira.

-    Di mejor que ha sido una constante, de uno en la vida del otro. Según Ángel hemos coincidido en muchas vidas y, alégrate, no tenemos temas pendientes.

-    Y ¿cuáles han sido tus conclusiones después de una experiencia tan apasionante?, -quiso saber Indhira.

-    Que el amor ha sido el ingrediente que hizo que en las vidas que pude visualizar fuera una persona feliz y en la única de las vidas recordadas que el ingrediente es el miedo, la vida actual, no parece que vaya a tener un final feliz si sigo por el mismo camino.

>> De hecho, tanto la progresión como las regresiones, solo fueron para que fuera consciente de la fuerza que tienen tanto el amor como el miedo, el uno para la felicidad y el otro para el sufrimiento.

En ese momento tuvieron que interrumpir su conversación porque los compañeros de Antay, que habían finalizado su cena, se acercaron para despedirse. Antay hizo las presentaciones y cuando les comentó que Indhira era la hija del que podría ser su nuevo jefe parece que se impresionaron y se comportaron más delicadamente.

-    Y ¿Qué deseo es ese que eres incapaz de materializar y que necesita de la ayuda de un ángel?, -la curiosidad estaba matando a Indhira y tuvo que hacer la pregunta.

-    Deseo tener una familia.

Los dos se quedaron pensativos, rompiendo Antay el silencio con un comentario.

-    ¿Sabes?, a veces, en los momentos en los que dejo volar mi pensamiento, pienso en que estaría bien poder ver a través de un agujero como sería mi vida dentro de 5 o 10 años. Así podríamos saber, de antemano, si las decisiones tomadas son acertadas o no.

-    Si, -afirmó Indhira riendo- sería una gran cosa. Aunque aún así, seguro que nos equivocaríamos más de una vez.

viernes, 18 de noviembre de 2022

Recordar que somos para no sufrir

 


 

Jueves 18 de noviembre 2022

 

Escuché hace unos días una de esas verdades, con la que estoy, totalmente, de acuerdo, pero que me hizo reflexionar: “La primera razón del sufrimiento es el olvido de lo que, realmente, somos”.

Mi creencia siempre ha sido que venimos a la vida, de la materia, para recordar que somos seres divinos y para aprender a amar, de la manera que, estoy seguro, ya sabemos: amar como cuando no estamos aprisionados en el cuerpo.

Lo que nunca se me había ocurrido pensar es que una vez sabemos que somos seres divinos se acaba el sufrimiento.

La teoría dice que la razón por la que se tendría que acabar el sufrimiento es porque cualquier suceso que ocurra no afecta, o no debería de afectar a la persona, porque sabe de su divinidad y tiene plena conciencia de su eternidad, y de que todo lo que pueda ocurrirla solo es la espoleta que la va a llevar a otro nivel de conocimiento.

Tengo que confesar que yo estoy, plenamente, convencido de que soy un alma eterna e inmortal, que durante un instante de mi eternidad me he encarnado en la materia. Y, sin embargo, a pesar de esta creencia, sigo sufriendo. Es cierto que, muchísimo, menos que hace unos años. Pero aun sufro, con menos intensidad y con una corta duración en el tiempo, pero sufrimiento, a fin de cuentas.

Reflexionando sobre esto, he llegado a otra conclusión: No solo es necesario saber que soy un ser divino, es imprescindible integrar ese conocimiento en cada célula, para actuar, de manera automática, desde mi divinidad.

Por lo tanto, si yo sé y creo que soy un ser divino y sigo sufriendo, está claro que no he integrado ese recuerdo en mí.

Eso es terrible, pero más terrible es que no sé, muy bien, como hacerlo.

Podría ser que tengo arraigada otra creencia: Que el sufrimiento es necesario para iniciar un cambio. Y con las dos creencias instaladas en mis células va a ser difícil erradicar, completamente, el sufrimiento y, tendré que conformarme y alegrarme porque sea poco duradero en el tiempo.  

En fin, seguiré con mis reflexiones y mis intentos para cambiar mis creencias, en cada una de las células de mí cuerpo, pero si esto lo llega a leer alguien que sabe o cree saber la respuesta, le estaré, eternamente, agradecido si me da alguna idea.