Perlas para el alma
La mente siempre está elucubrando,
siempre maquinando, siempre imaginando, siempre recordando, siempre comparando,
siempre juzgando; la mente no descansa, siempre hay pensamientos; y como no hay
palabras sin pensamiento, ni hay acción sin pensamiento, está claro: toda la
vida pasa antes por la mente, lo cual nos lleva a recordar las palabras del
Buda: “Somos exactamente lo que pensamos”.
Por lo tanto la conclusión parece
fácil: “Si consigo organizar mi pensamiento, consigo organizar mi vida”, “Para
vivir de una determinada manera, sólo he de pensar de esa determinada manera”,
“Para ser feliz, sólo tengo que pensarlo primero”.
La conclusión sí que es fácil, lo que
no parece tan fácil es llevar esa conclusión a la práctica. No parece fácil,
pero sí que lo es, sólo se requiere una cosa: “Atención”. Atención para
comprobar cuales son los pensamientos que estás teniendo en cada momento, para
no quedarte enganchado a ellos; con lo cual no les vas a dar energía, no les
vas a dar poder; y así desaparecerán lo mismo que han aparecido.
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