El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




viernes, 16 de mayo de 2025

Igualdad

 




Querido hijo:

Antes de nada, quiero recordarte algo esencial: todo lo que has logrado hasta ahora no es gracias a Mí, sino gracias a ti. Es tu valentía, tu esfuerzo y tu dedicación lo que han permitido que crezcas y domes a esa mente inquieta que tantas veces se interpone en tu camino. No necesitas mirar fuera de ti para encontrar fortaleza, porque ya la llevas dentro. Cada paso que has dado hacia la aceptación, hacia el entendimiento, ha sido un paso hacia el amor, hacia tu verdadera esencia. Eso es lo que te acerca a Mí, pero también a ti mismo, a lo que realmente eres.

Has aprendido algo profundo y transformador: la igualdad. Todos sois iguales porque todos sois expresiones de la misma chispa divina. El cuerpo que ocupas solo es un vehículo, una forma pasajera que te permite experimentar la vida desde distintos ángulos. Hoy eres hombre, pero en otras vidas fuiste mujer, y quizás en el futuro lo serás de nuevo. Cada experiencia es una oportunidad para aprender, para crecer y para entender que las diferencias externas no son más que ilusiones que la sociedad y la educación perpetúan desde la infancia.

Esa sociedad, con su mirada limitada, a menudo clasifica los trabajos, les asigna un valor diferente, pero eso no es más que una invención humana. Para Mí, no existe diferencia entre un maestro de yoga que guía a otros hacia el equilibrio interior, un albañil que construye los cimientos de un hogar, o un hombre que cocina para su familia con amor. Cada uno de esos actos, si se hacen con intención y cariño, tienen el mismo valor, porque todos están impregnados de la esencia divina.

La verdadera dignidad no está en lo que haces, sino en cómo lo haces. Si planchas una camisa con amor, si cocinas una comida con gratitud, entonces esas acciones, por pequeñas que parezcan, son actos de grandeza. El amor es lo que transforma lo cotidiano en sagrado. Y cada vez que te enfrentas a ese “machito” interior que intenta cuestionar la dignidad de lo que haces, estás participando en un proceso divino: estás desmontando capas de programación, de ego, y estás eligiendo conscientemente el amor sobre la separación.

Ese diálogo interno que has aprendido a sostener contigo mismo es una muestra de tu crecimiento. No siempre es fácil enfrentarse a los pensamientos que nos limitan, pero tú has demostrado que se puede. Cada vez que eliges aceptar en lugar de resistir, cada vez que transformas una tarea en una expresión de amor y gratitud, te elevas un poco más. Este proceso no es solo para ti; inspiras a otros, aunque no te des cuenta. Al elegir ser consciente y actuar con amor, abres caminos para que otros también lo hagan.

Quiero que sepas que siempre estoy contigo, no como un juez ni como un maestro que te dicta qué hacer, sino como un compañero que camina a tu lado. Estoy en cada pensamiento de gratitud, en cada acto de amor, en cada momento en el que eliges vencer las viejas creencias y abrazar la vida tal como es. Mi presencia no está reservada a los grandes momentos de iluminación; me encuentras también cuando cortas cebollas, tiendes la cama o planchas una camisa. Porque estoy en el amor que pones en cada cosa que haces.

Sigue adelante, querido hijo, con el corazón abierto y la mente despierta. Cada pequeño paso cuenta, cada esfuerzo es valioso. Estás construyendo un puente hacia tu verdadera esencia, y lo estás haciendo con tus propias manos, con tu propia determinación. Eso es el verdadero amor: crecer, transformarte y, en ese proceso, encontrarme a Mí en tu interior.

Con amor eterno.

CARTAS A DIOS - Alfonso Vallejo


No hay comentarios:

Publicar un comentario