Explicando por qué muy pocos hombres
comprenden al Dios Infinito, el Maestro dijo:
“Tal como una pequeña copa no puede
servir de receptáculo para contener las vastas aguas del océano, así también la
limitada mente humana no puede contener la Conciencia Crística universal. Pero
cuando a través de la meditación, procedemos a expandir nuestra mente en forma
continua, alcanzamos finalmente la omnisciencia, llegando a unirnos a la Divina
Inteligencia que inunda cada átomo de la Creación”.
“Dijo San Juan: “Pero a todos los que
la recibieron, les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su
nombre”. San Juan se refería con “a todos los que la recibieron”, a aquellos
seres humanos que han perfeccionado su capacidad receptiva para abrazar el
Infinito: solo ellos reconquistan su estado de “hijos de Dios”.
Es a través de su unidad con la
Conciencia Crística que ellos “creen en su nombre”.
PARAMAHANSA
YOGANANDA

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