Voy
a seguir buscando a Dios a pesar de que, a veces, me parece esquivo.
Cuando
parece que me da la espalda, voy a tocarle en el hombro, para que sepa que aún
estoy aquí.
Cuando
parece que camino solo por los barrizales de la vida, calzaré mis botas para no
hundirme en el fango y continuar en Tu busca.
Cuando
parece que mi mente va a ganar en la lucha fratricida que mantiene con mi alma,
voy a grabar Tu imagen a fuego, a veinte centímetros de mi cara, para sentir Tu
calor.
Cuando
parece que la vida me abofetea, a diestro y siniestro, voy a colocar mis brazos
para parar los golpes, mientras te entrego a Ti mis moratones.
Cuando
parece que los míos voltean su cara para no ver como caigo, aparecen ángeles
desconocidos tratando de amortiguar mi caída. Seguro que son Tus ayudantes.
Cuando
parece que estás escondido, busco el agujerito por el que sé que me estás
mirando.
Cuando
parece que las decepciones son el desayuno en la mañana y la tristeza el
almuerzo del mediodía, me preparo una suculenta cena de esperanza, para soñar
Contigo.
Porque
sé que eres la única razón de mi vida.
Porque
nada va a conseguir que te olvide.
Porque
sé que solo me has soltado un momento para que afiance mis pasos.
Porque,
aunque no te sienta yo sé que estás ahí.
Y
voy a seguir buscándote, aunque parezca que te escondes.
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