Lunes 26 de diciembre 2022
Ya
está. Ya pasó Navidad, pero tranquilos todos aquellos amantes de estas fiestas,
porque el tiempo pasa tan rápido que vamos a tener la próxima Navidad en un
abrir y cerrar de ojos. Me estoy planteando no desmontar el árbol.
Domingo 22 de enero 2023
Y
no solo pasó Navidad, pasó fin de año y, ahora, sin ser muy conscientes nos
acercamos a velocidad de crucero al segundo mes del año.
Nosotros,
además, estamos en modo mudanza, por lo que aún se nos va a pasar más rápido. Aunque
las mudanzas son muy estresantes, este cambio, en el que estamos inmersos,
parece que va a ser el más cómodo de todos los realizados, (y yo llevo 27). Nos quedamos en el
mismo edificio. Solo pasamos del piso 3 al 15.
Alguien
podría pensar que parece una tontería más de un babau. Pero no, no es una
tontería, es la avaricia de la arrendataria actual que no quiere arreglar la
mensualidad, cuando todas están a la baja desde la pandemia.
De
hecho, tenemos que dar las gracias, ya que su avaricia nos va a ahorrar 200
dólares mensuales y, además, teniendo en cuenta que estamos comenzando a
plantearnos marchar de Perú, estamos vendiendo muebles y electrodomésticos
porque el nuevo departamento está, totalmente, amueblado, (amoblado en Perú), y
equipado. Y muy bien amueblado. Tengo que reconocer que es una ganga.
El
irnos de Perú no es porque estemos cansados de estar aquí. Estamos bien, porque
a pesar de estar muy solos por no contar con ningún familiar, tenemos pocos,
pero grandes amigos.
La
idea de irnos es por la coyuntura del país. El Perú está convulsionado,
polarizado, dividido, enfrentado y, no parece que haya nadie que pueda
arreglarlo, entre otras razones, porque a nadie interesa.
La
desigualdad es aterradora. En el siglo XXI todavía hay cientos de poblaciones o
poblados, o asentamientos humanos, que no cuentan con los servicios mínimos
imprescindibles. No tienen agua, ni luz, ni una posta médica, ni servicio telefónico,
ni colegios decentes, ni medios de comunicación. Mientras otra parte, pequeña,
de la población, vive en la opulencia.
Y
llevan así 200 años, desde que se independizaron de España.
En
algún momento tendrá que explotar y, ahora está cerca. Si ahora no explota, lo
hará más adelante, pero explotará.
De
momento el martes 24 tenemos otra gran manifestación. Pidamos a Dios que no
haya más muertos, aunque los que dirigen las manifestaciones, tanto los peruanos
como los extranjeros de los países vecinos, manipulando a esa pobre gente que la
única propiedad que tienen es la ropa que llevan puesta, es lo que están
buscando.
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