El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




lunes, 14 de abril de 2025

A vueltas con el ego

 


A vueltas con el ego


Querido Dios:

¡Qué fácil parece ser tu trabajo y, aun diría más, qué fácil parece ser tu existencia!

Sin embargo, la existencia de los seres humanos y la misma tarea de ser humano, no lo parece tanto.

Tenemos que mantener una lucha, sin cuartel, en múltiples frentes: Luchamos contra una mente que, me atrevería a calificar de maligna, porque, aunque no he realizado una prueba objetiva, no creo equivocarme mucho si digo que, de cada 100 pensamientos que se pasean por nuestro cerebro, 99 son negativos, inútiles o repetitivos. Tenemos muy pocos pensamientos útiles, que son aquellos pensamientos conscientes que utilizamos para la solución de algún problema. Sin embargo, hasta los pensamientos conscientes, generados por nosotros, se contaminan, rápidamente, con pensamientos negativos que aparecen tratando de boicotear nuestro propio trabajo, generando un sufrimiento inútil. Y si tenemos pocos pensamientos útiles, aún tenemos menos pensamientos positivos, por lo que es fácil aventurar que, si dejamos que la mente actúe, con total independencia, sin intervenir en su proceso, nuestro estado emocional sería un caos de emociones encontradas.

No es necesario que te diga, porque lo sabes, perfectamente, ya que eres Tú eres el Creador de nuestra mente, que tratar de dominar el pensamiento es una ingente tarea, en muchas ocasiones imposible, por lo que el sufrimiento es la emoción más común con la que convivimos los seres humanos. ¿Por qué todo tiene que ser a través del sufrimiento, cuando nadie nos enseña como dejar de sufrir o como dominar la mente para evitar el sufrimiento?

Otra forma de pensamiento muy poderosa, con la que tenemos que batallar a cada segundo del día, son las peculiaridades de nuestro propio ego. La percepción, la valoración y nuestra propia identidad. Es tan poderoso que nos creemos que estamos en la vida para satisfacer sus caprichos, para sufrir por sus preocupaciones, para luchar por sus falsas creencias, para llorar por la desaparición de sus seres queridos, para batallar con las enfermedades, para alargar, lo más posible, la vida. 

Podría seguir enumerando más frentes de lucha como pueden ser, las incertidumbres de la propia vida: saber qué hacemos aquí o cuando vamos a morir.

Y podría poner en el mismo saco otras formas de pensamiento como pueden ser la avidez por conseguir nuestros deseos.

Será otro día.

Gracias Señor.

CARTAS A DIOS-Alfonso Vallejo


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