“A menudo pienso que
Dios se olvida del hombre”, comentó cierto visitante de la ermita de Encinitas.
“Por cierto que el Señor mantiene sus
distancias”.
“Es el hombre quien
mantiene sus distancias” respondió el Maestro. “¿Quién busca a Dios? Los
templos mentales de la mayoría de la gente se encuentran repletos de los ídolos
de los deseos y de los pensamientos inquietos… y se ignora al Señor en ellos. Y
aun así, de tiempo en tiempo Dios envía a sus hijos iluminados, a recordar al
hombre su herencia divina.
Dios no nos abandona
jamás. Él trabaja silenciosamente en múltiples formas, para ayudar a sus amados
hijos a apresurar su progreso espiritual”.
PARAMAHANSA
YOGANANDA
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