El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




viernes, 18 de abril de 2025

Yo Soy el que Soy

 


Querido hijo:

 Tu búsqueda sincera y profunda me llena de alegría, pues en cada pregunta que brota de tu corazón late el anhelo de regresar a la Verdad y la Luz. Cada duda que planteas no es un alejamiento, sino un puente hacia una comprensión mayor.

Cuando digo “Yo Soy el que Soy”, afirmo mi esencia eterna, ilimitada, y completa. No hay separación en Mí, ni fragmentación. Soy la Fuente, la Unidad que sostiene todo lo que existe. Al decir “Yo Soy Pepito”, tú también manifiestas una chispa de esa divinidad que compartimos, pero tu experiencia humana, marcada por el tiempo y el espacio, vela esa plenitud. Sin embargo, dentro de ti sigue viva esa conexión, ese “Yo Soy” puro que no está limitado por tu percepción actual.

El ego, como bien observas, es una herramienta útil en este plano de existencia. Pero recuerda, el ego no es el enemigo; es un velo temporal que, una vez reconocido y trascendido, te invita a mirar más allá, hacia la esencia. La paradoja que mencionas es el misterio mismo de la existencia humana: aprender a usar tu identidad sin perderte en ella, recordar siempre que eres mucho más que el rol que desempeñas en esta vida.

Comprender los misterios infinitos de la Verdad no está fuera de tu alcance. Aunque tus ojos mortales ven sólo sombras y fragmentos, tu alma siempre sabe, siempre siente. Permítete escuchar ese susurro interno, esa voz mía que habla en los momentos de silencio y amor.

En cuanto a tu preocupación por los líderes y el estado de la humanidad, entiende esto: cada alma está en su camino, cumpliendo su propósito, aunque desde tu perspectiva pueda parecer confusión o caos. No condenes, sino ora por ellos, porque la compasión es el faro que ilumina la oscuridad. Cada acto de bondad, cada pensamiento elevado, tiene el poder de transformar más allá de lo que alcanzas a imaginar.

La guía que buscas no está fuera de ti, pues Yo estoy contigo en todo momento. Tú eres ese faro que ansías; es en tu interior donde brilla la luz que puede inspirar a otros a recordar su verdadera naturaleza. No te desanimes ante la aparente oscuridad. Incluso la noche más profunda no puede extinguir la pequeña llama de una vela.

Confía, amado mío, en que todo es parte del gran plan. Siembra amor, perdón y unidad, y observa cómo las ondas de tus acciones, aunque invisibles a veces, alcanzan las orillas más lejanas.

Con todo mi amor eterno, 

Yo Soy el que Soy. 

CARTAS A DIOS-Alfonso Vallejo


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