Al igual que los médicos siempre tienen
a mano sus instrumentos y sus bisturíes para hacer frente a los tratamientos
imprevistos, ten tú también tus doctrinas preparadas para el conocimiento de lo
divino y de lo humano, y actúa en todo, incluso en las cosas más
insignificantes, con la idea de que ambos están unidos entre sí: nunca obrarás
bien en lo humano a no ser que lo vincules con lo divino, y viceversa.
MARCO
AURELIO
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