Tú, Señor, eres el Todo, y nosotros, los seres humanos, somos una parte de Ti.
Si
Tú no existieras, incluso si nos uniéramos, no seríamos capaces de formar el
Todo que Tú representas.
Sin embargo, si Tú no existieras, tampoco existirían
las partes; nosotros mismos no existiríamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario