Conectar
con el corazón y elegir
Querido
hijo:
Tienes toda la razón
cuando dices que la mente humana no está capacitada para entender todas las
respuestas, sobre todo aquellas que no tienen relación con la materia, que
están fuera del espacio conocido o que no pueden ser medidas con un reloj de
tiempo porque su medida siempre es “ahora”.
Voy
a contestar, por ti, esas preguntas: No te serviría para mejorar en las
actividades que realizas en la materia. Entonces, si no lo vas a entender y no
te va a ser útil, ¿para qué insistir? Olvida el tema y enfócate en lo que,
además de conocido, es imprescindible para tu crecimiento
y tu desarrollo espiritual.
Conociéndote como te
conozco sé que has hecho una pausa después de leer que te enfoques en lo que es
imprescindible para tu crecimiento y tu desarrollo espiritual. Ahora vienen tus
preguntas y tus quejas, Te estoy escuchando
“¿qué es imprescindible para mi crecimiento y desarrollo espiritual?, si nos lo
dijeras claro no estaríamos dando tumbos por la vida preguntándonos que hacer”.
Tengo que contestar lo
de siempre: Sabes, perfectamente, lo que tienes que hacer. Sin embargo, te voy
a recordar eso que sabes: El trabajo para tu crecimiento y tu desarrollo
espiritual es hacer felices a los que te rodean, en todo momento y en cualquier
circunstancia.
No se trata de que les enseñes a meditar, de
que les des una clase magistral de yoga o les recomiendes algún libro de
crecimiento personal. Se trata de aceptarlos como son, sin esperar de ellos que
satisfagan tus más íntimos deseos o tus expectativas sobre lo que esperas de
ellos. Se trata de que les enseñes con tu ejemplo. Por eso tienes que ser amor,
bondad, paciencia, tolerancia y comprensión.
Cada ser humano se
encuentra en su propio proceso evolutivo. Cada uno se encuentra en un nivel
diferente y, por lo tanto, también es diferente su proceso de comprensión. No debes juzgar a ninguno de tus hermanos. Por dos
razones. La primera porque nadie ha venido a hacer de juez, (ni yo mismo, que
soy el Creador, lo hago), y, la segunda, porque el juicio lo realizarás desde
tu perspectiva, cuando la suya puede ser muy diferente. Por eso has de aceptarlos
como son.
Seguro que más de una
vez has oído o leído la frase: “Si juzgas
a un pez por su habilidad para trepar a los árboles, pensará toda la vida que
es un inútil”. Aplícala en tu vida para todas las personas que te rodean.
Cada persona es muy hábil para alguna actividad y completamente nula para
otras. No todos pueden pasar por el filtro de “tu rasero”. Tu rasero solo es
para ti. Recuerda que, a ti, no te gusta que te juzguen, ¿por qué les iba a
gustar a los otros tu juicio?
Para
aceptarlos, sin juzgarlos, has de comprenderlos. Colocarte en sus zapatos y
caminar con ellos, por un tiempo. Tienes que cultivar la paciencia. Mientras
aun te falle la comprensión has de echar mano de la tolerancia. Y, por último,
saber perdonar, si en algún momento te sientes ofendido.
Vuelve a
imaginar que todos los que te rodean son bebés con una semana de vida. ¿Qué
necesitan de ti?, necesitan amor, aceptación, comprensión, paciencia,
tolerancia y ayuda. Haz eso con todos tus coetáneos y estarás creciendo a pasos
de gigante. ¿Qué esperarías tú de esos bebés?, nada, ¿verdad? Pues es lo mismo
que tienes que esperar de los que te rodean, nada.
Aquello que tú
quieres recibir, dalo a manos llenas, sin ocuparte de más.
Has podido comprobar
que es muy fácil contactar conmigo cuando estás en meditación.
Percibir mis señales
es muy sencillo, sólo tienes que permanecer en silencio y atravesar el espacio
que existe entre tu pensamiento y tu sensación. Sólo tienes que aparcar el
pensamiento y centrar la atención en el corazón. Ahí vivo Yo en vosotros. Y
para llegar no vale escuchar discursos llenos de amor, ni asistir a misas donde
se hable de Mi. El ser humano ha de encontrarme en solitario. Sin embargo, así
como no vais a salir en la búsqueda de un tesoro si no se sabe que existe, habéis
de tener el pleno convencimiento de que Yo habito en vuestro interior para
establecer contacto.
Te amo hijo mío y
te bendigo.
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