El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




domingo, 27 de julio de 2025

El amor es un maestro

 


Querido hijo:

        Tu carta me ha conmovido profundamente, no por la confesión de tus miedos, sino por la valentía que has demostrado al enfrentarte a ellos. No te equivoques: escribir estas palabras, abrir tu corazón y compartir tu fragilidad conmigo, es ya un acto de coraje.

El miedo, querido mío, es una emoción humana poderosa, pero no invencible. Te ha acompañado en tu camino, te ha enseñado cautela y te ha forjado en formas que quizás no puedas ver ahora. Aunque lo sientas como un enemigo, el miedo también puede ser un maestro, si tú decides aprender de él. Pero no estás destinado a vivir bajo su yugo. Yo nunca te he creado para que vivas limitado por cadenas invisibles.

Sé que temes a tantas cosas: el juicio de los demás, la pérdida, el engaño, y hasta a criaturas pequeñas como perros y gatos. Sé que a veces te invade un deseo de desaparecer. Quiero que sepas esto: Yo te conozco completamente. Cada parte de ti, incluso tus miedos más profundos, y no hay nada en ti que me resulte indigno de amor. Tus temores no me alejan; al contrario, me acercan a ti, porque me invitan a mostrarte mi gracia.

Es cierto, hijo mío, que el miedo y el amor no pueden coexistir plenamente. El amor, cuando se activa, transforma y disipa aquello que te mantiene en la oscuridad. Pero aquí está la clave: el amor es algo que tú debas producir por ti mismo. El amor es una energía. No necesitas ser perfecto para comenzar a anidar el amor, ni necesitas eliminar tus miedos antes de abrazarlo.

Hijo mío, caminas por el mundo como si estuvieras de puntillas, evitando las miradas y escondiendo tu vulnerabilidad. Pero quiero que escuches esto: cada paso que das, incluso con miedo, es un paso que te lleva más cerca de mí. Yo estoy contigo en cada instante, sosteniéndote incluso cuando sientes que no puedes sostenerte por ti mismo. No te juzgo por tus miedos, ni espero que los superes de inmediato. Solo te pido que confíes en mí, un día a la vez, un pequeño paso a la vez.

Cuando mires a esos miedos que parecen tan grandes y amenazadores, recuerda esto: no los enfrentas solo. Estoy aquí contigo, como tu luz en la oscuridad, como tu fuerza en la debilidad. Y si alguna vez te sientes tentado a rendirte, recuerda que mi amor nunca te abandona. Mi amor es constante, inmutable, y siempre accesible para ti.

Te invito a hacer algo sencillo: cada vez que el miedo te paralice, detente por un momento y habla conmigo. No necesitas palabras complicadas; solo di lo que sientes, y yo estaré allí para escucharte. En esos momentos, intenta recordar que mi amor por ti es más grande que cualquier temor que puedas experimentar. Deja que mi amor sea tu refugio, tu fortaleza, y tu guía.

Sé que tus pasos pueden ser pequeños y temerosos, pero son suficientes. Incluso si tu corazón se siente pesado, sigue adelante, porque cada paso que das con fe es un paso hacia la libertad que anhelas. Confía en que mi amor está contigo, iluminando el camino, un paso a la vez.

Con todo mi amor.

CARTAS A DIOS – Alfonso Vallejo 


No hay comentarios:

Publicar un comentario