Recuerda
que no insulta aquél que injuria o golpea; lo que insulta es el criterio que
establece estas acciones como ofensivas. Por lo tanto, si alguien te provoca,
ten presente que es tu propia opinión la que te está provocando. En primer
lugar, pues, trata de no dejarte llevar por las apariencias. Porque una vez que
hayas ganado tiempo y te has dado un respiro, te controlarás con mayor
facilidad.
EPICTETO
No hay comentarios:
Publicar un comentario