El
Maestro solía pintar inolvidables “cuadros verbales”, con el objeto de ilustrar
un determinado hecho espiritual. “La vida es así”, dijo en cierta ocasión, “han
preparado una merienda campestre y, repentinamente, aparece un oso que vuelca
su mesa, y se ven forzados a huir.
Los
hombres conducen sus vidas en esta forma: luchan por obtener un poco de dicha y
de seguridad, pero súbitamente aparece el oso de la enfermedad, sus corazones
se detienen, y se ven obligados a partir.
¿Por
qué vivir en semejante estado de incertidumbre? Objetivos carentes de
importancia han asumido el papel primordial en sus vidas. Permiten que diversas
actividades se apoderen de su tiempo esclavizándoles. ¿Cuántos años se han
deslizado ya en esta forma? ¿por qué permitir que se escurra el resto de sus vidas
en ausencia de todo progreso espiritual? Si se deciden hoy a no aceptar que los
obstáculos les desanimen, les será dado todo el poder de superarlos”.
PARAMAHANSA YOGANANDA
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